La alta cúpula del chavismo ya está decidida ir por los comunistas utilizando el Tribunal Supremo, la misma estrategia adoptada en el pasado contra otras formaciones opositoras
12 Feb, 2023
El PCV es un partido de cuadros enfrentado ahora al gobierno de Nicolás Maduro
Uno a uno el régimen venezolano le arrebata, de las manos de los líderes políticos, el control de los partidos que han dirigido. Primero fue con los de Oposición, AD, Copei, VP, PJ, otros, luego siguió con partidos de la revolución bolivariana, PPT, UPV, Tupamaro; el único contra quien no ejecutó medidas extremas fue el Partido Comunista de Venezuela (PCV), por la raíz común con los otros partidos comunistas del mundo. Eso cambió. Cuando Diosdado Cabello desata un ataque puntual, como lo hace con el PCV, es porque en la alta cúpula del Gobierno ya está decidido ir por los comunistas aplicando la misma estrategia anterior, usando al Tribunal Supremo para imponer una directiva afecta al gobierno de Nicolás Maduro.
El Comité Regional del PCV en el estado Miranda, denuncia como una “desesperada maniobra de la cúpula del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) para hacer creer que existe una ficticia división en las filas del PCV y así fabricar una justificación para acometer la inconstitucional y antidemocrática intervención judicial del Partido de la clase obrera venezolana”.
Dicen que Carlos Figueroa, residente en Ocumare del Tuy, se declaró recientemente, en un programa de radio, como “coordinador político” del PCV en Miranda. Llama la atención de los comunistas que lo hiciera en la emisora propiedad del exalcalde César Marcano (PSUV).
Consideran que es un acto de provocación “bajo control del PSUV”, advirtiendo que “nadie se adueña del Partido Comunista de Venezuela y estamos dispuestos a dar la lucha en cualquiera de los escenarios que se presenten”, dijeron por el PCV Miranda, los secretarios: Político, Juan Piedra; de Organización, Argimiro Rivero: Obrero y Sindical, Arturo Morgado; Trabajo Comunitario, María Brito; y Agrario, Francisco Estrada.
En Venezuela, la cada vez más frágil institucionalidad, ha permitido la violación de la Constitución y las leyes, con máscaras de “legalidad”. La dirigencia política tampoco apreció la importancia que para la democracia y la justicia tiene la fortaleza de las instituciones. Ninguno de los partidos de la revolución se pronunció cuando el TSJ allanó a los partidos de oposición, incluso lo vieron con beneplácito. Ni siquiera entre unos partidos de la Oposición hubo solidaridad con los otros que caían. Y así el TSJ fue imponiendo las directivas a cada uno de los partidos. Ya consolidada esa parte de la estrategia, siguieron con los partidos que le habían servido incondicionalmente a la revolución.
En las elecciones para alcaldes, del 10 de diciembre 2017, el chavismo fue dividido; en estados muy importantes como Miranda, tanto el PCV como Patria para Todos (PPT) llevaron candidatos propios; es así como de los 49 candidatos de la revolución en Miranda, 29 fueron del PPT y PCV. Algo similar hizo Tupamaro en los municipios Brión y Zamora.
Para las cuestionadas elecciones presidenciales del 20 de mayo 2018, convocadas por la ilegal de origen Asamblea Constituyente, los partidos con independencia del Gran Polo Patriótico (GPP), fueron convencidos por Jorge Rodríguez Gómez, actual presidente de la Asamblea Nacional, para que acompañaran la candidatura de Nicolás Maduro, con promesas de que habría cambio en la política económica del país y que la dirigencia de dichos partidos sería considerada para la propuesta de políticas pública. Nada se cumplió.
La frustración de los dirigentes de esos partidos de izquierda los llevó a que para las elecciones de diputados a la Asamblea Nacional, el 6 de diciembre 2020, habían constituido la Alternativa Popular Revolucionaria (APR) que aglutina a los partidos PPT, PCV, Izquierda Unida, Tupamaro, Somos Lina, entre otros. El único al que no le habían arrebatado la tarjeta era el PCV, que logró obtener un diputado, Oscar Ramón Figuera González, un dirigente con varias décadas en el PCV.
