El desconocimiento de la verdad histórica y el abusivo saqueo son prácticas extendidas que vulneran el derecho internacional
1 OCTUBRE, 2023
El eufemismo del diferendo entre Venezuela y Guyana por el territorio Esequibo terminó por ser la más burda trampa para distraer mientras se acometía el despojo y saqueo de las riquezas del país, mientras que el colonialismo en sus estertores aún persiste tercamente en no entender que el mundo es ahora un lugar de coexistencia para los países emancipados, soberanos e independientes.
Venezuela, incluso antes de su vida republicana, ha sido un territorio anticolonialista, y sus habitantes, aguerridos luchadores contra estas formas de dominio y explotación.
Aunque la mediática global, los factores políticos internacionales y las transnacionales de las energías tratan de posicionar dos grandes mentiras sobre el tema: la primera relacionada con la “propiedad” del territorio Esequibo por los guyaneses, y la segunda que se trata del reclamo por un territorio; la realidad es que las riquezas de la Guayana Esequiba van más allá de la banalización con la que se trata de abordar la disputa.
El territorio Esequibo, propiedad histórica de Venezuela, en sus más de 155.000 kilómetros cuadrados, contiene una extraordinaria y muy amplia diversidad. La abundancia en minerales, gas y petróleo es de elevada importancia geoestratégica, además de la proyección del territorio venezolano sobre la fachada atlántica de la República y las rutas de navegación comercial, civil y militar, son una apreciable salida al espacio ultraterrestre.
Entonces, un intento de robo que comenzó hace casi 200 años, persiste hoy con la fuerza parasitaria de los depredadores y usurpadores del Reino Unido y Estados Unidos, quienes todavía parecen no entender que el colonialismo, más allá de su agresiva industria cultural, poco a poco ha ido feneciendo.
Historia de un despojo.
Cualquier abordaje de este saqueo de las riquezas en el territorio de la Guayana Esequiba pasa necesariamente por la revisión histórica de la disputa, y cabe destacar, de los mayores argumentos de Venezuela para demostrar los derechos de propiedad sobre ese territorio y la fuerza de la verdad histórica irrefutable, solo mancillada por la malcriadez criminal de Guyana, Reino Unido y Estados Unidos, y sus jefes de las transnacionales de la energía.
Para comprender este litigio de Venezuela con Guyana y el Reino Unido es necesario revisar el conjunto de hechos que dieron espacio a la usurpación del territorio Esequibo por los ingleses, incluso negando las múltiples veces que Gran Bretaña reconoció el territorio Esequibo como parte de Venezuela.
En 1494 los reinos de España y Portugal pactan el reparto de tierras y mares en el Tratado de Tordesillas, y los lusos reconocen a España la mayor parte del territorio americano, incluidas las Guayanas.
Holanda, independizada de España en 1648, inicia la ocupación del territorio al este del río Esequibo.
Para 1777, la monarquía española creó la Capitanía General de Venezuela, integrada por las provincias de Venezuela, Cumaná, Guayana, Maracaibo, Margarita y Trinidad, unidad territorial y administrativa que dará paso a la República de Venezuela con la declaración de independencia en 1811.
En agosto de 1814, con el fin de las guerras napoleónicas en Europa, Holanda, como protectorado inglés, cede 20.000 millas cuadradas de sus posesiones al este del río Esequibo, en frontera con Venezuela.
La fundación de la Gran Colombia en 1821 establece que su territorio “será el comprendido dentro de los límites de la antigua Capitanía General de Venezuela y el Virreinato y Capitanía del Nuevo Reino de Granada”.
Ese año, Simón Bolívar ordena presentar una denuncia a las autoridades inglesas por la ocupación de sus colonos de territorios al margen oeste del río Esequibo. “Es absolutamente indispensable que dichos colonos o se ponen bajo jurisdicción y obediencia de nuestras leyes, o se retiren a sus antiguas posesiones”, sostenía la comunicación.
Gran Bretaña reconoce en 1825 como Estado independiente a Colombia y ratifica sus límites, entre ellos, el río Esequibo.
Una vez separada la Gran Colombia en 1830, la constitución establece que “el territorio de Venezuela comprende todo lo que antes de la transformación política de 1810 se denominaba Capitanía General de Venezuela”, hecho ratificado en 1834 por Gran Bretaña.
