Mercedes Sosa

El 4 de octubre de 2009 en Buenos Aires, Argentina, falleció Haydée Mercedes Sosa, una de las mayores representantes del folklore argentino, pues desde pequeña el amor por su Patria y su cultura se vieron muy marcados.

Sosa, quien fue conocida como «la Negra», se crió en un hogar humilde, hija de un obrero de la industria azucarera y una lavandera. Desde muy pequeña mostró sus dotes musicales, pues con tan sólo 15 años ante la ausencia de su profesora de canto, dirigió a sus compañeros de música a cantar el Himno Nacional el Día de la Lealtad Peronista. Por su gran actuación, la profesora de labores llevó a su clase a LV12, y allí ganó un concurso bajo el seudónimo Gladys Osorio cantando Triste estoy de Margarita Robles.

A partir de allí, Sosa se entregó a la música, cautivando con su voz a miles de personas en el mundo, con sus cantos comprometidos a las causas sociales. Participó en cuanta marcha, manifestación o encuentro hubo en esa época a favor de las comunidades indígenas, luchas sindicales o encuentros políticos sobre los derechos humanos. Aunque esto le causó el exilió de su país, su voz no se apagó y siguió siendo la voz del pueblo oprimido.

Sosa, a pesar de su belleza singular, siempre se consideró una «negra petisa (una mujer pobre, morena y pequeña), sin glamour, tal y como se refiere a mí la oligarquía de mi país». «Este es un país de negros», decía con ironía, «en el que todos son rubios».

Entre sus grandes álbumes se encuentran: Canciones con fundamento, Yo no canto por cantar, Hermano, Para cantarle a mi gente, Zamba para no morir, Con sabor a Mercedes Sosa, entre otros.

«La negra» Sosa, a pesar de los desaires que le dio la vida, siempre se arraigó a su música y a la felicidad que la misma le daba. Esta humilde mujer que falleció a sus 74 años de edad quedó inmortalizada en los pueblos latinoamericanos, pues su voz era y sigue siendo la expresión de los sueños, alegrías, luchas y esperanza de los oprimidos.