La historia de los partidos en Venezuela lleva a la conclusión de que ninguno, a excepto del oficialista PSUV, está a salvo, de que sus directivas sean declaradas ilegales por el Tribunal Supremo de Justicia, aunque eso aun no parecen entenderlo chavistas ni opositores.
Contra Figuera
Oscar Figuera del PCV y Diosdado Cabello del PSUV
Diosdado Cabello Rondón es el vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), y ha sido el hombre fuerte del control de la maquinaria electoral, pero no logró mantener la unidad del Gran Polo Patriótico, que hoy solo cuenta con el PSUV y con tarjetas de directivas impuestas por el TSJ.
No es casual la campaña de Cabello contra el Partido Comunista, la cual ha arreciado recientemente y que tiene como objetivo central a Oscar Figuera González. “Las cúpulas que dirigen al PCV están alineados con el discurso de los gringos”, asegura en su embestida contra el partido rojo, mencionando de inmediato que “son aquellos que se opusieron al comandante Chávez históricamente, (manifestando) que Chávez era un peligro para los movimientos populares porque podía convertirse en un caudillo; era lo que decían ellos”.
Cabello ironizó por el comunicado del Partido Comunista de Inglaterra solidarizándose con el PCV y que no dijeron nada “del oro que nos robaron”, a la vez que alentó la convocatoria “de las bases del PCV que se reunen para discutir el futuro de ese partido” en Monagas.
Por otro lado, pero con un mensaje similar, Griseldys Beatriz Herrera Romero, quien es miembro del Consejo Nacional Electoral (CNE) en comisión de servicio como consultora jurídica de la Gobernación de Monagas y esposa de un dirigente regional del PSUV, dijo que la actual dirigencia del PCV ha secuestrado las siglas del partido, colocándolas “del lado incorrecto de la Historia, al lado de nuestros enemigos históricos, enemigos históricos del pueblo, de la patria”.
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Griseldys Beatriz Herrera Romero y Diosdado Cabello coinciden en el discurso
Acusa a Figuera de haber “secuestrado el partido”, a la vez que asegura que “las bases no están de acuerdo con las decisiones y la línea política que actualmente sigue el PCV” y se refiere a las bases de dicho partido aseverando que “no fueron consultadas y se les ha negado la participación”.
Del Partido Comunista de Venezuela, que siempre ha sido un partido de cuadros y no un partido de masas, expresa que es “internacionalmente conocido como de izquierda, por lo que es una aberración ideológica, política e histórica, es una vergüenza verlo ahora del lado contrario, al lado del imperalismo, del fascismo”, dijo asegurando que “hoy se inicia el rescate del PCV”, finalizó diciendo Herrera Romero.
La respuesta
El Comité Regional del PCV de Maturín, Monagas
Si algo caracteriza al Partido Comunista, y los diferencia de muchos otros, es que no parecen dispuestos a entregarse y han desplegado la defensa del status quo de esa organización. Del Comité Regional Jesús Rafael Zambrano, “dirección política colectiva del PCV en el estado Monagas” no se hizo esperar la respuesta, claramente dirigida a los señalamiento de Herrera pero principalmente a Cabello, justificando que se dirigían a la opinio4n pública “ante el Develado Plan de Sectores del PSUV, gobierno nacional, regional y mercenarios políticos a sueldo”, de estos últimos resaltando que salieron públicamente con los símbolos del PCV”.
Enfatizan que así se inicia una nueva fase del plan que pretende el “asalto e intervención del Partido Comunista de Venezuela. Recordaron la Historia de Venezuela y gobernantes como Juan Vicente Gómez, Marcos Pérez Jiménez, Rómulo Betancourt y Raúl Leoni, “como gobiernos anticomunistas que ilegalizaron al PCV, eso sí, sin resquicio alguno de verticalidad y dar la cara por su conducta anti obrera, anticomunista, anti PCV”.
Aseguran que ‘montan monólogos, usan la falacia como método y pagan por el montaje de algo que se parezca a sus opiniones. Tienen todo el poder político institucional, pueden intervenir, pagar mercenarios políticos, pero no podrán borrar sus rostros de la Historia ante el pueblo venezolano, los trabajadores y el Movimiento Obrero y Comunista Internacional, mucho menos vencer al PCV, piedra angular de la democracia y los derechos políticos en Venezuela”.
