El año 1811, comenzó en Venezuela, con gran actividad revolucionaria y tras meses de intensos debates políticos donde el prócer independentista Simón Bolívar, ya comenzaba a mostrar sus grandes dotes de estadista, la mañana del 5 de julio y después de tres días de turbulentas sesiones de la Sociedad Patriótica, el Congreso se pronuncia a favor de la Declaración de la Independencia de Venezuela. La decisión que se produjo aquel 5 de julio quedó para la historia redactada por Germán Roscio y Don Francisco Isnardi.
“En nombre de Dios Todopoderoso, nosotros los representantes de las provincias unidos de Caracas, Cumaná, Barinas, Margarita, Barcelona, Mérida y Trujillo, que conforman la Congregación Americana de Venezuela en el Continente Meridional, reunidos en Congreso y considerando la plena y absoluta posesión de nuestros derechos que recobramos justa y legítimamente desde el 19 de abril de 1810”…, terminando el documento con un párrafo que textualmente dice:
“Nosotros, pues, a nombre y con la voluntad y autoridad que tenemos del virtuoso pueblo de Venezuela, declaramos solemnemente al mundo que sus provincias unidas son y deben ser desde hoy de hecho y de derecho, estados libres, soberanos e independientes y que están absueltos de toda sumisión y dependencia de la Corona de España o de los que se dicen o dijeren sus apoderados o representantes, y que como tal Estado libre e independiente tiene un pleno poder para darse la forma de gobierno que sea conforme a la voluntad general de sus pueblos…”
Así se consagraba la independencia de la corona española hace 210 años y Venezuela declara solemnemente al mundo su emancipación gracias a un grupo de patriotas, que colocaron sin basilar, la piedra angular para llevar adelante este proceso histórico, a sabiendas de los riesgos y retos que significaban contravenir a la corona española.
Fue la firma del Acta de la Independencia, el proceso que dio el nacimiento de la nacionalidad autónoma de Venezuela, y que además impulsó la redacción de la primera Constitución de la República, aprobada y puesta en vigencia el 21 de diciembre de ese mismo año, convirtiendo al suelo patrio como la primera colonia en América en alcanzar la emancipación.
En ese contexto vale destacar las tempranas contribuciones del padre de la Patria para lograr esta gesta independentista.
Bolívar, próximo a cumplir 28 años, el 3 de julio participa junto a los miembros de la Sociedad Patriótica con el único motivo de defender a la sociedad de las acusaciones del Congreso, y el prócer expresa sus ideas en su primer discurso político, nos refiere la obra literaria Simón Bolívar Año tras año 1783-1830 de los autores Carlos Fagúndez y Carlos Marcano de Fagúndez.
“No es que hay dos Congresos. ¿Cómo fomentarán el cisma los que conocen más la necesidad de la unión? Lo que queremos es que esa unión sea efectiva y para animarnos a la gloriosa empresa de nuestra libertad; unirnos para reposar, para dormir en los brazos de la apatía, ayer fue una mengua, hoy es una traición. Se discute en el Congreso Nacional lo que debiera estar decidido. ¿Y qué dicen? que debemos comenzar por una confederación, como si todos no estuviésemos confederados contra la tiranía extranjera. Que debemos atender a los resultados de la política de España. ¿Qué nos importa que España venda a Bonaparte sus esclavos o que los conserve, si estamos resueltos a ser libres? Esas dudas son tristes efectos de las antiguas cadenas. ¡Que los grandes proyectos deben prepararse en calma! Trescientos años de calma ¿no bastan? La Junta Patriótica respeta, como debe, al Congreso de la nación, pero el Congreso debe oír a la Junta Patriótica, centro de luces y de todos los intereses revolucionarios. Pongamos sin temor la piedra fundamental de la libertad suramericana: vacilar es perdernos…”
Al respecto, el historiador alemán y profesor de la Universidad de Berlín, Gerhard Masur, y quien además escribió la obra Simón Bolívar, nos da una análisis crítico del discurso de Bolívar y nos ilustra: “Breves incisivas, impresionantes, sus palabras tenían la fuerza de una resolución inquebrantable. Igual que los grandes líderes políticos (Julio César, Federico, Napoleón), Bolívar tenía un dominio absoluto de la palabra. No era sólo el luchador más grande de su continente, sino uno de sus más brillantes oradores”.
