*ESTADOS UNIDOS: LA ENGAÑIFA DEMOCRÁTICA Y LA GUERRA FRÍA DEL SIGLO XXI*

Cada día que pasa se hace más evidente la profundización de la crisis multidimensional que atraviesan los EEUU. La alarmante dimensión de la misma salió a flote con los impactantes hechos ocurridos el pasado mes de enero del presente año, tras un proceso electoral verdaderamente traumático. Lo ocurrido fue realmente grave: el asalto al Capitolio por los partidarios de Donald Trump impactó al mundo, poniendo al descubierto las graves falencias del _status quo_ estadounidense. Fue un rotundo aviso al planeta: el otrora casi invencible poderío yanqui daba claras señales del agotamiento de un modelo de dominio y control planetario. No se trata solamente de la pérdida de poderío económico y militar, si bien esta lo obliga a regañadientes a jugar un juego tripartito en una nueva realidad de equilibrio multipolar que, muy a su pesar, le impone compartir el poder en la toma de decisiones vitales para el globo terráqueo.
El alicaído hegemón ve con nostalgia cómo se le escurre entre sus dedos imperiales el omnímodo poder del que disfrutó después de salir cuádruplemente victorioso (en lo militar, lo político, lo económico y lo cultural) al finalizar la Segunda Guerra Mundial. Tan dura realidad golpea con fuerza a la élite dominante que no termina de aceptarla y luce en ocasiones un tanto aturdida o bien que no parece encontrar las respuestas adecuadas. Esto es de vital importancia para nosotros y nosotras, los que al sur del continente soñamos e insistimos en la defensa intransigente de nuestra Independencia y Soberanía. Por ello, analizar, entender y comprender esta nueva realidad geopolítica a nivel regional y mundial se convierte en una tarea de primera mano para intentar dar las más certeras respuestas ideológicas, políticas y organizativas.
Así parece que nada más pertinente que acudir a ciertas referencias históricas que nos permitan calibrar mejor tan compleja situación. Más allá del deterioro político, económico y militar del hegemón (que tras cada día se hace más evidente) es necesario fijar nuestra mirada en el contexto socio-cultural. Esto es así porque todo poder hegemónico llegó a serlo tras tener la capacidad de contar con un relato, con una narrativa que soportaría y justificaría su control y dominio. En este aspecto, el relato estadounidense de la democracia y la libertad, resumido en el llamado “Sueño Americano” ha sido una poderosa herramienta mayoritariamente asumida por la sociedad de los EEUU e incluso más allá de sus fronteras. Se trata de un constructo filosófico, histórico, religioso, económico, militar y social que hace de la libertad, la democracia y la autonomía individual auténticos fetiches que conforman un paradigma moral, individual y colectivo que adquiere un sentido cuasi-religioso de la existencia humana.
Es entonces en este complejo marco de contradicciones materiales y socio-culturales que tenemos que ubicar la sesgada y manipuladora convocatoria que hizo hace pocos días el Presidente Joe Biden, a partir de la cual instaló la llamada Cumbre Virtual por la Democracia. Desde el comienzo, se notaba que el tramposo Joe ya había decidido cuáles países son “democráticos” y cuáles no. Efectivamente, el Tío Sam encarnado en el Presidente Demócrata decidió que de 193 países que formalmente son miembros de la ONU, 110 eran democráticos, mientras que los restantes 83 no lo eran. Y así, no los convocó a la cumbre. Del mismo modo, el discurso de “Mr. Danger” en el evento fue contundente en contra de los “regímenes autoritarios, ilegítimos y autocráticos”. Igualmente, Biden y su combo decidieron de manera gagnsteril la condición política que solo cada pueblo, cada país, debe decidir de forma soberana. Se trata simplemente de una política imperial para dividir, para fracturar las ideas, propuestas e iniciativas que nos unan y hagan solidarios: la ALBA y la CELAC. También planteó que otorgaría millones de dólares para “luchar” contra la corrupción y para “defender” los Derechos Humanos y la prensa “libre”. Por supuesto, no a lo interno de los 110 países “democráticos” sino en los 83 países que “no conocen las mieles de la libertad y la democracia”.
