Tendiendo puentes: La izquierda que Maduro niega

Por: Andrés Giussepe 

La izquierda no madurista tiene derecho a participar en cualquier elección que se realice en Venezuela bajo el estandarte de una verdadera democracia.

¡Basta ya de la trampa disfrazada de legalidad! ¡Basta del ostracismo impuesto a la disidencia de izquierda! ¡Sean honestos, sean revolucionarios, sean humanistas, sean chavistas de verdad!

Si pueden sentarse con AD, Copei, Primero Justicia, Fedecámaras, Consecomercio…
Si pueden dialogar con Luis Ratti, con Daniel Ceballos, hasta con enviados de la Casa Blanca, esos mismos que nos han golpeado como nación…
¿Por qué no pueden dedicar cinco minutos de su agenda a escuchar a quienes, desde las propias entrañas del chavismo, claman por un espacio de participación política legítima?

Las preguntas que queman en el alma de la Revolución

  • ¿Por qué tanto rencor, tanta hostilidad, tanta sed de venganza contra quienes, con razones legítimas, han decidido apartarse de Nicolás Maduro, sin renegar de los principios de la Revolución Bolivariana?
  • ¿Por qué la Asamblea Nacional, ese epicentro del debate político, calla, omite, bloquea y se convierte en cómplice de la exclusión? ¿Por qué no ordena al Consejo Nacional Electoral que abra el proceso de inscripción de nuevos partidos para la disidencia de izquierda? ¿Por qué temen tanto a la voz de las minorías que quieren participar libremente?
  • Si se les otorgaron tarjetas electorales a Futuro, Somos, Verde y ahora «Unidos» del actor Fernando Carrillo, partidos vinculados directamente al Gobierno…
    Si se concedió la legalidad a opositores nacidos de las mesas de negociación…
    ¿Por qué se les niega el derecho a una plataforma política a Andrés Giussepe, a María Alejandra Díaz, Manuel Isidro, Yul Jabour y a tantos otros izquierda no maduristas que quieren ser parte del juego democrático? Desde noviembre de 2022 han solicitado se les aprueba su tarjeta que por derecho merecen al ser venezolanos. ¿Por qué si tienes ministros nacidos en el extranjero hoy nacionalizados jugando en el sistema político venezolano, porqué a estos patriotas les cercenan el derecho a organizarse y aspirar un cargo de elección popular?¿O es que acaso los nacionalizados tienen más derechos que los disidentes nacidos en suelo patrio?

La pregunta final, la que retumba en las conciencias

¿Será que en Venezuela se ha instaurado una Ley Orgánica de Exclusión para los chavistas que no siguen a Maduro?
¿Existe acaso un artículo en la Ley Constitucional contra el Odio o en la Ley Libertador Simón Bolívar que justifique, con premeditación y alevosía, la aniquilación política de la disidencia de izquierda?

Un llamado al poder: menos miedo, más democracia

Este es un mensaje para quienes hoy administran el poder en Venezuela:

¡Dejen participar a la izquierda disidente sin miedo y sin rencor!

Así lo ha permitido Vladimir Putin en Rusia, y así lo han hecho otros líderes que no temen a la diversidad de pensamiento dentro de su propio espacio político.

¡Basta de hostilidad! ¡Bájenle dos a la persecución! ¡Basta de condenar al ostracismo a quienes piensan diferente dentro de la Revolución!

No teman a la disidencia, teman a la historia cuando les pase factura por haber cerrado las puertas del debate y la participación.

¡Porque la Revolución que no se debate, muere!