(VIDEOS) A 20 años el golpe de Estado de abril de 2002 contado por Hugo Chávez
El 11 de abril de 2002 la derecha nacional, la jerarquía eclesiástica, diversos medios de comunicación venezolanos, empresarios criollos y el régimen de Estados Unidos liderado por George W. Bush perpetraron un golpe de Estado contra el presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Rafael Chávez Frías.
Desde que Hugo Chávez fue juramentado como Presidente aquel 2 de febrero de 1999, su gobierno comenzó trabajando para resucitar una nación que adecos y copeyanos, la oligarquía y una burguesía parasitaria dejaron en la ruina. Estas acciones generaron una feroz campaña contra la Revolución Bolivariana.
En noviembre de 2001 el Comandante Eterno, aprobó -en virtud de poderes extraordinarios conferidos por Ley Habilitante-, un paquete de 49 leyes «que instauran reformas moderadas pero indispensables en varias materias, desde los hidrocarburos hasta el régimen de tierras, desde la pesca hasta los bancos», refiere el escritor Luis Britto García en su libro Investigación de unos medios por encima de todas sospechas.
Estas normas fueron rechazadas por la oligarquía y la burguesía parasitaria. Sectores como Fedecámaras y la Confederación de Trabajadores de Venezuela, CTV; mientras que los medios utilizan los instrumentos legales para profundizar la campaña contra Chávez y la Revolución Bolivariana.
Desde noviembre de 2001 la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela (Fedecámaras), liderada por Pedro Carmona Estanga, y la CTV con Carlos Ortega a la cabeza , convocaron a paro nacional. Repetirían estos llamados a comienzo de abril de 2002, y culminarán con el rompimiento del hilo constitucional el 11 del referido mes.
Hoy, a 20 años de aquel Golpe de Estado, es el Comandante Eterno, Hugo Chávez, quien cuenta con sus propias palabras, recopiladas a través de los discursos que pronunció desde el 2002 hasta el 2012, qué sucedió aquel día.
No caer en provocaciones
El 11 de abril, centenares de revolucionarios amanecieron a las puertas del Palacio de Miraflores en defensa de su líder, el presidente de la República, Hugo Chávez. Los partidarios de la Revolución llevaban tres (3) días en vigilia a las afueras del Palacio de Gobierno, ante las marchas y acciones de confrontación generada por la derecha venezolana.
Para ese día, la CTV y Fedecamaras, quienes semanas antes habían convocado un paro nacional, sin éxito, llamaron a una marcha desde el Parque del Este hasta Chuao, pero fue desviada por el jefe de la Confederación de Trabajadores de Venezuela, Carlos Ortega, hacia Miraflores.
A las 3:45 de la tarde de aquel día, Chávez se dirige a la nación a través de una cadena de radio y televisión. En su intervención hizo un pormenorizado repaso sobre su llegada al poder y el proceso de aprobación de la Constitución en 1999. Recordó que el año 2000 fue el año de la relegitimación de todos los mandatos del Poder Público de elección popular y de otras fuentes. Sobre el 2001, dijo que fue el «año en que comenzamos a salir de abajo en materia económica, cuántos esfuerzos, cuántas coordinaciones, viajes por el mundo buscando inversiones, aclarando posiciones, porque a todas estas desde el inicio de este proceso pues no hemos tenido la suerte de contar con una oposición seria; con una oposición leal al país, leal consigo misma, leal con sus seguidores a los que respetamos, leal con el pueblo de Venezuela independientemente de los colores políticos. Lamentablemente siempre ha habido y hubo pues, campañas de difamación, de mentiras»
Minutos después se refirió al paro convocado por la CTV y Fedecámaras, del cual subrayó que no tenía origen reivindicativo ni la magnitud que le atribuían sus organizadores.
«¿Cuál es el problema del país? El problema es el paro. Ese no es el problema. Nosotros lo sabíamos desde el comienzo, desde que oímos que estaban convocando a un paro nacional la semana pasada (…) El objetivo de esta gente no es parar al país no se engañen, algunas personas que uno ve, uno ve las imágenes y yo me preocupo que ahí vengan «no, vamos a Miraflores porque Chávez está listo, engañando a mucha gente». Y ponen a correr un rumor de que Chávez ya está preso del Alto Mando. De que Chávez ya está renunciando. Que lo que falta es un empujoncito. Mentira no, mentira. La situación es otra esa es la realidad y, entonces hay que hacer un llamado a que recuperen la racionalidad a que recuperen el sentido de responsabilidad por éste su país, y piensen en las consecuencias funestas que pudiera haber en una situación que está provocándose y, nosotros y yo soy el primero en respirar profundo contener muchas cosas y armarme de un aplomo y soy el primero en llamar a todos los habitantes de Venezuela a todo el pueblo a no caer en provocaciones lo digo una vez más, pero se está incitando la provocación, y el apoyo de las televisoras privadas ha sido fundamental para generar este problema porque repito no hay razón, no hay ninguna razón de fondo», manifestó Chávez, cita el portal TodoChávez.
Chávez critica en su intervención, donde ya se han producido dos interrupciones en la señal, que el gremio empresarial llamara a ir a hacia Miraflores.
«Primero que van a concentrarse en no sé dónde y a llegar no sé hasta dónde y la gente lo cree, y después entonces cuando tienen a la gente ya concentrada o concentrándose ¿no?, la marcha es a Miraflores y resulta que aquí en Miraflores pues es el Palacio de Gobierno y ellos vienen a Miraflores o tratan de venir a Miraflores no vienen como a veces hay marchas, aquí han llegado muchos grupos pequeños, algunos un poco más grandes a entregar documentos ¿no?, y se les recibe, a veces hasta yo mismo he salido allá y los he recibido o los he mandado a pasar, han llegado a veces algunos con actitudes al veces un poco exaltadas, pero y cálmese vamos a hablar siéntense aquí, algunos estudiantes, indígenas, gente del pueblo; a veces organizaciones sindicales. Pero no, esta gente no viene a traer ningún documento, ellos aspiran llegar aquí porque ese según los irresponsables que han hecho esta convocatoria ellos piensan que van a llegar aquí a sacar a Chávez, y ellos piensan que la Fuerza Armada en este marco de cosas va a apoyar una insurrección ¿no?, ya lo ha dicho el Alto Mando militar en pleno esta mañana ante las especulaciones me llamó el general Rincón que está trabajando en Fuerte Tiuna los comandantes de Guarnición custodiando instalaciones desde petroleras hasta de transporte, los bancos que han estado trabajando (…)», manifestó.
«Pues bien, entonces, no se trata del paro, se trata de un plan que por ahí comencé, que denuncio. Un plan irracional, loco, un plan loco. Hay que recordar y hay que decir quiénes están detrás de este plan. Ustedes les han visto la cara a muchos de ellos, otros son inocentes, hay otros que son manipulados o que se han aprovechado de algún conflicto interno de PDVSA por ejemplo, se han aprovechado de eso para montarse sobre ese problema que por supuesto estamos tratando y solucionaremos a través del diálogo y la conciliación. El problema de PDVSA, ese tampoco es el problema esa es la excusa, ¿de quiénes? de estos sectores que se han, bueno, que fueron los culpables como ya lo dije y lo he dicho muchas veces, de la situación cruda y dura por la que el país atravesó durante tantos años y que todavía por supuesto sigue presente y esa es la razón precisamente del Proyecto de la Constitución, de la Revolución Pacífica, rehacer toda una situación nacional y construir un país con el amor y el esfuerzo de todos», agregó más adelante.
Los medios en la conspiración
Mientras Chávez habla, los medios dividen las pantallas. El primero en hacerlo fue Venevisión. La orden para acometer esta acción ilegal fue dada desde tempranas horas de la mañana, al menos en el canal propiedad del empresario Gustavo Cisneros, uno de los dueños de las televisoras promotoras del golpe. Era la época en que el Comandante había incrementado las cadenas de radio y televisión debido a la campaña de los medios privados contra la Revolución Bolivariana.
