Por: Acercándonos Ediciones
Publicado: 14/07/2023
Antecedentes históricos
La Revolución Francesa fue un proceso social y político que se desarrolló en Francia entre 1789 y 1795, que hizo que terminara el Antiguo Régimen, creando un código nuevo de leyes, buscando Libertad, Igualdad y Fraternidad, y cuyo mayor objetivo era crear una República. Esta Revolución se empezó a dar con una revuelta armada que fue el detonante para que todas las nuevas ideas empezaran a fluir, y aunque ya existían otras revueltas menores, la principal y primera gran revuelta fue la Toma de la Bastilla.
La Bastilla
El nombre de la Bastilla viene de la palabra francesa Bastide que significa fortaleza, esta fortaleza que Luis XIV había convertido en prisión, donde se detenía a los opositores del régimen monárquico tuvo muchas funciones antes pero lo importante es que a finales del siglo XVI era la cárcel del Estado, por lo tanto era un símbolo de todo cuanto arcaico y feudal tenía el antiguo régimen y sobre todo el símbolo de la arbitrariedad. El edificio era un rectángulo formado por ocho torres circulares unidas por una muralla de 30 m. aproximadamente, solo había una puerta y con un foso que lo rodeaba, el misterio de la prisión es que como se arrestaba en secreto no se sabía qué personas estaban ahí, quiénes eran y en realidad cuántos había.
Richelieu fue el que propuso que fuera una cárcel de Estado donde se encerraran a los individuos que cometían un crimen no relacionado con el crimen común o por orden arbitraria del rey, es decir ahí era a donde llevaban a los presos políticos a cumplir sus codenas si hacían declaraciones, publicaciones e intentos de asesinato que fueran en contra del Rey el ejemplo claro de esto es Voltaire que estuvo dos veces en esta prisión.
El Detonante
Antes del 14 de julio existieron diferentes acciones que contribuyeron al estallido de la revolución, por ejemplo el 12 de julio se empezó a difundir la noticia del cese del ministro de hacienda, el banquero Necker, esto avivó la revueltas ya que el pueblo esperaba que él resolviera los problemas financieros; el 13 de julio los electores del tercer Estado de Paris empezaron a organizar una milicia de ciudadanos para defenderse del ejército y se sabe que ya se habían construido barricadas y empezaron los enfrentamientos del pueblo contra las tropas reales; en la mañana del 14 de julio las personas empezaron a buscar armas para defenderse, las primeras las obtuvieron de Los Inválidos, por este mismo motivo fue se llegó a la Bastilla ya que ahí se tenía mucha pólvora y municiones.
El ataque
Al principio el pueblo no quería tomar la cárcel porque sólo iban a reclamar al gobernador armas, pólvora y balas para la lucha en contra de las tropas reales, pero el gobernador ya había puesto a la Bastilla en una situación de defensa, los atacantes fueron en su mayoría obreros y artesanos.
La lista oficial de 1832 de vencedores de la Bastilla tuvo poco más de 600 nombres y el total de asaltantes sería probablemente de algo menos del millar. La multitud se reunió en el exterior hacia media mañana pidiendo la rendición de la prisión, la retirada de los cañones y la entrega de las armas y la pólvora. A las 10:30, dos representantes de los amotinados fueron recibidos con amabilidad en la fortaleza pero salieron al poco rato sin resultados.
A las 11:30, una segunda delegación compuesta por Jacques Alexis Hamard Thuriot y Louis Ethis de Corny intenta de nuevo negociar la entrega de las armas y municiones al pueblo de París para proveer a la Guardia Nacional recién creada. El esfuerzo negociador se fue alargando mientras los ánimos de la masa armada llegada de Los Inválidos iban impacientándose.
Alrededor de las 13:30, la muchedumbre entró en el patio externo y las cadenas sobre el puente levadizo al patio interior fueron cortadas, aplastando a un asaltante desafortunado. René-Bernard Jordan de Launay ordenó entonces disparar sobre la muchedumbre, haciendo numerosas víctimas. A las 14:00 una tercera delegación, en la que toma parte el abbate Claude Fauchet, se reunió con el alcalde de la Bastilla sin más éxito.
Hacia las 15:00 una cuarta delegación llegó a la Bastilla encabezada de nuevo por Louis Ethis de Corny pero no obtuvo nada. En este momento comenzó el fuego cruzado, aunque nunca podrá dilucidarse qué bando comenzó primero. Los asaltantes comprobaron que la fortaleza era una ratonera y la lucha se hizo más violenta e intensa, mientras las tentativas por parte de las autoridades para dictar un alto el fuego no fueron tenidas en cuenta. A las 15:30, los atacantes se vieron reforzados por 61 «gardes françaises» amotinados y otros desertores de las tropas regulares, bajo el mando de Pierre-Augustin Hulin, antiguo sargento en la Guardia Suiza. Portaban las armas tomadas anteriormente en Los Inválidos y entre dos y cinco cañones. Estos fueron colocados en batería contra las puertas y el puente levadizo de la fortaleza.
Capitulación
Ante la masacre de cerca de 100 víctimas entre los atacantes, el alcaide de Launay ordenó cesar el fuego a las 17:00. Una carta con los términos de la rendición fue pegada por un hueco en las puertas interiores e inmediatamente rescatada por los asaltantes. La guarnición de la Bastilla rindió las armas, bajo promesa de los amotinados de que ninguna ejecución se efectuaría si se producía la capitulación. Las demandas exigidas fueron rechazadas, pero de Launay rindió la plaza porque comprendió que sus tropas no podían resistir mucho más tiempo en esa situación y abrieron las puertas del patio interior y los parisinos tomaron la fortaleza hacia las 17:30. Liberaron a los siete prisioneros encarcelados allí y se apoderaron de la pólvora y la munición.