Recordaron la denuncia que hicieron por el uso de los símbolos del PCV en la marcha del 4F; “en vista de que no han podido doblegar la unidad interna de nuestra organización, se vieron en la penosa necesidad de disfrazar a un grupo de individuos con una indumentaria que simulaba los símbolos del glorioso PCV; los presentaron en la movilización y hasta saludos recibieron por parte de voceros de la cúpula del PSUV”, haciendo alusión a Diosdado Cabello.
Para la marcha del 4F los disfrazaron como militantes del PCV
En el comunicado, la dirigencia comunista de Monagas expresa que “es un hecho y no casualidad que de todos los dirigentes del PSUV en tarima, sólo el primer vice presidente haya visto a 8 personas, 4 banderitas y 1 pancarta (todo recién comprado para la ocasión) con símbolos del PCV”.
Agregaron que esas ocho personas sean del estado Monagas, entidad federal bajo la jefatura de Cabello Rondón. “Es la manera que las opiniones tengan rostros, pues había que pasar de la división y fractura en lo discursivo propagandístico a los mercenarios políticos a sueldo que la concreten. Entre esas 8 personas de la concentración, vestidos para la ocasión, estuvieran firmantes del documento dirigido al primer vicepresidente del PSUV y al gobernador de Monagas, enviada el 28/09/2022: Carlos Fermín, Eduardo Herrera (residenciado en Brasil), su pareja, Bryan Rodríguez y Zoilo Ramón Arosteguí Orozco”.
Mercenarios y expedientes
Calificándolos de “mercenarios políticos a sueldo en su reciente condición de migrantes venezolanos” resaltan que “tres de esas ocho personas son migrantes que regresaron a Venezuela en condiciones contrarias a sus expectativas, incluso más precarias, como Carlos Fermín quien vendió casa y enseres, es decir venezolanos con necesidades, pero menos valientes que la mayoría que vuelve y busca con trabajo el sostenimiento de su hogar, muy distinto a estos mercenarios políticos que se tarifan al mejor postor”.
Las redes del PCV denuncian a varias personas que reclaman las siglas del Partido Comunista
Con dura crítica indican que “si algo tienen en común Carlos Fermín, Eduardo Herrera y Brayan Rodríguez, es que regresaron con deudas, sin casa, con compromisos y pasaron de la rabia anti gobierno a ser nómina como mercenarios políticos a sueldo, triste rol”.
“Funcionarios activos del CNE son parte de estos mercenarios. Carlos Fermín, nómina del CNE en Zamora. Griseldys Herrera, quien además de funcionaria activa del CNE está en comisión de servicios en el Despacho del gobernador, es la coordinadora logística de la actividad mercenaria realizada el sábado 11, en el Luciano Junior, a la que movilizaron militancia del PSUV en buses, al mejor estilo de sus mentores”, agregando que Herrera tiene antecedentes de militancia en Podemos, “nunca en el PCV”.
Resaltan que varios de los ochos señalados “formaron parte del equipo cercano del ex alcalde del unicipio Ezequiel Zamora, Raúl Brazón, hoy director político del PSUV en Monagas: Marco Cova, su asistente, expulsado del PCV por actos inmorales en PCV Zamora, con militancia comprobada en Podemos desde 2017. Zoilo Arosteguí su chofer, militante del PSUV y viejo operador político de ese partido, quien entre más de 600 mil electores, fue quien solicitó la nulidad de la postulación de Carlos Veccio para las elecciones 2015, según Resolución Nro. 15094-271 CNE, también acompañó al hoy director político del PSUV- Chequelo, en la rueda de prensa que ofreció en el 2020 en la sede del PSUV, dónde anunció públicamente su renuncia al PCV”.
“Zoilo Arostegui, no pasó de afiliado en el PCV ya que se procesaron denuncias en su contra por conductas misóginas contra una camarada de la dirección regional del PCV, y se constató que tenía un expediente judicial ( NP01-P-2007-004898) por presunta violencia física, previsto y sancionado en la Ley Orgánica Sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia”, finaliza la respuesta del PCV Monagas.