PorTatuy Televisión Comunistaria31/12/2022
Este 2022 nos dejó muchos datos interesantes sobre el proceder económico del país, desde lo referente a la recuperación productiva hasta los nuevos convenios realizados en áreas estratégicas de la economía. A su vez dejó abierta la incógnita sobre a quién beneficia el crecimiento económico
Recuperación del sector industrial
Según la Confederación Venezolana de Industriales (COINDUSTRIA) en los primeros 9 meses del año, el uso de la capacidad instalada industrial aumentó en casi un 11% pasando de 27.6% en el primer trimestre del año a 38.5% en el tercer trimestre.
De igual forma, 66% de las empresas aumentaron su producción en este año y 63% aumentaron sus ventas. 36% exportaron productos al mercado internacional y casi la totalidad de las empresas aumentaron la remuneración de sus trabajadores en torno a un 31.5%, colocándo el salario en 171$ mensuales.
Sin embargo, casi el 55% de las empresas reconocieron no haber aumentado sus inversiones en el país, y más de 22% advirtieron haberlas disminuido. 68% señalan no haber generado nuevos empleos y 10% indican haber prescindido de parte de sus antiguos trabajadores.
Aunque las remuneraciones para los obreros aumentaron en un 31.5% en el sector, el propio gremio reconoce que sus productos han tenido una subida en sus precios que estaría por encima del 119%. Lo cual señalaría un gran rezago de las remuneraciones en la industria.
Por otra parte, en tres trimestres el número de empresas que importaron productos del extranjero pasaron de 56% a inicios de año, a 63% en septiembre. Esto último explicaría porqué para producir 3000$ millones en exportaciones el sector privado necesita de 5000 $ en inyecciones cambiarias.
Con esto queda en evidencia la recuperación en el sector industrial, pero sigue siendo una recuperación que deja rezagado a los trabajadores. Se produce y se vende mucho más, pero se invierte menos y se genera menos trabajo. Aunado a que las remuneraciones están muy por debajo de los precios del sector.
Dinámica del sector petrolero.
El sector petrolero por su parte termina el año algo debilitado, y severamente afectado por las sanciones. Según el Observatorio Venezolano Antibloqueo, la producción de petróleo venezolano pasó de 755 Miles de Barriles Diarios (MBD) en enero, a 693 MBD en noviembre, esto significa un retroceso de más de 8% en la producción. https://bit.ly/3GrFAvb
Más allá de estas cifras, hasta noviembre habían ingresado al país 3500 $ millones por comercio de crudo, según lo anunció el presidente. Se espera también un aumento progresivo de la producción en los próximos meses gracias al convenio firmado con Chevron el pasado 2 de diciembre. Convenio que aún es confidencial.
Este nuevo convenio con Chevron incluiría, según refirió la vicepresidenta de la república, más de 40 contratos con las empresas mixtas donde participa la trasnacional, aunque todavía se desconoce el volumen de las inversiones y el volumen de producción que dichos contratos contemplan.
De lo que sí hay certeza es que las cifras de producción petrolera quedarán muy lejos de los 2 millones de barriles diarios establecidos como meta para este año. En marzo, el primer mandatario sostuvo “Este año vamos a dos millones de barriles diarios llueva, truene o relampaguee”.
Convenios internacionales
En la misma línea de los convenios discrecionales, tenemos que este año se han firmado decenas de acuerdos comerciales y un sinfín de alianzas estratégicas, cocidas y contabilizamos. Podemos mencionar una decena firmada con Rusia en febrero de este año y 51 convenios firmados con Turquía en junio de este año.
En el mismo orden se puede incluir el documento de cooperación energético firmado con Irán a mediados de año, el cual contempla obligaciones de nuestro país por los próximos 20 años con el país persa. Estos últimos documentos comparten el amparo de los Artículos 37, 38 y 39 de la Ley Antibloqueo.
Política del Banco Central de Venezuela (BCV)
La política del BCV ha seguido este año una práctica ortodoxamente monetarista, basada en un control severo de los agregados monetarios circulantes y una inyección permanente de divisas al mercado cambiario, explicando cualquier cambio en la tasa oficial de cambio a partir del problema de la liquidez monetaria.
Esta política ha generado la inyección de más de 5000 $ millones al mercado cambiaría. Convirtiendo al BCV en prácticamente el único proveedor con el 90% de la oferta de divisas en las mesas de cambio del país.
A pesar de esta política, la variación de Índice Nacional de Precios al Consumidor hasta octubre mostraba un aumento de 83.9%. La variación de la moneda nacional con respecto al dólar ha presentado una depreciación de 277%, pasando de 4.58 bolívares por dólar en enero a 17.27 al 30 de diciembre.
La liquidez monetaria concluye el año por el orden de los 18.858 millones de bolívares, 372.5% más que a inicio de año, aunque la variación es menor a la registrada en 2021 cuando alcanzó 527%, no obstante con una variación en la tasa de cambio no tan holgada con respecto a la de este año marcando 321.6%.
Esto último, a pesar que en 2021 se colocaron poco menos de 1500 $ millones en las mesas de cambio, 3 veces menos que este año, queda claro no hay una linealidad tan real entre liquidez monetaria y tasa de cambio.
Al margen de esto, la vicepresidenta de la república, Delcy Rodríguez, ha anunciado que esta “política antiinflacionaria que permite mantener un equilibrio entre los ingresos y los agregados monetarios circulante” seguirá predominando en el año 2023.
Cierre de año
En esta línea el año concluye con un sueldo establecido para el sector público, de 130 bolívares equivalente a 7.52 $ oficiales. Con una canasta básica alimenticia rondando los 459 $, es decir, más de 60 veces el sueldo de un funcionario público.
Como nos deja ver este resumen, el 2022 nos deja una Venezuela opulenta, la de la recuperación y apertura comercial y una Venezuela sacrificada por dicha recuperación y apertura. Con la clara perspectiva de un escenario similar para el próximo año ¿Aguantaremos?