5 SEPTIEMBRE, 2023
Y aquí aparece el segundo personaje central de esta historia, que es el almirante (contralmirante) inglés Edward Vernon. Vernon, noble, nacido en 1684 en Londres, es un veterano marino que ha servido desde 1700 y ha peleado en todas las guerras marítimas de Inglaterra contra Francia y contra España, tanto en el Mediterráneo como en el Caribe. Para el momento de estallar la Guerra de la oreja, está casi retirado, pero se lo asciende a vicealmirante y se lo pone al frente de la guerra en el Caribe. Vernon se vanagloria de que con sólo seis barcos es capaz de apoderarse de Portobelo, ciudad fortificada de la costa caribeña de panamá y uno de los símbolos del poderío colonial español. Portobelo, hoy en ruinas, ha sido desde el siglo XVI uno de los centros del poder militar y marítimo español. Allí llegaban las riquezas del Perú desde Panamá, y, tras atravesar el istmo, de allí salían hacia España en flotas de galeones que así impedían el ataque de los corsarios holandeses, franceses e ingleses, y sobre todo de los filibusteros de La Tortuga, que preferían acatar barcos aislados.
Pero el esplendor de Portobelo fue cosa del siglo XVII. El más famoso de los filibusteros, Henry Morgan, que asaltó y saqueó Maracaibo y se metió al Lago para asaltar y saquear Gibraltar en 1669 y que realizó la hazaña increíble de tomar y saquear Panamá en 1671, había ya asaltado y saqueado Portobelo en 1667, masacrando a la población, operación sorpresiva y audaz, y se retiró cargado de riquezas. Desde entonces Portobelo había decaído, aunque seguía siendo una ciudad importante y una fortaleza respetable rodeada de fuertes y armada de cañones.
La guerra en grande todavía no empieza, pero en noviembre de 1739, precedido por un ataque de otro capitán inglés contra La Guaira, Vernon, con sus prometidos seis barcos, ataca en forma sorpresiva Portobelo, y tras una corta batalla derrota a la guarnición, se apodera de la ciudad, la saquea, captura barcos y cañones y se retira victorioso.
Cuando la noticia llega a Londres estalla la euforia popular, histeria patriótica, y las masas se echan a las calles. Numerosas tabernas inglesas cambian de nombre y pasan a llamarse Portobello. Una calle de Londres, hoy famosa como mercado de pulgas y de venta de antigüedades, es bautizada como Portobello Road. Lo mismo se hace en Dublín. Vernon es recibido como héroe y paseado como tal. Poetas ingleses componen en 1740 himnos en honor de Inglaterra: Rule Britania y God save the King. El rey Jorge promueve una cena en honor de Vernon y allí se canta por primera vez el God save the King y empiezan a fundirse medallas de bronce en honor de Vernon, que representan en el anverso su figura o la toma de Portobelo y en reverso los seis barcos de la victoria.
Victoria, por cierto, que no es tan gloriosa, no sólo porque Portobelo no era ya el de antes sino también porque su guarnición estaba dirigida por un militar español ya anciano y acobardado que se rindió a los primeros cañonazos. Pero Inglaterra desborda de euforia patriótica y de orgullo y Vernon es el héroe aclamado por todos.
La fama de Vernon tiene un componente más durable: el grog. Vernon es el creador de esta famosa bebida alcohólica a base de ron, que no sólo es bebida alcohólica, sino que se usa como medicina contra la gripe o el resfriado. Pero Vernon no crea la bebida por ser alcohólico, puesto que no lo era, sino que la crea para mejorar la salud y la disciplina de sus marinos.
La vida de los marinos de entonces era terriblemente dura. Era una auténtica vida de esclavos, frecuentemente azotados, sin mujeres, de modo que su único consuelo era la bebida. En los viajes marítimos un problema central además de la comida era el agua, sólo obtenible en los puertos o de la lluvia. La comida era seca y se agusanaba, y el agua, contaminada, se pudría. Desde siempre los marinos en los viajes bebieron agua y cerveza, ésta primero, antes de que se dañase. El agua era un problema y se le añadía vino para mejorarle el sabor.
Cuando en el siglo XVII los ingleses se apoderaron de Jamaica, descubrieron el ron. Y así, además de piratas y ladrones de islas, se hicieron comerciantes de ron, que entró a formar parte del famoso comercio triangular. El ron se convirtió en la bebida que se daba a los marinos además del agua. Pero esto generaba borracheras y pleitos a veces graves que afectaban la disciplina. Vernon se propuso resolver eso. Desde 1740 impuso en sus barcos que se diera a sus marinos dos veces al día en cubierta una mezcla de un cuarto de agua con media pinta de ron y que al agua se le añadiera azúcar y algo de jugo de limón para mejorar el sabor de la bebida. Esto mejoró no sólo la disciplina sino la salud de sus marinos porque, aunque él no podía saberlo, la vitamina C del limón combate el escorbuto, que era otra de las plagas de los marinos de entonces.
Esa bebida, hoy famosa y difundida en todo el mundo es el grog y recibió ese nombre porque Grog era el apelativo con el que sus marinos llamaban a Vernon: Old Grog. Y lo llamaban así por la suerte de impermeable que usaba, de Grogram (seda, y moahir endurecido con una goma).
Entonces, de vuelta a la Guerra de la oreja de Jenkins, tenemos que decir que se intensifica en 1741. La marina inglesa ataca los puertos españoles desde el Caribe y desde el Pacífico. En el Pacífico actúa un almirante de apellido Anzon, que hostiga sin mucho éxito los puertos chilenos y peruanos y captura una nave española pero más nada, aunque sí aprovecha para dar la vuelta al mundo
La batalla principal tiene lugar en el Caribe. La marina inglesa se instala en Jamaica y Vernon y los otros almirantes discuten sobre cuál puerto atacarán, si La Habana o Cartagena, que son los dos puertos principales del Imperio español en el Caribe. La Habana les parece demasiado bien armada y protegida y deciden atacar Cartagena, una presa que consideran más fácil. Pero esta vez no se trata de tomarla con seis barcos.
Vernon quiere reunir una armada imponente y lo logra. Lo acompañan varios generales de infantería entre ellos Ogie y sobre todo Thomas Wentworth, que es el jefe supremo de la tropa terrestre. Y reúne así un ejército descomunal, integrado no sólo por soldados ingleses sino también por colonos de Norteamérica, procedentes de Georgia y Virginia, encabezados estos últimos por Lawrence Washington hermano mayor (en realidad medio hermano) de George Washington, y unos seiscientos negros macheteros de Jamaica. En total son más de veintisiete mil hombres entre marinos, soldados de tierra, colonos norteamericanos y negros macheteros. Un ejército verdaderamente enorme.
Pero más importante aún es la cifra de naves. Son ciento ochenta y seis naves, es decir, ciento sesenta y un barcos más que la Armada Invencible del rey español Felipe II, derrotada por los ingleses en 1588. Se trataba esta vez de la armada más grande de la historia, sólo superada en tamaño dos siglos después por la armada aliada estadounidense y británica que en la tardía fecha de junio de 1944 invadió Normandía durante la Segunda guerra mundial intentando en vano llegar a Berlín antes de que llegaran los heroicos rusos.
Aún falta lo mejor.
Seguimos en un tercero y último artículo sobre el tema.