Cada 14 de febrero se celebra mundialmente San Valentín o Día de los Enamorados. Sin embargo, desde 1929, el feriado está empañado por el recuerdo de un ataque mafioso que dejó siete cadáveres en Chicago.
La escena fue en el 2122 de North Clark Street, y exceptuando al mecánico Johnny May, según La Nación, ninguno de los fallecidos era del todo inocente.
Todos formaron parte de la banda de ‘Bugs’ Moran, un mafioso irlandés que se disputó el control del crimen organizado con Alphonse Al Gabriel Capone: todo en medio de la vigente Ley Volstead o Ley Seca.
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Armados y disfrazados de policías, los gánsteres fingieron una redada para que los miembros de la banda rival no opusieran resistencia. Una vez que se vieron contra la pared y creían que serían esposados, les desarmaron y dispararon con fusiles.
Testigos declararon a la policía que solo escucharon el ruido de las ametralladoras provenientes del local cerrado. A pocos minutos del asesinato, los responsables abandonaron rápidamente el lugar en un Cadillac negro.
LA MASACRE DE SAN VALENTÍN: EL 14 DE FEBRERO QUE EMPAÑÓ EL ROMANCE EN LA CIUDAD DE NUEVA YORK
A casi un siglo después de la matanza, los detalles aún se discuten y se atribuyen a los sicarios de Capone. En su llegada a la escena, las autoridades encontraron 6 cuerpos y un sobreviviente agonizando.
Frank Gusenberg se retorcía en el suelo y cuando le preguntaron quién había disparado, dijo que nadie, manteniéndose fiel a la omertá, el código de silencio que se rige entre los mafiosos. Falleció horas más tarde en el hospital, luego de recibir 14 impactos de bala, destacó Infobae.
La matanza de San Valentín se publicó en todos los diarios y afectó duramente a la organización de Moran. Se conoció que el capo estuvo a punto de morir en el ataque, pero un retraso en una cafetería local le salvó de las balas.
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En los días posteriores se responsabilizó a Capone por el atentado, pero lo único claro era que no había sido el autor material, pues se encontraba en Florida al momento de los asesinatos.
No obstante, la eliminación de los mafiosos le permitió surgir en su negocio y pasar a la historia como uno de los supuestos responsables del crimen sin resolver más famoso de Chicago.
Luego de eso, fue considerado enemigo público número 1 y comenzó la debacle en su historial criminal. Lo condenaron a 11 años de prisión y salió de la cárcel con síntomas de demencia, los cuales aceleraron su muerte el 25 de enero de 1947.