En su intervención Chávez también se refiere al hecho que decidió sacar del aire a Venevisión, Televen y RCTV por llevar días incitando a la violencia. Recordó que funcionarios del Gobierno nacional fueron a hablar con los dueños de los medios para llamarlos a volver al orden, a mantener un comportamiento que incentivaran la paz, pero hicieron caso omiso.
«Ahora yo lanzo la pregunta ¿es que los dueños de estos canales privados de televisión que están en esta actitud, están sumados o tienen un plan de conspiración? Bueno, eso será para investigarlo, eso será para averiguarlo, eso será para conversarlo, pero se han colocado entonces al margen de la Ley por estar instigando, un canal de televisión no puede utilizar la concesión que le da el estado para atentar contra el propio estado; para instigar la violencia o para, a sabiendas de que hay un plan insurreccional, apoyarlo. Y se les ha dicho y se les ha presentado pruebas y todo esto», manifestó.
Insiste en el llamado a la calma
«Este plan insurreccional ha llegado al extremo, a la locura, a la irresponsabilidad, como ya lo señalé, de traer una gente, algunos venezolanos hasta engañados, instigados diciéndole que Chávez está preso ya, que hay que ir a Miraflores que ahí en Miraflores no hay ningún problema, que ya vamos a echar un empujoncito y Chávez está caído, llamo a los venezolanos que pudieran estar confundidos, que pudieran haber caído en esa situación pues de tanto oír, de tanto recibir inyecciones mediáticas (…) Eso sólo se le ocurre, convocar una marcha de ese tipo, utilizando todo el poder de estos medios de comunicación, utilizando todas las artimañas para llevar una gente y dirigirla de manera irracional hacia un Palacio de Gobierno donde hay diez o veinte mil personas y sigue llegando gente y seguirá llegando gente, porque este pueblo sabe, este pueblo es sabio, este pueblo está consciente, seguirá llegando gente aquí al Palacio de Miraflores, de todas partes, no solo de Caracas, del país estoy seguro. ¿A qué? A hacerse presente, a no caer en provocaciones pero…. oye, ojo pelao, a estar con el ojo pelao», expresó en cadena nacional.
Agregó: «Nosotros esperamos, yo espero, señores que andan en esta actitud de provocación, sobre todo los que dirigen esa actitud de provocación, señores de los medios de comunicación social; yo les hago un llamado es a que reflexionen y que cambien sus métodos y que orienten de verdad a esa gente que les sigue, que para nosotros son tan venezolanos como los que están aquí frente a Palacio. Pero no es responsable, no es un dirigente verdadero el que engaña a los que le siguen, el que los convoca y los incita y les inyecta muchas veces hasta odio, los llena de mentiras y luego les dice: «Síganme que vamos a Palacio, ahí mismo, ya Chávez se fue, lo tienen en Fuerte Tiuna». Esa es una irresponsabilidad infinita. Yo llamo al pueblo venezolano, a todos los sectores a la calma, a la ponderación, a la reflexión, a todos, los que me apoyan, los que me adversan, y aquellos que son indiferentes».
También dijo: «He dado instrucciones precisas a la gente que me siga que no haga uso de la violencia, que no caiga en provocaciones».
Luego de denunciar que algunos cuerpos policiales estaban recibiendo dinero desde el exterior y creando rumores para incentivar a la violencia, le pidió a todos los sectores del país contribuir con el llamado a la calma y la paz.
«Yo llamo, a la mayoría del pueblo a que sigamos con ese principio de tolerancia. Y a los que pudieran estar equivocados o engañados, a que cambien su actitud, que cambie su actitud de provocación, los que andan provocando, tratando de provocar hechos violentos enceguecidos por no sé qué cosa, o que el diablo se les metió por dentro y no quieren oír ni nada ni llamado de ningún tipo, bueno, hay que llamarlos a tratar y ahí es donde las voces serias del país y yo hago un llamado a todo el país, a las voces de las instituciones, a las voces del poder público, no sólo de la presidencia de la República, de la Asamblea Nacional (…) a las voces, al Poder Ciudadano, del Poder Judicial, a las voces de los gobiernos locales, a las voces de los gobernadores, de los alcaldes y alcaldesas, gobernadores, a las voces de la Iglesia Católica, a las voces de la Iglesia Evangélica y los sectores religiosos, las voces de los empresarios verdaderos, las voces de los sindicalistas verdaderos, no nos importa su color político ni su ideología ni su posición allá o acá, en torno a nosotros. No nos importa eso. Es hora de unir las voces y el llamado a la reflexión de todos y yo comienzo haciéndolo cuando son las cinco y ocho minutos de la tarde de este día de hoy miércoles, jueves 11 de abril. A esta hora, vuelvo una vez más a hacer un llamado a esas voces de reflexión para que entre todos tratemos de influir hasta donde podamos en estas mentes que son minorías pero que hacen daño (…) Voces serias del país, yo les hago este llamado para que unamos nuestras mentes, nuestras incluso oraciones y corazones para tratar de hacerle un exorcismo será, para utilizar ese término a quienes andan como enceguecidos en un plan loco, un plan diabólico, un plan irracional, para que entre todos, bueno los frenemos a ver si entienden que aquí hay mecanismos bueno, para echar adelante sus ideas, sus proyectos, a ver si entienden y oyen este llamado, a la conciliación, a la búsqueda de la conciliación de intereses que es la idea de la existencia en colectivo».
En esa alocución Chávez también casi al finalizar convocó para el día siguiente el Consejo Federal de la Nación para instalar «una gran mesa de consenso, diálogo para avanzar para construir con la consigna de que Venezuela es de todos y de que Venezuela es para todos y que queremos paz, que queremos democracia, que queremos construir el gran país que siempre hemos soñado y el gran país que aquí está dibujado».
Un día después de esta alocución, en la madrugada, el Presidente Chávez sería secuestrado por militares golpistas, quienes actuaron en complicidad con jerarcas de la iglesia católica, medios de comunicación privados y cúpula empresarial.
Agradecimiento a medios internacionales
Después del golpe, los medios guardaron silencio y comenzaron a transmitir comiquitas y películas de Disney. Por eso, los que no gozan de televisión por cable no se enteraron de la entrevista que da María Gabriela Chávez, hija del Presidente constitucional, al programa Mesa Redonda de la TV cubana, en donde dice que su padre no ha renunciado.
El 11 de abril de 2003, Chávez dio una rueda de prensa a medios internacionales, donde destacó el rol que jugaron un año antes.
«Nosotros nunca, nunca, nunca; Venezuela olvidará nunca, nunca olvidaremos y yo en lo personal nunca olvidaré el rol que jugó la prensa internacional aquellos días de hace un año. El rol que jugó un grupo corajudo y valiente periodistas internacionales, de corresponsales que sin que nadie pueda estarlos acusando de chavistas o de tener algún compromiso con el gobierno venezolano, simplemente cumpliendo con una obligación, un deber verdad de periodista, un compromiso ético de informar, sencillamente informar para que el mundo se entere de lo que pasa, para que la gente se dé una idea la más cercana posible a la realidad de acontecimientos tan estremecedores como el que en Venezuela ocurrió un día como hoy hace un año», relató al comienzo.
«Esta mañana temprano conversaba con mi hija, una de mis hijas, estaba recordando como tuvo ella que hacer peripecia para comunicarse con La Habana y sólo a través de La Habana con la ayuda y la cooperación de Fidel Castro, aquel buen amigo compañero, el mundo oyó una versión distinta al entubamiento mediático que desde aquí estaba saliendo al mundo, parte del plan de la conspiración. También la primera dama -mi esposa- pudo salir al aire sólo a través de un canal internacional, un minuto treinta segundos», rememoró al comienzo de la alocución.
No es el golpe militar clásico
Aquel 11 de abril de 2003, Chávez fue enfático al decir que en Venezuela no hubo un golpe militar clásico. «El once de abril, fue montado un golpe, ni siquiera un golpe militar en verdad, sólo que interviene un sector de la alta cúpula militar. No el golpe militar clásico no, no hubo aquí afortunadamente un Pinochet y unos pilotos bombardeando el Palacio y unos tanques disparándole al pueblo», dijo, cita el portal TodosChávez.