Estas son medidas para reforzar el espíritu “protector” de la OTAN (léase intervencionista) y reagrupar países que en Occidente defienden la “democracia”, el libre mercado, los Derechos Humanos y la libertad individual como máximas “aspiraciones” del ser humano. Igualmente, esto viene a ser una respuesta política y militar al avance económico y tecnológico de China y al fortalecimiento militar de Rusia. De allí la continua presión política y militar en la frontera del Este europeo sobre Rusia y las permanentes provocaciones tanto en el espacio aéreo como marítimo del Mar Meridional de China.
En la misma onda está el endurecimiento de las sanciones económicas sobre Cuba, Venezuela y Nicaragua ante las victorias electorales en Bolívia y Perú, además por supuesto de las propias Nicaragua y Venezuela. Ante tal situación, solo había que esperar qué nos haría el imperialismo yankee si este domingo 19 de diciembre se ganaran las elecciones presidenciales en Chile, que si bien no está fácil siempre será posible en la medida de la dignidad y conciencia del pueblo chileno. Por ello, el hegemón gringo está consciente de lo duro de la pelea de los pueblos y se prepara afinando estrategias que cada vez más re-editan la Guerra Fría del siglo pasado con su carga de irresponsabilidad, de real peligro para la paz y la convivencia mundial.
Sin embargo, los pueblos aprenden de sus victorias y de sus derrotas. Y hoy entienden el valor histórico y estratégico de la dignidad y la conciencia para no solo resistir sino también para avanzar. Hemos aprendido que la tan cacareada mediáticamente “democracia” gringa y su manipulador alter ego, el publicitado Sueño Americano, aun dentro del propio territorio estadounidense ha resultado un fiasco, una estafa. Aquí es importante señalar que la lucha contra tan retorcido y complejo enemigo no es tan solo política ni económica, es también y ahora más que nunca socio-cultural. Se debe entender que el territorio en disputa no es solamente geográfico, geopolítico, es una batalla por la mente, por el cerebro, por las ideas, relatos y narrativas. Y la mediática derechista, imperialista, quiere quitarnos, robarnos, la palabra. Para ello se vale del cada vez más apabullante entramado digital que nos encierra en un mundo exclusivamente numérico donde no hay relato, narrativa.
De lo anterior se desprende que es necesario rescatar con fuerza y audacia la importancia política de la escritura. Y para fortalecer la auténtica democracia desde la raíz necesitamos _democratizar_ nuestras propias vidas en la forma de una democracia sustancial, esencial. Es desde esta visión participativa, protagónica, real, material del hecho democrático, de nuestro relato de vida colectiva que enfrentaremos y derrotaremos a la cruel élite plutocrática que es la verdadera expresión de la falsa democracia de las trasnacionales y de los monopolios: verdadero duopolio, es decir, Estado más corporaciones mundiales, que no es otra cosa que la manipuladora pseudo-democracia yankee.
Frente a la Guerra Fría 2.0 que propone el hegemón gringo mediante sus engañosas “cumbres” virtuales, oponemos las cumbres de los pueblos libres de América Latina en batalla política, ideológica y cultural entre la futurista concepción democrática bolivariana enfrentada a la reaccionaria, derechista e imperialista Doctrina Monroe. Por eso, ante las nuevas provocaciones bélicas, las sanciones coercitivas y anti-democráticas, nuestra respuesta es la unidad nuestroamericana con la ALBA y la CELAC. Mientras avanzamos y consolidamos nuestra bolivariana integración, fortalecemos una sólida unidad, desarrollamos nuestra economía y hacemos sentir nuestra acción y pensamiento por la paz, la sana convivencia, el respeto a la soberanía y la autodeterminación de los pueblos como fuerzas determinantes que sirven de barrera infranqueable a los intentos imperiales de re-editar las condiciones de la Guerra Fría en este Siglo XXI.
¡NO A LA RE-EDICIÓN DE LA GUERRA FRÍA IMPERIALISTA!¡SÍ A LA PAZ DE LOS PUEBLOS DEL MUNDO!¡RESPETO A LA SOBERANÍA Y AUTODETERMINACIÓN DE LOS PUEBLOS!¡LATINOAMÉRICA: RAZA CÓSMICA DE PAZ, VIDA, CONCIENCIA, DIGNIDAD Y FUTURO!¡SOLIDARIDAD CON EL HERÓICO PUEBLO CHILENO EN LUCHA!¡JUNTOS NOS CUIDAMOS, UNIDOS NOS SALVAMOS!¡2021: AÑO BICENTENARIO DE CARABOBO, LA VICTORIA ES NUESTRO SIGNO!¡INDEPENDENCIA Y PATRIA SOCIALISTA, VIVIREMOS Y VENCEREMOS!

*Orlando Castillo* – Constituyente por el Sector Trabajadores. Miembro del Consejo Consultivo de la CBST

Caracas, 19 de diciembre de 2021