El oscurantismo avanza en Venezuela

Leandro Rodríguez Linárez @leandrotango

Repasemos lo siguiente:

Benjamín Rausseo (El Conde) fácilmente identificable como el candidato de Juan Barreto, en repetidas ocasiones se ha dirigido a él como parte esencial de sus asesores, promotores, apoyos, etc. todo sabemos quién es y lo que significa Barreto para el chavismo. Manuel Rosales, luego de ser el más buscado por la (in)justicia roja, fue indultado, claramente, para que se prestase a todos los procesos electorales por absurdos que sean, para fingir democracia. Además, premian su actuación con el cascarón vacío de la gobernación del Zulia y ya ha tenido 2 rectores CNE.

De Luis Ratti no es necesario ahondar mucho, chavista originario, encargado de atacar a María Corina Machado y las primarias. José Brito, el régimen (vía TSJ) le otorgó la directiva de Primero Venezuela (Primero Justicia), con misma condición de Rosales, que se prestasen a toda contienda electorera y atacara la oposición “reconocida”. Bernabé Gutiérrez, otra figura al que el régimen (vía TSJ) también asignó la directiva de Acción Democrática para participar en el festín electorero, además le han dado 3 cascarones de gobernaciones y su hermana es magistrada del TSJ.

El AD de Allup (especialista en chanchullos), organización que jamás ha sido oposición, sino que se adhiere al poder de turno, le acaban de dar un rector CNE en momentos en que su hijo está acusado de corrupción con rojos rojitos en Pdvsa. Por si fuera poco, Prosperi será el adjudicado en las primarias o por el muy probable “consenso”, así todo el G4+ asegura sus tajadas en las presidenciales 2024.

Fernández, Ecarri y Caleca, candidatos de la Bélle Époque que tienen discursos de democracia cuarta republicana, fingiendo democracia, otorgando cualidades democráticas a quien nunca la ha tenido, el régimen se los comería vivos. Además de no tener ni 1% en las encuestas, ni maquinarias, extrañamente, se les permite participar en los medios nacionales, etc. Todos estos, a parte de participar en elecciones prepagas, inconstitucionales, antidemocráticas, piden al unísono cese de sanciones a pesar que las causas que las generan empeoran día a día.

Por otra parte, un enemigo real del régimen no tiene rectores en el CNE, no le adjudican partidos ni tiene magistrados TSJ, no recibe cuotas de poder del chavismo, no le permiten espacios en los medios nacionales, no le dejan inscribir candidatos, el castrismo criollo lo ataca por todas las vías posibles. En conclusión, un socio o cómplice se trata como el régimen trata a los alacranes, a quienes les asigna cuotas de poder, a quienes entrega directivas de partidos, indultos etc. Un enemigo verdadero se trata como el régimen trata a María Corina Machado, inhabilitándola inconstitucionalmente, atacándola día y noche, evitando inscriba su partido, saboteando e impidiendo sus actos a nivel nacional, entre tantos otros primitivismos tercermundistas. En conclusión, así como 2018, el régimen trata de adelantar un proceso comicial dónde sus participantes (cómplices) no reprochen procedimientos ni resultados, que se pierdan al día siguiente de las elecciones hasta la próxima ya acordada. En lugar de 4 “candidatos”, exhibirá una docena de nombres, así, intentará, aprovechándose de la necesidad energética de occidente, sea reconocido un nuevo periodo de Maduro, mientras aquí en Venezuela veremos cómo el castrismo hunde cada vez más profundas sus garras, en complot de una falsa oposición y de muchos venezolanos que tras 24 años de oscurantismo aún no han entendido lo que realmente ocurre en el país.