Ese día reveló que un general le contó lo que él había vivido el 11 de abril de 2002. «Esta mañana conversaba yo con un buen amigo general y me trajo este documento que yo no conocía y me dice una secuencia de lo que el vivió ese día. _Punto 34 dice: «Fui a la sede de la Inspectora General de la Fuerza Armada y me conseguí en la entrada cuando iba saliendo al Cardenal Ignacio Velasco, Su Eminencia, quien me informó que tenia una importante misión que cumplir, el Cardenal estaba acompañado del coronel Julio Rodríguez Salas y el general José Esteban Godoy Peña, quien manifestó que representaba a los derechos humanos, iban acompañados de reporteros gráficos con equipos de televisión».
Dice que el oficial agregó: ‘Me dirigí al Cardenal diciéndole lo siguiente; primero, que venia de hablar con el pueblo reunido en la alcabala número tres donde había no menos de trescientas mil personas, quienes reclamaban la presencia del señor Presidente Hugo Chávez y estaban dando un ultimátum, sino ingresarían al fuerte y buscarían a los culpables’. Trescientas mil personas calcula este militar, él había salido a la alcabala y como pudo se subió a un sitio con un megáfono y les pido calma, el pueblo estaba allí presionando y le dijeron a ese general. ‘Bueno le damos un ultimátum o aparece el Presidente o entramos al Fuerte’. Segundo: Que los ofíciales subalternos del Ejército se estaban pronunciando desde distintas guarniciones exigiendo el regreso del Presidente y la renuncia de Pedro Carmona.
El secuestro y los curas
Durante el golpe de Estado de abril de 2002, el líder de la Revolución Bolivariana estuvo secuestrado el 12 de abril en la noche, primero a la base naval de Turiamo y luego a la isla de La Orchila. Hasta allí fue el entonces Cardenal José Ignacio Velasco, involucrado en el golpe a pedirle que renunciara. Sobre ello se refiere Chávez en la rueda de prensa, el 11 de abril de 2003.
Velasco estaba acompañado del coronel, Julio Rodríguez Salas, y el general, José Esteban Godoy Peña. «Esta gente iba para La Orchila y ciertamente querían llevar reporteros sólo que yo prisionero me negué. Si vienen con la prensa no los atiendo, que vengan los tres solos si quieren venir sino yo no los atiendo, ya yo estaba en La Orchila y cuál era la misión importante que Su Eminencia iba a cumplir, lograr que Chávez firmará la renuncia en el nombre de Dios. Yo le dije allá, le dije en el nombre de Dios llévesela porque no la voy a firmar. Para evitarle males a Venezuela me dijo Su Eminencia. «Evítale males a Venezuela Chávez, firma la renuncia y te vas». ¿A dónde me voy?. _» A donde tú quieras». Sólo que le dije que no por supuesto, pero cuando iban saliendo ya en la noche ellos entonces fracasaron en su misión y yo le dije no, sólo le pido Cardenal usted que es el jefe de esta comisión, dígale allá a los jefes allá del golpe que yo como estoy preso no quiero estar aquí, que me manden a una celda, porque esta es una casa es la Casa Presidencial que está en La Orchila, no quiero estar aquí le dije, además me asaltaban muchos recuerdos de los niños y esas cosas y el mar, yo quiero estar en una celda le dije, yo estoy preso».
Agregó: «Entonces él va saliendo y bueno se despiden nos vamos «que Dios te bendiga» -me dice-Y al ratico regresa y venían pálidos los tres yo le dije ¿qué les paso, se van a quedar esta noche aquí con migo?. Bienvenidos a mi celda casa y me dicen «no, no es que la avión que nos trajo se fue». ¿Cómo que se fue, despego?. Claro porque el avión estaba en tierra esperándolos y había otro avión que me iba a llevar del país supuestamente, sólo que ya los muchachos de la Armada, de la Marina de allá. Hay una base naval allá_ yo conozco a los muchachos porque he ido varias veces a La Orchila, una semana antes había estado con Marisabel y los niños en Semana Santa, que fue unas semanas antes del golpe y entonces los muchachos ya tenían un plan para evitar que me sacaran en ese avión privado que estaba ahí, yo le pregunto a Cardenal, _¿el avión se fue?. ¿ Pero por qué se fue?. _Parece que viene el general Baduel con los paracaidistas. _Y en efecto estaban llegando los paracaidistas en helicópteros, algunos helicópteros», cita TodoChávez.
Bahía de Turiamo sería el sitio de mi muerte
En su intervención de aquel 11 de abril de 2003, Chávez se refirió a las declaraciones que un año antes ofreció el entonces vicealmirante y hoy prófugo de la justicia, Héctor Ramírez Pérez, quien anunció muertes de civiles antes de que ocurrieran. También mencionó como el entonces periodista de CNN, Otto Neusdaldt, relató como los militares involucrados en el golpe construyeron esa fake news.
En julio de 2002, el periodista, –al intervenir en un foro de la Universidad Bicentenaria de Aragua para narrar su vivencia durante los sucesos acaecidos tres meses antes-, contó que la actuación del marino el 11 de abril se enmarcaba en un video grabado antes de que se produjeran las muertes que allí anunciaba y desconociendo la autoridad del presidente constitucional Hugo Chávez como lo refleja el libro, Abril Golpe adentro, del periodista Ernesto Villegas Poljak.
Sobre ello Chávez dice: «No olvidemos aquellas declaraciones de un joven que trabajaba para una cadena de televisión mundial Otto Neustald, quien manifiesta fue testigo de excepción de cómo se montó aquella gran farsa para echarle a Chávez los muertos y justificar con ello no sólo el golpe la muerte de Chávez porque Chávez tenia que morir. Chávez tenia que morir sólo que Dios digo yo en primer lugar y luego la acción de los militares que se movieron rápido y la acción popular presionando me salvaron la vida, pero yo estaba condenado a muerte la noche del 12 de abril, no debía amanecer vivo el 13 y me llevaron al sitio incluso a la Bahía de Turiamo donde iba a morir, ese era mi sitio de muerte la Bahía de Turiamo».
Agrega: «Otto dice, que a él lo invitan a una reunión el 11 a ésta hora –mediodía- venia la marcha no había habido ni un sólo disparo todavía, ni un sólo herido y sin embargo ya había un grupo de militares en un sitio aquí en Caracas esperando una microondas que algún canal de televisión iba a enviar para que salieran en vivo, al país desconociendo el gobierno y cosas de esas que ocurren no llegaba la microondas y este joven creo que no es periodista, sino que trabaja ahí en esa cadena, dice que a él se le ocurre viendo la situación decirle a los militares _Bueno pero por qué ustedes no ensayan lo que van a decirle al país, para que salgan bien y los militares aceptaron. Bueno buena idea vamos a ensayar y se colocan allí y él grabando con una cámara y los militares dos horas antes más o menos de que sonara el primer disparo -es impresionante como tenían planificado los muertos- están practicando y anunciando los muertos y dice: «el Presidente desconocemos la autoridad del señor Hugo Chávez Frías ha traicionado el pueblo, está masacrando el pueblo con francotiradores». Sabían que había francotiradores- «en este momento van seis muertos» -ya tenían los números- «van seis muertos y decenas de heridos» _Y valga la pena hoy recordar esa gente que murió, la mayoría de ellos aquí mismo frente a Palacio, es decir defensores del gobierno, otros engañados que venían creyendo que la marcha era pacifica de verdad, los utilizaron como carne de cañón y los mandaron a una carnicería, a todos venezolanos los recordamos y nos duelen esos muertos y heridos, muchos heridos, hoy es un día de luto para Venezuela y para muchas familias venezolanas. Pues bien, en base a ese plan macabro, conspiración mortal fríamente calculado fue que se dio el golpe de Estado».
