_Carlos Lanz Rodríguez_
Sr Presidente Nicolás Maduro.
I.
Señor presidente, han transcurrido 20 largos meses desde que, de un plumazo, me desaparecieron. Para ser exactos, ocurrió el 08 de agosto del 2020. Desde entonces y hasta el presente la “ausencia física” continuada y prolongada es la prueba material de que en efecto he dejado de ser la finitud corporal: Carlos Lanz Rodríguez. La ‘Ausencia Física’ es la inmanencia inmediata a la situación excepcional de desaparecido. Insisto no desaparecí, he sido desaparecido.
En ese mismo orden reconforta saber que en la conciencia de familiares y compañeros de los una vez fueron “la corriente histórica en lucha” no he pasado a la infinitud. Una corriente en lucha es potencia heroica sin dobleces, por desesperados abortos tácticos.
En cualquier corazón, en cualquier escenario, reclaman por mi desaparición. La pregunta ¿Dónde está Carlos Lanz?, emerge donde usted menos la espera. David Nieves se preguntaba cómo era posible que ocurriera. Pero ocurrió; he sido secuestrado y después desaparecido. Y para afirmarlo no es necesario probar ser un experto en galimatías jurídicas.
Ese fatídico día fue un asalto a mi persona, además de un asalto a la razón política. En mi itinerario como militante cuidé ser la representación de lo que pensaba y escribía. Y en aquella circunstancia no fue una excepción. De regreso testificaré que el miedo estaba de su lado, los observe temblando. Es que primero estará el lugar del militante revolucionario, antes de admitir firmar un certificado como un cómodo huésped de la historia. Nada de lo humano me es extraño, pero en cuanto a los principios ético y morales, he probado ser su digna morada. Ser revolucionario comunista, fue una decisión moral inquebrantable.
Lo ocurrido es de lo más bárbaro, lo más atroz y detestable de las miserias inhumanas. Ahora vuelvo a preguntarme, será que los intrigantes de no tener historia, los pálidos éticos que jamás se probaron en decisiones morales, han considerado que tejerse desde las ideas-fuerza se convirtió en un delito. Sin embargo, vale destacar que en la esperanza de volver a verme hace de uno parte del presente, agradeceré sus esfuerzos por encontrarme. Usted sabrá responder a quienes ante el hecho de la desaparición forzada, han convocado una causa revolucionaria.¡Por ahora, usted en el palacio de gobierno y yo en un otro lugar indeterminado! Recordaré que en una oportunidad el comandante Chávez, en presencia de varios ministros, viéndolo a usted, aseveró: “El pasado no se borra de un día para otro”. En ese sentido y absorto de pensar en su suerte, percibo momentos enigmáticos. El todo deviene al vacío, dejan de cantar los gallos y los árboles viejos dejan de mecerse. Bueno, no nos vamos a acobardar, la hombría de un preso político a la izquierda de los 1970, no tiene lugar en un grano de arena. Aquello fue toda una época y nos esmeramos para ser dignos de ella.
Sigo con el aciago momento de la desaparición. Es notorio el hecho de que posterior a la ausencia física, el silencio inducido se ha convertido en la segunda mitad de la escena. Nadie podrá testificar que he sido tan nombrado como el embajador privilegiado Alex Saab. En América Latina, tras las desapariciones, borrar los rastros históricos del desaparecido es el sacrilegio inmediato y en mi caso no ha sido la excepción. No es exagerado afirmar, en el sentido metafórico, que si los grillos preguntaran donde está Carlos Lanz, habrían corrido la espantosa suerte de ser desaparecidos.
Detrás de mi desaparición era de esperarse a continuación una hipotética actuación de los imperialistas contra el resto de los altos funcionarios del gobierno. Y en ese orden han debido de sonar las alarmas de seguridad. Al contrario, las caras de los ministros, directores de inteligencia, jefes del Partido y diputados se presentaron cuadriculadas, indiferentes arrogantes y envejecidas. Parecían cuadros en blanco y negro colgados entre las líneas de envejecidas de paredes fúnebres.