Las propuestas de Bolívar, relacionadas con la Declaración de la Independencia, son aprobadas en la Sociedad Patriótica que envía una delegación al Congreso con el compromiso de respeto mutuo y de unirse a favor de la independencia de la patria. Bolívar había acelerado el proceso de convertir a Venezuela en la primera colonia suramericana en declarar su independencia de España.
La independencia total de Venezuela era el objetivo trazado y por ello el 1° de julio es solemnemente aprobada la Carta de Derechos y el 3, sólo este objetivo ocupa la atención de los congresistas reunidos, nos señalan los historiadores Fagúndez y Marcano.
Por ser un proceso político de relevancia, se formalizó la instalación del primer Congreso General de Venezuela en la capilla Santa Rosa de Lima, presidido por Juan Antonio Rodríguez Domínguez, con la participación de los diputados de las provincias Caracas, Cumaná, Barinas, Mérida, Margarita, Barcelona y Trujillo que conformaban la Confederación de Americana de Venezuela.
En contexto, antes de llegar al 5 de julio de 1811, se produce un antecedente de alto impacto que impulsó la idea de libertad en el sentimiento de los venezolanos divididos en castas, el cual se escenificó el 19 de abril de 1810 con la Proclamación de la Independencia en el Cabildo de Caracas.
En medio del fragor y de la convulsión de la época, el pueblo manifestó su descontento en las calles de la capital de la República para exigir la ruptura opresora impuesta por la corona española. Ese día se solicitó la destitución del gobernador y capitán general de Venezuela, Vicente Emparan, pero él finalmente resignado ante su derrota, decide renunciar y regresar a España con todos sus colaboradores.
*Sucesos políticos que antecedieron a la victoria patria*
En torno a los pasos firmes que dieron lugar a la firma el Acta de Independencia, es preciso destacar que durante dos días, 4 y 5 de julio, se produjeron fuertes deliberaciones en el salón legislativo, con un aforo muy similar a la actual Asamblea Nacional, y en el orden del día se estableció como tema principal del debate la moción sobre la necesidad de la Independencia.
Transcurrieron muchas horas, y al filo de la tarde del 5 de julio, tras superar algunos tropiezos por desacuerdos, se hizo la votación. En ese evento trascendental, los diputados pronunciaron amplios alegatos a favor de la independencia, entre ellos se encontraban Francisco de Miranda, Juan Germán Roscio, Francisco Peñalver, Antonio Nicolás Briceño, presbítero Salvador Delgado, Manuel Palacio Fajardo, José Luis Cabrera, Juan José de Maya, presbítero José Vicente de Unda, Fernando Rodríguez del Toro, Mariano de la Cova, José de Sata y Bussy, Manuel Plácido Maneiro.
El diputado Juan Antonio Rodríguez ofreció el resultado de la sesión con la aprobación y declaró solemnemente la Independencia absoluta de Venezuela. En medio de los aplausos, Rodríguez, ordenó de manera inmediata la elaboración del acta final, cuya responsabilidad que a cargo de Roscio y del secretario del Congreso, Francisco Isnardi.
En el pliego oficial se plasmaron los detalles sobre los motivos y las causas que dieron paso a tan importante acto parlamentario. Posteriormente el pliego fue remitido al Congreso y al Poder Ejecutivo. El 7 de julio fue ratificada su aprobación y firmada el acta final por la mayoría de los parlamentarios.
A más de 200 años de este extraordinario episodio, hoy son muchas las formas que se han reinventado para mantener encendida la memoria histórica de aquel 5 de julio de 1811, siendo el Comandante Eterno Hugo Chávez Frías, uno de los más interesados en incluir el tema en todas sus narrativas públicas, eventos nacionales e internacionales para reconstruir la memoria historica y resaltar la independencia.
En su última alocución del 8 de diciembre de 2012, desde el Palacio de Miraflores, dejó muy claro el mensaje: «Hoy tenemos Patria, y pase lo que pase, en cualquier circunstancia seguiremos teniendo Patria, Patria perpetua, Patria para siempre (…)”.
Hoy en pleno siglo XXI, las amenazas imperialistas siguen latentes tratando de quebrantar la autodeterminación y la grandeza de continuar libres y soberanos, motivos que conducen a transitar los caminos de dignidad y resistencia.