Soldados contra Carmona
Chávez relató que el 12 de abril, los soldados de Palacio se negaron a rendirle honores al dictaror Pedro Carmona Estanga, «y dijeron, no, ese no es el presidente, ¿quien es ese viejito? decían los soldados, si, así me decían los soldados se negaron, los muchachitos de tropas, vé pero qué conciencia a la hora de que llegó Carmona, no que hay que rendirle honores al presidente y llegaron los soldados ¿quién es ese? ¿Dónde está Chávez? Y entonces fueron a guardar sus cornetas y sus tambores y dijo uno de ellos bueno chico se llevaron a Chávez. _»Se llevaron a Chávez y nosotros estamos aquí para cuidar a Chávez, vamos a buscar los fusiles» y se fueron a buscar los fusiles y casi, casi el mundo presencia en vivo una acción militar en este salón, porque los muchachos tenían rodeado esto y pensaban secuestrarlos aquí a Carmona y su gente, tomarlos por rehenes, sólo que los oficiales más maduros con más calma le dijeron: «cálmense, tranquilos vamos a hacer un plan más integral» empezaron a comunicarse con los paracaidistas, con la marina y entonces el plan militar se fue conformando (…) En veinticuatro horas prácticamente fue barrida aquella nefasta tiranía».
Nada que celebrar
El 11 de abril de 2004, a dos años del golpe de Estado, dejó muy claro que en esa fecha no hay nada que celebrar.
«No tenemos nada que celebrar, sólo que lamentar las muertes de aquel día, el terror de aquel día, las grandes mentiras de aquel día, el uso de los medios de comunicación para el golpe y el terrorismo y para el fascismo (…)», manifestó en el Aló Presidente número 188, celebrado en Fuerte Mara, estado Zulia.
Ese día conversó con familiares de las víctimas del 11 de abril, a través de un contacto satelital. Entre ellas la mandre del fotografo Jorge Tortoza, quien fue asesinado por los golpistas, por la Policía Metropolitana al mando del alcalde, Alfredo Peña.
En esa oportunidad se refirió a la entrevista que le hicieron al entonces ministro de la Defensa, General Luis García Carneiro en el diario Últimas Noticias, sobre su participación en las acciones para rescatar al Comandante Eterno de las garras de los golpistas.
«García Carneiro dice: Ordené retomar Miraflores. Si hay otro 11 de abril habrá otro 13 de abril», pues, es lo que dice García Carneiro hoy contando y recordando. Esta foto es histórica, vean, García Carneiro encaramado como decimos los llaneros, con un grupo de oficiales patriotas, allá en el Fuerte Tiuna con un megáfono hablándole a la gente. Me imagino que casi ni te oían. Esos megáfonos yo los conozco, no tienen mucha fuerza de difusión pero con la garganta de soldado y con un tanque de guerra. Vean esa foto, soldados patriotas. Eso fue el 13 de abril, el día del rescate de la democracia, el día que sí hay que celebrarlo y como lo dice el Ministro de la Defensa, yo también lo repito, si algún día a alguien se le ocurriera lanzar un 11 de abril. Es más, yo digo que no habría 13 sino 12, porque no esperaríamos tiempo, no habría 13 habría un 13 pero el 12, inmediatamente», describió, cita el portal TodoChávez.
También mencionó que el 11 de abril ya está en la historia pues, ese día la oligarquía fue contra un país, contra la democracia, «apoyados desde allá, desde las esferas del gobierno de Washington por los llamados ‘Halcones’. Se llevaron una gran sorpresa, chocaron con el pueblo venezolano; chocaron contra la dignidad venezolana, montaron una gran cantidad de mentiras pero sobre todo cuatro grandes mentiras, pero más allá de las cuatro grandes mentiras surgió una gran verdad, la verdad de un pueblo, la verdad del honor de Venezuela, 11 de abril, día triste y trágico para la historia, golpe de estado fascista y oligárquico, sangre y terror desatado por la oligarquía, por los medios de comunicación, por el poder del dinero, derrocamiento de un gobierno constitucional, día para la historia trágica de Venezuela y del Continente».
«Pasarían o pudieran pasar 500 años, nunca olvidaríamos cada detalle, cada sentimiento, cada dolor de aquellos días, hace dos años, hace 2 años. Yo dentro de todo esto agradezco a Dios que con todo el dolor y los muertos no sólo del 11 de abril sino del día siguiente, instalada la dictadura, más de 40 muertos y una represión bestial desatada y todo lo que ocurrió más allá de eso creo que Dios nos dio el camino, porque ha podido ocurrir algo mucho pero mucho más trágico ¿saben?», agregó más adelante.
Frenar la conspiración
Aquel 11 de abril de 2004, Chávez llamó al cuerpo castrense a revisar y frenar cualquier intento de conspiración. El Mundo, dice, el golpe a Chávez estaba escrito en el cielo. Casa Blanca: ¿qué pasó, qué pasó? Las verdades de Miguel. Todo esto venía cocinándose, vale, cocinándose. Yo por eso le pido a ustedes, oficiales que tienen el mando militar, que no nos descuidemos un segundo porque antes del 11 de abril había muchos rumores y había informaciones, pero nunca pudimos, no hubo capacidad para actuar y frenar la conspiración, los cuerpos de inteligencia, cualquier indicio (…) cualquier indicio debe ser revisado inmediatamente, cualquier indicio que pudiera haber en cualquier parte».
«Aquí está, por ejemplo, la conversación aquella de Carlos Andrés Pérez con Carlos Ortega ¿no? Que fue publicada en aquellos días de enero donde le dice Carlos Andrés Pérez, ahora te toca, tú vas a ser el protagonista de esta etapa, ahora desde luego, no sé qué más. Y más adelante le dice, le dice Carlos Andrés Pérez: «Yo creo que eso es lo que hay que hacer tú actuaste con mucha sensatez y con mucha serenidad, no pierdas el contacto con Pedro Carmona…» Le dice Carlos Andrés Pérez, ya venía todo preparado, ya venía todo preparado. CTV paro nacional, paro 48 horas», agregó.
También leyó el titular publicada por El Nacional el 11 de abril de 2002, donde evidenciaba su participación en el golpe de Estado. «El 11 ellos publicaron este titular, el 11 en la mañana amaneció el periódico: «La batalla final será en Miraflores…» Ya ellos conocían el plan (…) ¡Ah! Y aquí está, mira, el Teodoro Petkoff, y su combo, vean como tituló aquí: «Chao, Hugo…’».
«Zamuro negro»
Aquel 11 de abril de 2004, volvió a referirse a la participación del cardenal Ignacio Velasco en el golpe de Estado, y a la firma de este en el decreto de Carmona Estanga el 12 de abril de 2002, donde se abolían los poderes públicos y la Constitución de la República.
«Creo que no hay ningún caso de un Cardenal que haya salido a firmar a nombre de la Iglesia sin consultarle a nadie, e incluso déjenme decirle algo, tengo pruebas de que en la casa del Cardenal se reunían los conspiradores ¿y saben cómo le decían al Cardenal Velasco algunos de los conspiradores? Zamuro negro, vamos para la casa de Zamuro Negro, era la casa del Cardenal Velasco, o sea, que este hombre, que en paz descanse, estaba más implicado de lo que yo mismo llegué a pensar en esos días; ahora es que van saliendo cosas ¿no? Y gente que ya habla con más libertad. Y se reunían en la casa del Cardenal, le decían «Zamuro Negro» al Cardenal Velasco. Pues salió de primerito, salió de primerito, y ningún Obispo salió a pronunciarse, porque si yo soy Obispo y llega alguien a firmar, yo por lo menos hubiera salvado mi ¿verdad? Con coraje, así como hicieron los Generales patriotas (…) Cuando un Cardenal firma un acta como esta, cuando un farsante como lo es el presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, mayor farsante que ese no hay, vestido de cura en toda América Latina y cuidado si en el mundo, un adeco con sotana es lo que es, y todo los Obispos callan. Bueno, están pecando por silencio, porque Mario Moronta aunque sea por algo debería decir algo. El que calla otorga monseñor Moronta ¿sabe? Dice el pueblo en las calles: el que calla otorga», expresó, cita TodoChávez.