Para el mes de agosto del 2020 permanecía el gobierno venezolano en alerta ante los disparatados anuncios terroristas de Donald Trump. En ese marco era lógica del sentido común activar las emergencias y dispositivos de rigor. Sin embargo, aquello no ocurrió. En contexto, se presentaba lo siguiente: colas kilométricas por la gasolina; el periplo de los barcos iraníes por los mares debido al cerco imperialista su navegación pilotada por el imponente Magallanes, las declaraciones del Comando Sur y del presidente Trump eran signos de la tensión. Movilizarse de una ciudad a otra era un suplicio, un imposible. El covid alcanzó el carácter de pandemia y en ese orden, se declaró el estado de emergencia. Todos a sus hogares, un casa por cárcel sanitario. Y, usted anunció el aumento internacional del precio de la gasolina y posteriormente lanzó un misil: la moneda norteamericana adquirió nacionalidad. El dólar se convirtió en la primera moneda de circulación. En ese marco de aguas revueltas, llegó sobre mi la bruma calculada. Y en ese orden he sido incorporado a la lista histórica de los desaparecidos. Como antes indicaba, no hubo revuelo, no hubo alarmas. Al contrario, lo más notorio ha sido un tormentoso y sospechoso silencio. Sin embargo, en las cumbres del poder siguen granjeándose sobre la miel, mientras sobre la humanidad de Carlos Lanz, una avalancha de piedras lapidarias, como si nada relevante y sobrevenido marcara la realidad. El hecho no provocó consternación hubo, más bien, una indiferencia arrogante de quien no simula un sollozo, sino un sálvese quien pueda.
Que la desaparición ha debido ser fríamente premeditada es una verdad de perogrullo. Ejecutar una operación de esa naturaleza amerita una extensa dedicación. Pero que a ella, le siguiera la sombra alevosa del silencio gubernamental ha sido de consternación. Fue ésta la actitud de sus ministros, de los Jefe del Partido y de la propia asamblea nacional. ¡Uno debería preguntarse por ese extraño régimen de coincidencia que impide que en la asamblea nacional del 2022, encarne la espiritualidad de un José Vicente Rangel, un valeroso Fabricio Ojeda o el intrépido verbo de Domingo Alberto Rangel! A decir verdad, la sumisión estalinista, se ha tornado indecorosa. Ahora, en lo que respecta a los cuerpos policiales, tienden a ser tan iguales de represivos y militaristas que en el pasado. Irónicamente, en la historia en la que no contamos con diputados decorosos, si se enumeran a ratos similares personajes alquilados y trajeados como bellacos nazis del pasado.
Cada vez que ocurre un hecho de esa naturaleza, y en sobremanera de un alto funcionario del gobierno, los titulares de prensa internacionales dan cuenta del controversial y espantoso momento en que miserables alquilados, siembran el terror sobre un Trotsky. Disculpen, no es mi estilo sobrevalorar cualidades, pero vale decir que devoro libros con la disciplina de Stalin, escribo sobre variados temas como León Trotsky y pienso con la agudeza de un Antonio Gramcsi y, para finalizar, nunca jubilé los reflejos guerrilleros.
En nuestra historia contemporánea, en la década caliente de los 60 del siglo XX, tenemos el horroroso crimen de Alberto Lovera, Antes de que las playas de Higuerote llevarán el cadáver a la orilla y se revelará el abominable asesinato del militante del PCV, los titulares de prensa denunciaron la desaparición, hicieron del país un hervidero, el gobierno de entonces tenía sobrados temores de caer en la brasa caliente de la opinión pública.
Ahora, los enrevesados y contradictorios eventos del 2020 al 2022, han dado lugar a una situación paradójica. El contratista del Estado, el ciudadano colombiano Alex Saab, en su situación de presidiario legal ha sido elevado a funcionario de Estado. Embajador plenipotenciario de la República Bolivariana de Venezuela. Mientras mi caso ha pasado a ser un secreto de guerra. Para el maestro de Achaguas, el campesino de Altagracia y el pescador de puerto de Ocumare del Tuy, Carlos Lanz no es noticia. Se logra ver que la distancia, entre uno y otro caso, es del cielo a la tierra.
Ahora pregunto, si por seguir la enseñanza martiana en el sentido de que “El verdadero hombre no mira de que lado se vive mejor, sino de qué lado está el deber», he sido enviado a esta situación de infinitud, la aceptaría, como el honorable destino de ser una representación del hombre a lo Che Guevara. Entonces existiré con el decoro de quien no se rindió y luce erguido ante la ignominiosa picota de rufianes sumisos conversos del infierno.
Quienes planificaron mi desaparición no podrán alcanzar las virtudes de los hombres de honor. Y si aplicará leerlos desde los círculos de Dante corresponderá situarlos en los últimos círculos del infierno. Un sitio adecuado para las comedias entre farsantes y anillados. Volveré a derramar tinta pensando ‘la política, con los ojos de los que aún no han nacido’. Al final no solicitaré gotas de sangre blanca ante el sudario de la ausencia. Estoy seguro de volver con los míos. Y cuando ya esté en nuestro pequeñito rincón del mundo sabré enaltecerlos.
Hasta la victoria siempre…
Carlos Lanz Rodríguez.
Desde la Desaparición Forzada.
08 de Abril 2022.
Cartas imaginarias desde la Desaparición Forzada.
Luis Alberto Ramírez.
0424 496 56 60
lramirezveliz12@gmail.com.
Venezuela, 08 de abril del 2022.