Luego se dan una sucesión de eventos que muestran las ambiciones británicas para apropiarse de los territorios venezolanos al oeste del río Esequibo, donde creían los colonizadores que se ubicaba El Dorado.
Los ingleses publican en 1840 la línea de Schomburgk, primera alteración del límite establecido en el río Esequibo.
España reconoce en 1845 los derechos del país emancipado y cede a la nueva república sus territorios previos a la Independencia, con lo que reconoce el espacio geográfico desde los tiempos del Tratado de Tordesillas de 1494.
Con la entrada de Estados Unidos se negocia a espaldas de Venezuela un tratado arbitral con Gran Bretaña, que predetermina el despojo territorial que se consuma con el Laudo Arbitral de París de 1899.
En 1949, se hace público un documento que relata las maniobras realizadas en el Tribunal de París de 1899, contra los intereses territoriales de Venezuela.
Luego de innumerables gestiones de Venezuela, se firma el 17 de febrero de 1966 el Acuerdo de Ginebra para resolver la controversia territorial. En mayo de ese año, el Reino Unido concede la independencia a la Guyana Británica y en julio se instala en Caracas la comisión mixta venezolano – guyanesa para buscar soluciones satisfactorias en el arreglo práctico de la controversia.
De allí en adelante las maniobras no cesan para desconocer el acuerdo de Ginebra y las pruebas históricas de los derechos de Venezuela sobre el territorio Esequibo.
Recursos de la Guayana Esequiba. Ha quedado claro que el tema del despojo territorial de la Guayana Esequiba es por su elevada concentración de riquezas.
Grandes riquezas
En el territorio Esequibo existe abundancia en oro, diamante, mica, bauxita, magnesio, uranio, petróleo y gas natural. Abundan también agua dulce, biodiversidad y excelentes condiciones para la pesca y el turismo.
Aunque no existen cifras precisas de las ingentes riquezas, algunas cifras sostienen que el oro representa cerca de 64% de las divisas que ingresan a Guyana (15% de su producción económica total), aunque las minas están en el territorio Esequibo.
En la actualidad, solo el proyecto Toroparu produce 21.000 onzas de oro al año. Existen además cuatro grandes proyectos de explotación de este mineral, explica Jorge Fuguet, director de la organización Mi mapa de Venezuela incluye nuestro Esequibo.
El proyecto Toroparu, de minería a cielo abierto y subterránea, lo lleva adelante la empresa china Zijing Mining, adquirida a Guayana Goldfield, que era manejada por el anterior embajador de Estados Unidos en Guyana, Perry Ollowey.
De bauxita se extraen 2 millones de toneladas anuales en promedio.
“Extraen diamantes de esas tierras venezolanas, pero no se sabe la cantidad. También se está explotando litio y coltán en cantidades desconocidas, pues las mismas autoridades de la Comisión de Minas y Geología de Guyana desconocen los datos, porque ellos dan concesiones por hectáreas sin importar qué se extraiga de allí, su principal interés es tener empresas de otros países para evitar una ocupación civil o militar de Venezuela”, explicó Fuguet.
La explotación de manganeso y la madera está mayoritariamente en empresas chinas.
Con referencia al petróleo solo el Bloque Stabroek tiene reservas probadas de 11.000 millones de barriles de petróleo liviano. Tampoco existen datos de las reservas y explotación de gas.
La pérdida del control del territorio Esequibo por el Laudo Arbitral de París y la timidez con la que se ha manejado el reclamo por parte de Venezuela ha generado acceso a la explotación fraudulenta de los recursos que pertenecen al país y que enriquecen tanto a empresas transnacionales como al Gobierno de Guyana que, financiado en el litigio por el cuerpo legal pagado por Exxon Mobil y apoyado por Inglaterra y Estado Unidos, concretan un despojo que ningún venezolano debe permitir.
En 1899 la debilidad del Estado y el proceso de guerra civil que se vivía sirvieron de elementos para facilitar el despojo alcanzado por los imperios británico y estadounidense del territorio Esequibo.
La hostilidad que se aplica ahora a Venezuela con sanciones y bloqueos económicos pretende generar un nuevo mapa de violencia y, nada descabellado pensar, que se pretenda un nuevo saqueo de los recursos del país.