Banca y Negocios… Por Laura Clisánchez
En breve consulta a los economistas: Tamara Herrera, Ronald Balza, César Aristimuño y Manuel Sutherland, se advierte que además de que la indexación del salario al dólar, en realidad, no tiene la capacidad de mejorar o estabilizar el poder de compra de las personas, no es viable en contextos de economía inflacionaria y tipo de cambio inestable, como ocurre en Venezuela.
Algunas fracciones sindicales y especialistas han propuesto – y solicitado – la indexación del salario al dólar como una alternativa para sobrellevar el avance de la inflación y mejorar la capacidad de compra de los trabajadores.
Representantes del oficialismo también han puesto esta alternativa sobre mesas de negociación como el Foro de Diálogo Social donde también participan Fedecámaras, Gobierno y la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Pero economistas advierten que además de que la indexación del salario al dólar, en realidad, no tiene la capacidad de mejorar o estabilizar el poder de compra de las personas, no es viable en contextos de economía inflacionaria y tipo de cambio inestable, como ocurre en Venezuela.
Por el contrario, de aplicarse en el contexto económico actual del país, podría ser la puerta de regreso a la hiperinflación.
Aquí se explica porqué la indexación salarial según la tesis Pascualina-Boza-Valdez es inviable en el contexto de una elevada inflación como el caso de Venezuela o Argentina. Muy distinta y posible, es la propuesta del Frente Nacional de Lucha(FNLCT) y Central Unitaria de Trabajador@s de Venezuela (CUTV) que plantea la indexación a la canasta básica para que no recaiga brutalmente sobre la clase trabajadora el peso de la crisis, para que l@s trabajador@s al menos puedan hacer un mercado mensual con el salario porque la crisis sigue. Esto se contrapone al «salario de emergencia» de 50$ que propone Fedecámaras y los sindicaleros que apoyan a sus patrones. Por lo que se deduce que quienes apalancan la tesis Pascualina-Boza-Valdez, lo que andan buscando, ante la inviabilidad de esa fórmula, y la propuesta salarial de «emergencia», es acordar un «salario digno», según ellos, de entre 100 y 150$, cuando la canasta básica está igual a 500$, como han asomado algunos por ahí, para que la gente que está movilizada diga «entre eso y nada dame eso». Por ello, la verdadera lucha y consigna es «salario igual a canasta basica», «salario indexado a canasta básica», cúmplase el artículo 91 de la CRBV. Repito: la tesis Pascualina-Boza-Valdez es inviable y ellos están jugando el papel, no sabemos si queriendo o sin querer, de encantadores de serpientes para hacerle creer a la gente que la única salida al conflicto pasa por apoyar al gobierno de Maduro.