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14.Feb.2025
Por : Geraldina Colotti, Resumen
Concluyó en Madrid la convención ampliada de los “Patriotas por Europa”. El eslogan de Donald Trump, adaptado por Elon Musk para Europa (Mega en lugar de Maga), se mostró en el escenario del evento, que tituló: Make Europe Great Again, Hacer que Europa vuelva a ser grande. Un concepto que, por sí solo, indica el nivel de “patriotismo” de estos 15 partidos de extrema derecha, que representan a 13 países, con 86 diputados en el Parlamento de Estrasburgo y 19 millones de votos recibidos en las últimas elecciones europeas.
Entre ellos se encontraban Orban, Abascal, Jordan Bardella y Marine Le Pen, del Agrupamiento Nacional francés, así como el viceprimer ministro italiano Matteo Salvini y Geert Wilders, líder del Partido de la Libertad holandés, las figuras más destacadas del grupo. También estuvieron presentes representantes de otros partidos de extrema derecha: la Acción de Ciudadanos Insatisfechos de la República Checa, Chega de Portugal, Vlaams Belang de Bélgica, el Partido Popular de Dinamarca, la Voz de la Razón de Grecia y Letonia Primero.
Una galaxia de diversos matices de fascismo, xenofobia y misoginia. Basura demagógica con la que llenan los ya desastrosos cerebros de los ciudadanos europeos, útil para relanzar la misión del magnate estadounidense: conquistar la mayoría en los gobiernos locales y en la Unión Europea. “Tenemos que hacer lo que nos dijo Trump: luchar, luchar, luchar. Debemos reconquistar una Europa que es nuestra y que nos pertenece. Una Europa cristiana”, declaró André Ventura, líder del partido de extrema derecha Chega en Portugal.
Desde su fundación, codificada por la Carta de Madrid, en 2020, los “patriotas” ya se han reunido tres veces. El último, en noviembre, en París, para elegir a Santiago Abascal como presidente. Líder del partido español Vox, tercero en los sondeos con un 15% de los votos, Abascal fue uno de los principales firmantes de la Carta de Madrid, junto con la golpista venezolana María Corina Machado. Esta vez no estaba pero presente la primera ministra Giorgia Meloni, una de la fundadora de la Carta de Madrid, pero ahora considerada demasiado moderada por el papel que intenta desarrollar entre Trump, Musk y von der Lyen en la UE.
De hecho, fue Machado quien inauguró la convención con un mensaje en vídeo muy explícito respecto a sus creencias: “Vivimos tiempos de cambios vertiginosos –comenzó-: la sociedad entiende el valor de la libertad y del sentido común. En Europa como en Venezuela tenemos los mismos valores y objetivos, luchamos contra la dictadura”, concluyó la “defensora de los derechos humanos”, a quien Europa le otorgó el Premio Sájarov a la libertad de opinión: y celebrada así tanto por la “centro-izquierda” como por el peor fascismo europeo.
Machado agradeció especialmente a Abascal: “siempre en primera línea -dijo- en la lucha por la libertad en Venezuela”. Gracias a sus relaciones privilegiadas con el fascismo latinoamericano, Abascal está de hecho intentando inclinar la balanza del poder de los Patriotas a favor de España, y por eso imita las provocaciones de Javier Milei en Argentina, aludiendo varias veces a la “motosierra” y a los recortes del Estado del bienestar que se están imponiendo a las clases trabajadoras.
Por otra parte, si la extrema derecha crece cada vez más y ya gobierna en Italia, Hungría, Holanda, si promete ganar en Alemania y domina en Francia, es porque el camino le ha sido allanado por esto “centroizquierda” que es imposible distinguir, en sus programas, del neoliberalismo y el belicismo imperantes en Europa. En Italia, antes de los fascistas, el desmantelamiento del bienestar fue permitido por los tecnócratas de la UE, a quienes el centroizquierda dio vía libre para aplicar la misma motosierra, edulcorada, sin embargo, por una retórica adecuada.