Ese día también leyó la lista de varios de los firmantes del Decreto de Carmona: «Asdrúbal Pulido Salvatierra, Pedro Enrique Piñate, Vladimir Castellano, Américo Martín, Germán Barreto, José Rafael Berroterán, Aquiles José Rojas Salazar, José Castro, Hugo Rodríguez Rauseo, Luis Contreras Laguado, Laura Rivero, Alexis Rodríguez, Nelson Albornoz, Alicia Sepúlveda, Jesús Nicolás Montes, Michael Biondi, Oscar Francisco Mora Andara, Pedro Mantellini, J. R. Chacón Mogollón, Miguel Antonio Hernández. Estos eran los que estaban en el Palacio, que salieron corriendo por la puerta de atrás cuando el pueblo tomó aquello y los militares de la Patria retomaron el Palacio». «Aquí están los que estaban ahí: María Corina Machado, aquí está la de Súmate, la de Súmate, réstate, réstate, aquí está, mire, aquí están toditos, eso hay que leerlo con calma para verlo, Guillermo Alcalá Parada. Gloria Pacífico de Bustillos, Thaís de Guips, Andrés González Herrera, Juan Pablo Borregales, Guillermo Velutini, Guillermo Velutini, José Gregorio Vásquez, Néstor González González, Félix Aranguren, Sergio Omar Calderón», agregó.
«El muerto de aquél día tenía nombre: Hugo Chávez Frías«
El 11 de abril de 2007 al cumplirse cinco años del intento de golpe de Estado, Chávez hizo un recuento de lo que tuvo que vivir en el 2002 y de las preocupaciones que sintió por el pueblo. Unas angustias que se incrementaron cuando los golpistas se fueron contra la población en Puente Llaguno, Caracas.
Desde el Despacho principal de Palacio de Miraflores, narró: «Por esa puerta me tocó a mi también salir, creía que rumbo a la muerte —lo confieso— porque después de la masacre del Puente Llaguno, después de la masacre de aquella tarde, yo me sentía pues impotente de detener aquello en verdad. El Alto Mando Militar, los que se mantuvieron leales, sin embargo no tenían poder para mover la Fuerza Armada, recordemos la Policía Metropolitana (PM) utilizada por los golpistas, algunas unidades leales se fueron replegando, fueron replegando; y entonces aquí como me decía José Vicente Rangel hace unos minutos, nos atrincheramos, un grupo de nosotros y afuera en el patio iba llegando gente aquella media noche; y gritos allá en la calle. Y un momento que le pedí a todos que me dejaran en soledad, ya era el filo de la media noche, algunos no querían dejarme solo, tenían temores a una decisión contra mi propia vida; les dije: ‘No tengo vocación de suicida ¡no! solo quiero reflexionar unos minutos’», cita el portal TodoChávez.
«Y me dejaron en soledad, aunque yo sé que se asomaban por allá, por entre los resquicios de la puerta. Y entonces en soledad, recordando las cosas de los caminos transitados, dije: «Heme aquí, delante de otra encrucijada de la vida, que pudiera ser la última», porque yo sabía que la jauría venía por mi (…) Así que, decidí pues, decidí pues ir al Fuerte Tiuna, allá donde estaba la cueva de los golpistas, la cueva imperial donde vino a anidarse el imperio norteamericano, la élite política vieja, la élite económica y parte de la élite militar comprometida con el pasado. Yo preferí ir allá, a esperar aquí que continuara la masacre al amanecer, y sabía que al irme allá comenzaba a caminar allí en las fronteras entre la vida y la muerte. Pero como dice Chateaubriand, también estoy consciente que yo soy uno de esos hombres fronterizos que estamos transitando fronteras de lo pasado, a lo futuro, de la oscuridad a la luz», describió.
En su sentida intervención, y como hacía cada 11 de abril recordó a los mártires, a los que dieron su vida por él, por la Revolución Bolivariana.
«Yo sabía que la jauría venía por mi, como lo dije hace varias horas en Puente Llaguno esta noche, en esa oración ecuménica y con esas canciones de vida con las que honrábamos a los mártires del Puente Llaguno y a los mártires de aquél día; los que dieron su vida, su sangre, su vida defendiendo la Revolución, defendiendo este Palacio, defendiéndome a mí con su pecho desnudo; sin armas de ningún tipo y fueron masacrados allí. Ellos dieron su vida por mí, y de allí que, lo repito, yo siento que los llevo aquí dentro a los mártires, porque el muerto de aquél día tenía nombre: Hugo Chávez Frías. Ellos le cambiaron el nombre, los mártires. De eso créanme que yo tengo la más profunda y clara conciencia, a veces incluso he dicho, que estoy viviendo una ñapa y que esa ñapa, sea la longitud que tenga, o sea el tiempo que tenga, yo la dedicaré por entero al pueblo venezolano, al pueblo heroico de Venezuela para continuar levantando esta patria, la de Bolívar, la de todos nosotros», manifestó.
Tributo al pueblo
Aquel 11 de abril de 2007 rindió tributo al pueblo por su valentía. «Quiero desde aquí, esta noche a las 9:10 minutos y un poco más, de esta noche del 11 de abril, a los cinco años de aquél día de golpe de Estado, de agresión imperialista, de resistencia popular, día de mártires y de martirio; rendir tributo delante de Dios, delante de la imagen de Cristo, de Bolívar y delante de todos ustedes; al pueblo heroico de Venezuela, a su coraje, a su pasión, a su amor, a los soldados heroicos de la patria que demostraron junto al pueblo, de que pasta estamos hechos los patriotas venezolanos; que le dimos aquél día, a partir de aquél día y las horas del 12 y las horas del 13 de abril una lección inolvidable al imperio norteamericano; a las élites que dominaron al país durante cuánto tiempo, que aquí gobernaron durante décadas, durante un siglo y más y que nunca aceptaron la decisión de las mayorías populares de traerme aquí limpiamente y en democracia; y que nunca lo han aceptado y nunca lo aceptarán. Pero bueno es recordarles, como dice la canción popular, como dice la consigna popular, para aquellos sobre todo que siguen acariciando la idea, de que a Chávez hay que sacarlo, si no podemos sacarlo —dicen algunos— por elecciones, ni por referéndum, pues habrá que matarlo o habrá que sacarlo con un golpe de Estado, desestabilizando el país y continúan acariciando esa idea, o esas ideas; quiero recordarles: Todo 11 tendrá su 13», agradeció y advirtió.
«Cinco años después, podremos decir que las muertes de aquél día 11 de abril, que los sufrimientos de los tantos heridos y tantas familias heridas y enlutadas, de tantas lágrimas de ustedes, de tanta sangre, de tanto dolor y de tanta angustia no fueron en vano; valió la pena resistir, llorar, sangrar incluso; cargar nuestra cruz que es la misma cruz de Cristo, la cruz de la libertad, de la lucha por la libertad, por la justicia, por la igualdad. Rindo tributo pues a aquellas horas, rindo tributo a estos espacios, a los recuerdos que en estos cuatro rincones flotan y ratifico mi compromiso jurado con Cristo y por Cristo, con Bolívar y por Bolívar, con ustedes y por ustedes. Ustedes me demostraron que todo ha valido la pena, y por ustedes, por el pueblo todo valdrá la pena», agregó.
La bendición de la madre
Aquel 11 de abril de 2007, Chávez relató como le tocó despedirse de su madre, doña Elena Frías de Chávez en medio del golpe.
«Salí por esa puerta sí, recuerdo a mi madre que estaba aquí dándome lecciones de coraje una vez más, como tantas que me ha dado a lo largo de estos más de medio siglo, a Elena, estaba aquí y su bendición, y su coraje y su fuerza, y sus lágrimas por supuesto también. Pero recuerdo que me dijo Elena, parada ahí delante de algunos traidores que estaban aquí, dijo: ‘Tu pueblo te acompañará siempre, nunca te abandonará’», dijo.
Relató que ese día también se despidió del entonces ministro de la Defensa, José Vicente Rangel y de su hermano Adán Chávez. «Y José Vicente Rangel, y aquella expresión dispuesto él a inmolarse aquí, a resistir aquí, y Willian Lara, y Adán mi hermano que estaba de cumpleaños como hoy (…) Recuerdo que ahí en la puerta saliendo, le di un abrazo a Adán, y le dije: ‘El año que viene será mejor’».
