¿Qué pasa cuando un país rechaza el dinero físico? En esta nación europea podría comprar una revista o ir en autobús pagando a través de una aplicación móvil. Es cómodo, pero hay aspectos negativos.
En Suecia, uno de los países más ricos del mundo, los pagos desde teléfonos celulares y con tarjetas de crédito están reemplazando velozmente al dinero físico. En ese país ya muchos bancos no aceptan dinero en efectivo, y los pagos digitales siguen prosperando.
Aunque Suecia no ha rechazado aún por completo el uso de billetes y monedas, el dinero en efectivo representa solamente el 2% de la economía nacional, frente al 9,7% en toda la zona euro, según el Banco de Pagos Internacionales, informa NBC. «Suecia siempre ha estado a la vanguardia de la innovación financiera […] Nunca utilizó efectivo», afirmó a la cadena Robin Teigland, profesora de negocios en la Escuela de Economía de Estocolmo. Un número creciente de minoristas no acepta el efectivo, así como los autobuses públicos en Estocolmo, restoranes y tiendas, entre otros.
¿Qué hay en el otro platillo de la balanza?
Sin embargo, para algunos es difícil adaptarse a esta situación. «De diez millones de personas en Suecia, alrededor de un millón no tiene conexión a Internet o no utiliza computadoras todos los días», comentó Peter Sikstrom, secretario general de SPF Seniorerna, un grupo de presión que representa a pensionistas. «Uno de los problemas es que muchas personas mayores padecen alguna discapacidad visual», hace notar además Sikstrom.
Otro punto de preocupación es cómo podrían utilizarse los datos de las personas recogidos electrónicamente a través de los pagos. «¿Por qué debería pensar que esta información no se podría utilizar de manera negativa?», se preguntó Bjorn Eriksson, exjefe de la Policía Nacional de Suecia y de Interpol. Eriksson explica que los datos podrían usarse para hacer publicidad, ya que se obtiene la dirección de los consumidores. La cuestión de la protección de los datos es aún más relevante para los pagos realizados a través de los ‘smartphones’, algo que también se volvió muy frecuente en Suecia.
Pese a que Suecia está alejándose del dinero físico, muchos expertos no querrían ver una sociedad totalmente libre de efectivo. Entre ellos, Jacob de Geer, cofundador de la compañía de pagos móviles iZettle. De Geer sostiene que los pagos a través de la aplicación móvil ayudan a las pequeñas empresas, ya que la implementación de registros tradicionales para las transacciones en efectivo y también en plástico puede ser costosas para ellas. Destacando así las ventajas de pagos electrónicos, afirma que no quiere ver «el fin del efectivo».
«Los pagos electrónicos son muy rastreables, lo que es algo bueno para las autoridades fiscales y los gobiernos, pero para usted como individuo, sin duda hay ciertas cosas que no quiere que el ‘Gran Hermano’ esté vigilando», opinó, según cita NBC.