La misma retórica que utilizará Ursula von der Leyen el próximo 26 de febrero, cuando la Comisión Europea presentará el nuevo Pacto Industrial “para reducir los costes energéticos”, mientras las protestas de los trabajadores se multiplican, incluso frente a las sedes de las instituciones comunitarias. Desde 2009, la industria siderúrgica europea ha perdido casi 100.000 puestos de trabajo. Desde junio se han anunciado más de 90.000 despidos en el sector del automóvil. Los despidos también se acumulan en los sectores químico, textil y de materiales básicos.
La prioridad del nuevo Pacto Industrial es “independizar a Europa de Rusia”, es decir, hacer que las clases trabajadoras soporten el coste del complejo militar-industrial. En este sentido, von der Leyen felicitó a Estonia, Letonia y Lituania por haber rescindido, diez meses antes, el contrato de conexión a la red eléctrica rusa, sustituyéndolo por uno con la red continental europea.
Una perspectiva muy diferente expresó Delcy Rodríguez, vicepresidenta ejecutiva de Venezuela y ministra de Hidrocarburos, en la tercera edición anual de la Semana de la Energía, que se desarrolla actualmente en Nueva Delhi, India. Rodríguez destacó la importancia de un futuro energético libre de sanciones que permita el desarrollo sin restricciones de todos los pueblos del mundo.
Una posición que promueve la construcción de un mundo multicéntrico y multipolar y que, a nivel nacional, actúa dentro de un horizonte socialista, basado en la independencia, la integración Sur-Sur y la redistribución de recursos.
Una política que, pese al asedio al que está sometido el socialismo bolivariano, sigue dando frutos en la búsqueda de un camino original de cambio. “Pronto recibiremos buenas noticias de la India, respecto a la firma de acuerdos energéticos muy importantes. Venezuela se abre paso agigantados en el mundo”, afirmó el presidente Maduro en su programa semanal Con Maduro+. “Venezuela tiene un equipo de mujeres capaces que están dejando huella en todo el mundo”, agregó en referencia a las ministras que acompañan a Delcy en el viaje: la ministra de Comercio Exterior, Coromoto Godoy, y la presidenta de la Fundación Marca País, Daniela Cabello.
“Según el informe de Naciones Unidas, el 9% de la población mundial no tiene acceso a la electricidad”, afirmó Rodríguez. “Cuando hablamos de evolución, debemos preguntarnos qué tipo de progreso queremos. Para nosotros, necesitamos una evolución que respete el trilema energético, que respete la accesibilidad a las fuentes de energía y que respete la responsabilidad frente al cambio climático”.
Una concepción de la historia y de las relaciones de clase opuesta a la de los falsos soberanismos, basados en cerramientos xenófobos y en un “patriotismo” fascista en beneficio de las élites blancas y occidentales, al que recurre la extrema derecha venezolana.
Así que, mientras se extiende el escándalo por el “mal uso” de fondos asignados por la USAID para la subversión, el aspirante autoproclamado 2.0, Edmundo González Urrutia, sigue girando por el mundo, a costa del pueblo venezolano. Tras ser recibido por los gobiernos reaccionarios de América Latina, anunció un nuevo viaje a Europa.
Primero irá a Portugal, luego a Alemania, Holanda, Italia y Francia. Entre un destino y otro, tocará algunos lugares de España, donde reside tras salir de Venezuela. “Seguimos con nuestra gira por Europa”, dijo el ex diplomático en un video. “La próxima semana estaremos en la Conferencia de Seguridad de Múnich 2025, un foro global sobre políticas de seguridad y defensa que reúne a líderes políticos, líderes militares, líderes empresariales y expertos de todo el mundo”. ¿En qué capacidad estará presente Urrutia? Quizás como experto en subversión y mentiras. Y robo de dinero público.
Latinoamericano, 13 de febrero de 2025.