Más adelante ese día intervino doña Elena y narró: «Yo recuerdo que entré porque estaba desesperada. Porque había una endijita en la puerta, alguien salió y dejó entreabierta la puerta, entonces una señora que estaba ahí me vía desesperada, me dijo: Vaya doña Elena ahorita que la puerta esta entreabierta».
Agrega Chávez que ya era de madrugada. Entonces dice su madre: «Si en la madrugada (…) No mi amor yo ni tengo sueño, ni estoy cansada, yo estoy aquí con usted y para hacer lo que usted quiera, entonces usted me abrazó y me dijo: ¡Ay! vieja cuánto te he echo sufrir -yo le dije- no mi amor el sufrimiento que me has dado es así y el orgullo y la felicidad que me has dado es muy inmenso y grande, te dije también, no se preocupe mi amor que sus padres y sus hermanos están con usted en las buenas y en las malas y afuera está un pueblo que está con usted ahorita y siempre y lo dije sin botar una lagrima, porque parece que el poder de Dios me dio esa fortaleza. Pero eso si hijo, cuando te abracé, te eché la bendición y te di la espalda me solté en lagrimas que me pegó un frío nervioso que no podía ni tomarme un té que me tenían caliente ahí, pero tuve el valor de decirte que estaba contigo ¡ah! y que yo me iba contigo, porque tú me dijiste: no mamá yo me voy, entonces yo te dije: yo me voy contigo hijo; por eso fue que me guinde a la puerta del carro cuando te tenían adentro porque yo quería irme contigo».
«Elena Frías, Elena, Elena, ejemplo de coraje siempre ha sido y nunca voy a olvidar ese ejemplo y la mano, yo recuerdo el brazo de Elena, ya yo en el carro y ella estiraba la mano y parecía que la mano se estiraba hasta lo imposible, era un brazo de 5 metros que decía ¡llévenme me voy con él!», complementa Chávez.
Dice doña Elena de nuevo: «Porque él me dijo que nos íbamos juntos y me decía el hombre ese: no usted no se puede ir. Gracias a Dios que mi hijo Adán de lejos me vio o alguien le dijo, tú mamá esta guindada del carro, entonces mi hijo Adán corrió ¡vieja quítate de ahí tú no te puede ir! Él me quitó de ahí, yo no te podía alcanzar amor mío, pero gracias a Dios estamos juntos y te alcanzó y te seguiré alcanzando toda la vida».
La inteligencia estaba infiltrada
Cuando se cumplieron cinco (5) años del golpe de Estado, Chávez indicó que en 2002, los cuerpos de inteligencia estaban penetrados por los enemigos.
«Yo recuerdo que la Semana Santa fue unos días antes del 11 de abril, más o menos como ahora, y unos días después de Semana Santa, y poco antes del 11 de abril yo le preguntaba en reunión aquí a los jefes de inteligencia, cuáles son los indicadores, cuáles son las actividades recientes, las hipótesis, no hay novedad, la respuesta era todo está bajo control. No tuvimos capacidad, claro, eso tiene sus explicaciones, los cuerpos de inteligencia estaban penetrados profundamente, y algunos de ellos en manos del adversario, o infiltrados de forma tal que eran neutralizados, pero no debemos subestimar al adversario; el diablo no duerme, decía mi abuela, hay que recordarlo, y el enemigo, nuestro enemigo que sabemos cuál es: el imperio norteamericano, ese es el enemigo, no descansa ni descansará para tratar de detener la Revolución Bolivariana», recordó, aquel 11 de abril de 2007.
Agregó en ese sentido: «Los cuerpos de inteligencia, a estas alturas, han pasado ocho años, o digamos cinco, si queremos contar a partir de abril de 2002 cuando la Revolución entró en una nueva fase, porque uno de los grandes errores que cometimos en aquella primera etapa y que fue una de las causas del 11 de abril, es o fue, aquella vana ilusión de lograr el respeto o al menos el reconocimiento de estos sectores que aquí gobernaron durante décadas arrodillados al imperio, o incluso, de lograr el reconocimiento del mismísimo imperio; eso fue un gravísimo error. Nunca el imperio nos reconocerá, no perdamos el tiempo en eso, por eso digo hoy: «es el enemigo», es el enemigo. Pero el imperio entonces, nos tenía penetrados y jugaba, jugaba con ese discurso, con esa doble cara, o la oligarquía criolla que también ofrecía caminos de entendimiento, no lo hay, nunca nos aceptarán, nunca. Podrán decirlo y darse golpes de pecho, pero es mentira, nunca nos aceptarán. Si alguno de nosotros continúa en ese error, salga de ese error».
Siguió insistiendo: «Nunca la oligarquía venezolana, nunca el imperio norteamericano nos aceptará, siempre estarán fraguando maniobras para tratar de sacarnos de aquí, a menos que nosotros cambiemos y nos entreguemos a ellos; pero eso aquí no está previsto. Aquí decimos: ¡Patria, socialismo o muerte! Y cuando yo acuño esa frase, es llamando a todos a profundizar la conciencia, la fortaleza y a que nos ubiquemos con mayor claridad en el tablero, como dice siempre mi General, el tablero. O somos, o no somos, la Biblia lo dice: «No podrás servir a dos amos al mismo tiempo», «No podrás estar bien con Dios y con el Diablo al mismo tiempo», o tu estás bien con Dios o estás bien con el Diablo, escoge, nosotros hemos escogido’».
Aquel día Chávez también se refirió a la impunidad que seguía latente sobre el golpe de abril de 2002. Entre ellos mencionó la decisión del Tribunal Supremo de Justicia, TSJ.
«Y yo tragando arena, tragando arena, cuando el Tribunal Supremo decidió que aquí no hubo golpe pues; que yo estuve custodiado por unos militares preñados de buenas intenciones. Y que no hubo muertos tampoco, no hubo golpe, no hubo muertos, no hubo secuestro, no hubo el silencio mediático y ahí están, ahí están los grandes responsables incluso, atreviéndose a retar al gobierno, retando las instituciones porque se sienten envalentonados; ¿por qué? Por la impunidad. Insisto en lo peligroso de la impunidad, es una grandísima amenaza para nuestra Revolución, para nuestra patria, para nuestra República», manifestó aquel 11 de abril de 2007.
En 2001 EEUU ya había decidido dar el golpe
El 11 de abril de 2007, en cadena nacional de radio y televisión, recordó una conversación que sostuvo el 9 de diciembre de 2001 con José Vicente Rangel, y un tercer personaje. También señaló que además de las Leyes Habilitantes que el Gobierno nacional lanzó ese mismo año, y que fue la excusa de la derecha venezolana para iniciar el golpe de Estado, Estados Unidos tenía otro motivo, y era asegurarse de tener petróleo ante los planes que desarrollaba el imperio gringo contra Irak.
«A mi comenzó a llamarme la atención y luego corroboré, pude corroborar con otras informaciones que ya para esa fecha 10 de diciembre de 2001, la decisión de lanzar el golpe contra nosotros estaba tomada. Leyes habilitantes, si es verdad, pero hay algo mucho más pesado, es que ya habían tomado la decisión de invadir Irak, y Estados Unidos necesitada asegurar la fuente de petróleo más grande que hay en el contienen y ahora sabemos que en mundo Venezuela, antes de ir a la ofensiva en el oriente medio ¿para qué? Bueno para con ello regular los precios del petróleo y ante una eventualidad de complicaciones en el oriente medio tener asegurado el suministro barato y suficiente de petróleo», contó aquel 11 de abril Chávez.
El 9 de abril de 2003 las tropas estadounidenses invadieron Irak bajo el argumento que Sadam Husein, tenía supuestamente armas de destrucción masiva. Hecho que 19 años después, el régimen gringo siguen sin demostrar.
También se refirió al liderazgo que ya comenzaba a tener Venezuela ante la Organización de Países Exportadores de Petróleo, OPEP.
