Por Aymara Higuera
El expresidente de Conindustria señala que «tenemos una economía de unos US$70 mil millones, lo que da para un ingreso per cápita de US$2.800, comparado con US$25 mil en Chile o US$12 mil en Colombia». Indica que esto genera una profunda desigualdad.
Caracas.- El expresidente de la Confederación de Industriales de Venezuela (Conindustria), Juan Pablo Olalquiaga, considera que se han sacrificado los ingresos de los empleados públicos y jubilados, a fin de buscar una estabilidad cambiaria en el país.
«Es que son demasiadas personas para una economía tan pequeña», manifestó el ingeniero por medio de una publicación en la red social Twitter.
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A juicio de Olalquiaga, durante el mes de enero fue posible evidenciar la «fragilidad» de la economía venezolana y aseveró que «los problemas (de la crisis que enfrenta Venezuela) son estructurales».
«Tenemos una economía de unos US$70 mil millones, lo que da para un ingreso per cápita de US$2.800, comparado con US$25 mil en Chile o US$12 mil en Colombia», ilustró, e indicó que esto genera una profunda brecha de desigualdad.
«Hay algunos con ingresos de $100,000 y muchos con solo $10. Para muestra las protestas de los docentes«, sumó.
La economía como prioridad
Olalquiaga considera que para recuperar la economía venezolana se podría recurrir a programas de financiamiento con organismos multilaterales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) o el Banco Mundial (BM).
No obstante, señaló que para lograr acceder a mecanismos de apoyo económico internacionales, Venezuela requiere un gobierno que goce de «legitimidad para ser reconocido por esos entes«, y disposición de poner la economía por encima de los privilegios de los gobernantes. «Venezuela no cuenta con ninguna de las dos», aseguró.
«Aún tenemos talento para recuperar la economía», aseveró el ingeniero industrial, al tiempo que sostuvo que para lograr dicho objetivo es necesario garantizar el rescate del sistema educativo y del sistema judicial.
Bajo este orden de ideas, el avezado del sector industrial expresó que para lograr una recuperación de la economía venezolana, se requiere que aquellos que cuenten con las capacidades de construir y lograr esta tarea, ocupen los cargos de poder gubernamental.
El mes de enero ha demostrado, nuevamente, la fragilidad dela economía venezolana desmontando el mito de que “Venezuela se arregló”. Los problemas son estructurales.