«El liderazgo que Venezuela comenzaba a jugar en la OPEP y la posibilidad real que ya apareció en el horizonte como del resurgimiento de la una OPEP que no valía un centavo cuando llegamos nosotros al gobierno (eso también hay que agregarlo por supuesto al análisis)», describió.
«Luego, la decisión pues de lanzar el golpe contra nosotros, una situación que venían tensándose entre los dos gobiernos, como ya hemos dicho, por estas y otras razones y otras causas se tomó en ese diciembre, los primeros días de diciembre; no estoy yo a punto o no estoy yo en condiciones de afirmar de manera tan exacta como Ramonet lo señala el 21 de noviembre, pero uno pudiera decir incluso que una semana después ó 10 días después, los primeros días de diciembre de 2001 se tomó en la Casa Blanca en el Pentágono la decisión de lanzar el golpe contra Venezuela, y bueno y ese 10 de diciembre fue el primer paro, que fue como un ensayo, como un ensayo, aparentemente ahí no tenían todavía, no tenían, no aparentemente, no tenían todavía estructura el plan, lanzaron como un ensayo, una primera ofensiva», agrega Chávez.
El Comandante Eterno también denunció ese día el papel de la embajada gringa en Venezuela en el golpe de Estado.
«Todo aquél cuento… bueno, de que el país se hundía, etcétera fue parte del trabajo de la embajada de los Estados Unidos, de la misión militar de los Estados Unidos para ir comprometiendo generales, almirantes, oficiales de alta graduación como se comprometieron… yo cuando llegué allá al Fuerte Tiuna, bueno, aquello era un batallón de generales y de almirantes ¡no cabían! No cabían allá en el edificio del ministerio de Defensa. Los que… unos dirigiendo, otros ahí pasivos de brazos cruzados, de brazos cruzados pero afortunadamente en los estratos medios del generalato medio y de los comandos de unidades, de inmediato hubo actitud firme en algunas guarniciones y respuestas rápidas al día siguiente el 12, el 13 que permitieron, bueno, esa fusión cívico-militar, y aquellas jornadas memorables del 13 y el amanecer del 14 de abril», denunció.
También relató como un agregado naval estadounidense admitió que EEUU estaba involucrado en el golpe de Estado, solo que lo hizo ante un oficial patriota que pasó la novedad a su jefe que no estaba involucrado en el golpe, pero que no hizo nada para alertar.
«Mira lo que le dijo un oficial de la misión militar, el agregado naval de Estados Unidos, le dijo, a un general venezolano, González Cárdenas, lo confundió con un golpista pocos días antes y le dijo, con testigos incluso, aquí están las declaraciones del caso, participación de Estados Unidos de Norteamérica en el golpe del 11 de abril, algunos de los documentos que ya el país conoce, ya el país conoce, son documentos públicos por supuesto, entonces aquí el oficial norteamericano, el gringo, le dice al general venezolano confundiéndolo con un golpista, le dijo, hay tres buques y un submarino fondeados en la Guaria, ¿porqué no han contactado, no han hecho el contacto? después le dice incluso que eso cuesta dinero, equipados, aquí está, existen tres naves norteamericanas aquí en las costas venezolanas y un submarino en la Guaira, equipados, eso tiene un costo operacional ¿porqué no los han contactado? el agregado naval, y le dio la tarjetica, la tarjeta la tengo yo guardada por ahí, le dio la tarjetica para que lo llamara, al oficial», contó.
Añadió Chávez: «Si yo me hubiera enterado de eso, por supuesto que hubiera echado de una vez a ese gringo, o hubiera tomado otras acciones pues, pero no, el jefe de ese general, de éste nuestro compatriota general González Cárdenas, ni siquiera me informó, sino que le dijo, bueno vamos a averiguar en la marina a ver si saben algo, imagínate tú, a ver si la marina sabe algo, en vez de más bien montar una operación simulada y decirle si vale, llámalo, pídele una reunión, vamos a grabarlo».
Pensó en irse a la calle con el pueblo
El 11 de abril de 2010, Chávez narró que ocho años antes cuando terminó su intervención pidiendo calma a los provocadores, pensó en salir a las afueras del Palacio a saludar a los manifestantes que llevaban tres días concentrados defendiendo a la Revolución.
«Aquí estoy viendo al general, mayor general Almidien Moreno, en ese entonces él era coronel y era el segundo comandante de la Casa Militar y lo recuerdo con su casco de acero ¡aquí Moreno Acosta! Fue uno de los que a mí me agarró porque yo quería salir allá cuando termina la cadena que me dicen que hay tantos muertos ya. Yo dije me voy pa’ la calle ¡este fue uno, el coronel! Que me agarraron ahí «Usted no va pa’ la calle, lo matan» porque habíamos previsto incluso que yo saliera a dar un saludo a la concentración en la tarima, pues me estaban esperando. Si yo me asomo allá las balas venían era para acá», relató en esa oportunidad en Aló Presidente número 355 celebrado desde el Palacio de Miraflores, Caracas.
«Por eso José Vicente tiene razón. Si no se establece esa línea de defensa del pueblo y aquel grupo de valiente y heroicos soldados pero bastante disminuido porque eran grupos pequeños que tenían además días y días en la batalla esa marcha fascista hubiese asaltado y destrozado este palacio, esta casa pues y a mí me hubiesen sacado seguramente como sacaron aquél ilustre general presidente de Ecuador al que no le respetaron ni los años ya tenía casi 80 años, Eloy Alfaro, lo sacaron de la casa de gobierno, lo amarraron a la cola de un caballo y ese caballo lo arrastró por las calles empedradas de Quito hasta que murió el heroico Eloy Alfaro», añadió.
Una vez más aquel día rindió tributo a los mártires de «Puente Llaguno a ese pueblo sin armas que se vino a poner el pecho a las balas como dice el poema aquel guerrero, poniéndole el pecho a un aguacero de balas».
La Guardia de honor fiel
El 11 de abril de 2010, el Comandante Eterno, Hugo Chávez relató que en 2002, «no hubo un oficial de mi Guardia de Honor, no hubo un soldado de mi Guardia de Honor que se pasara para el enemigo, a pesar de que estaba aquí el enemigo y habían tomado el control» de Miraflores.
En el Aló Presidente número 355, desde el Palacion de Miraflores también narró que: «Por ahí hay unos videos, hasta los mesoneros salieron a buscar fusiles, porque resulta que casi todos ellos son reservistas pues, soldados que se quedan aquí, los jardineros, pues salieron… por ahí hay varios videos de esos que toman las cámaras. Los golpistas ni siquiera apagaron las cámaras, no, aquí todo está grabado. Y de repente yo veo que pasan ¡juas! Un mesonero con un fusil terciado compadre, un fusil terciado. Belem que se nos fue después físicamente, pero anda por aquí el soldado Belem, uno de los muchachos que me traía café, y ese fue Belem, el que oyó cuando Carmona le dijo a un grupo de generales, bueno está bien, mátenlo, mátenlo pero que parezca un accidente, y salió de aquí la orden para liquidarme a mí, esas horas de Fuerte Tiuna y después allá en Turiamo», cita Todo Chávez.
¡Para siempre!! Hugo Chávez F
El 11 de abril de 2010, Chávez recordó como el maestre, Luis Herrera Ramírez, de la Armada, y el cabo Juan Bautista Rodríguez, de la GN, hicieron circular el mensaje que escribió desde la base de Turiamo en donde estaba secuestrado en 2002. «Turiamo, 13 de abril de 2002. A las 14:45 hrs. Al pueblo venezolano… (Y a quien pueda interesar). Yo, Hugo Chávez Frías, venezolano, presidente de la República Bolivariana de Venezuela, declaro: No he renunciado al poder legítimo que el pueblo me dio. ¡¡Para siempre!! Hugo Chávez F«. El texto escrito con bolígrafo rojo, comenzó a circular por fax alrededor de Venezuela y el mundo.
«Estaba comiendo un pescadito, recuerdo, después de haber trotado un rato con los sargentos, y ellos me dijeron, mire, aquí cuando usted dé la orden nos vamos de aquí para Maracay, tenemos ya el camión listo, y fue cuando salió el muchacho aquel que me dijo: «Escríbame algo, que yo me voy a inventar que se acabó el gas, porque yo soy el que compro el gas, me llevo un camioncito y voy para Maracay, para donde usted me diga…» Y fue aquel escrito que yo hice rapidito, y él se lo llevó, y luego salió, no he renunciado», relata.
Contó que en Turiamo, en ese tiempo no había alcance de telefonía celular, ni señal de televisión que se viera bien, era muy borrosa. Agregó que fue la necesidad de conocer lo que estaba pasando en el país que aceptó que los trasladaran de ahí a La Orchila. También relató que un contralmirante que era el jefe de su custodia, es decir, uno de los golpistas, «iba y venía, y por supuesto para nada me decía Presidente».
«Cuando llego a La Orchila, recuerdo que me bajo del helicóptero, y el capitán que estaba allá de jefe de La Orchila, del puesto de La Orchila, nuestro, él me dice calladito: «Mire, le puse un celular debajo de la almohada…» Así que el celular estaba ahí, pero bueno, ellos me tenían muy vigilado, los tres o cuatro oficiales, y así que yo no lo toqué, yo lo dejé ahí como para una reserva para más tarde, pero no lo había tocado, lo vi y lo dejé tapado; ellos me negaban el celular, o un teléfono, yo les dije, mire quiero hablar con mi familia, era para ver si obtenía un teléfono. No, no, que no hay alcance. Está bien. Yo sí sabía que había alcance. Lo cierto es que de repente llega el almirante delante del obispo, y el otro general, y el otro, y el almirante se para firme, y yo sí lo veo y le decía ¿qué le pase a éste, se volvió loco? Se paró firme el golpista», cuenta.
Sigue relatando: «Entonces es cuando me dice: Mire mi Comandante que el ministro de defensa quiere hablar con usted y yo le digo al almirante, no chico yo no quiero hablar con golpistas, no, no tengo nada que hablar con él. Yo pensé que era el almirante el otro Ramírez, Ramírez Pérez, no, no, yo no quiero hablar. Entonces no, no, no ¡no! ese es un golpista».
Señala que el golpista le dice: Es su ministro de defensa el doctor Rangel. «Mira yo salí dispara’o ¿dónde está el teléfono? ¡rrraaasss! Le quité el teléfono José Vicente, mira esa voz de José Vicente, a mí me llegó por allá… en la impresión mía lo… lo que me llegó al alma fue como si en una oscura noche de repente se presentó el sol así ¡guuuaaass! ¡coño! ¡qué sensación! ¿qué pasó? Que ya tenemos preso a Carmona, que no sé qué más, que hemos tomado el ministerio, que te estamos esperando, que allá van los helicópteros y no sé qué más, hablamos como unos tres minutos ¿qué más me dijiste?».
Sigue Rangel: «Tú me preguntaste ¿qué estas haciendo, dónde estas?», y le respondió al Comandante: «Tengo presos a esos carajos aquí», en referencia a los golpistas.
Ay mis hijos
Aquel 11 de abril de 2010, Chávez también recordó lo angustiado que estaba por sus cuatro hijos en medio del golpe.
«El día 12, María, Rosa y Huguito se fueron por allá, Rosinés se la llevaron Dios mío, pa’ Barquisimeto en un avión que no querían dejarlo despegar los golpistas, y despegaron entre obstáculos, pusieron obstáculos, casi que se estrellan ahí en La Carlota. Y yo en el fondo decía: ¡Ay mis hijos! ¿Dónde están? ¡Ay Dios mío cuida a mis muchachos! Y éstos andaban por allá escondiéndose no sé dónde, y hasta los Disip que eran custodio se los dejaron solos, llegaron unos sargentos y los cuidaron, se los llevaron, unos oficiales», rememoró en esa oportunidad. Agregó que fue el 12 de abril cerca del mediodía cuando pudo hablar con María Gabriela.
Mercenarios lo buscaban
Sobre su detención el 12 de abril de 2002 en la Policia Militar en Fuerte Tiuna, Caracas, contó que mercenarios intentaron llevárselo.
«Yo estaba seguro incluso el 12 de abril después que hablé con María ya yo estaba ahí buscando información, ya lo oficiales jóvenes se acercaban ¿usted renunció? Me dijo un capitán, no capitán ni renuncié ni voy a renunciar, sólo que usted, ustedes tienen preso al presidenta más nada, entonces el capitán se me paró firme ¿qué hago? Quédese tranquilo, él estaba sentado ahí cuidándome pues en la puerta de un cuarto, busque información, búsqueme un celular y él empezó a cumplir mis órdenes pues, yo no renuncio ni he renunciado capitán, entonces bueno e infórmele, es que me están llamando están preguntando los oficiales si usted renunció, si es verdad que usted renunció, dígales que no estoy aquí. Entonces ahí fue cuando llegaron unos mercenarios civiles con armas de guerra y esos capitanes y tenientes ahí se negaron a entregarme a los mercenarios, hubo una discusión muy fuerte allá afuera, yo estaba en un cuartico. Hablo con María, con Rosa, les doy algunas instrucciones», indicó.
Francotiradores y entrenamiento en centroamerica
Al conmemorarse 10 años del golpe de Estado de abril de 2002, el Comandante Eterno, Hugo Chávez, relató en cadena nacional de radio y televisión que «en diciembre del 2001 o 1 de enero, creo que fue el 1 de enero, llegó una información de un país centroamericano, de un grupo de terroristas que estaban siendo entrenados para venir a Venezuela, bueno a hacer lo que hicieron estos francotiradores, nosotros hicimos coordinadores pero no logramos detectar la amenaza pues; y sin duda que, la información era cierta, era cierta».
En una alocución donde estuvo acompañado por los dirigentes revolucionarios: Diosdado Cabello, Elías Jaua, Iris Varela, Adán Chávez; el entonces canciller de la República, Nicolás Maduro; exministro de la Defensa, José Vicente Rangel y el general Jacinto Pérez Arcay, entre otros, dijo: «Solo que uno de los que estaba siendo entrenado, cuando se enteró de que la misión era venir a Venezuela a matar gente y a matar a Chávez, él mismo, según informó, después se perdió, desapareció; él no estuvo de acuerdo con esa misión y delató, o dio alguna información, dio alguna información; no toda (…)», cita el portal Todo Chávez.
El crucifijo que lo acompañó
El 11 de abril de 2012, Chávez recordó que el General Jacinto Pérez Arcay, en las horas del golpe le dio un crucifijo, y que 10 años después lo seguía llevando.
«‘Llévate a Cristo’, me dijo, y con él anduve todas esas horas y estaré todas mis horas, el Cristo que me dio Pérez Arcay mi general».
En la madrugada del 14 de abril de 2002, Chávez regresa al Palacio de Miraflores aclamado por el pueblo, que no se movió del Palacio y que lloró y gritó de emoción al verlo. Ese día, a las 4:40 de la madrugada, el Comandante Eterno Hugo Chávez se dirigió en cadena nacional de radio y televisión al pueblo de Venezuela y al mundo. Su mensaje estuvo cargado de agradecimiento hacia el Poder Popular.
Con un cristo en la mano llamó al diálogo a la unidad y el respeto. Aquel 11 de abril de 2012 llamó a la unidad para seguir derrotando a la derecha nacional y a los planes imperiales.
«Pido a Cristo nuestro señor y pido a todos ustedes venezolanos y venezolanas de buena voluntad, patriotas de Venezuela, conciencia, unidad, trabajo, batalla, conciencia, mucho estudio, mucho liderazgo, todos los líderes en todos los niveles, en todos los espacios y sobre todo insisto unidad, unidad, para continuar derrotando todos estos planes a los que se refería José Vicente Rangel (…) insisto, la paz y el desarrollo integral de Venezuela y seguir por el camino del socialismo convirtiendo a Venezuela en una potencia en esta parte del mundo, eso lo vamos hacer con el favor de Dios y la unión de la grana mayoría de venezolanas y venezolanos», expresó.
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