Debemos rescatar y atender a nuestros compatriotas esequibanos y esequibanas, venezolanos y venezolanas por nacimiento, actuando intensamente en lo social, económico, cultural y poblacional, sin descuidar el Acuerdo de Ginebra y demás aspectos políticos, jurídicos y militares.
Gral. Pompeyo Torrealba Rivero
24/11/2023.- Desde el pasado domingo 19, el pueblo venezolano, con el impulso de su gobierno bolivariano, desplegó un abanico de movilizaciones, apuntalado por un ejercicio democrático más, de cara a la consulta electoral número 29 de la Venezuela bolivariana, pautada para el domingo 3 de diciembre. Dentro de nueve días tendrá lugar el gran referendo consultivo sobre el estado 24, el Esequibo, hoy en la mira de las ambiciones imperiales, utilizando como sebo a la Guyana que preside en estos momentos Mohamed Irfaan Ali, descarado asalariado de la ExxonMobil Corporation, una empresa petrolera estadounidense, fundada como Standard Oil Company en 1870.
Antes del pasado domingo 19, el pueblo venezolano no paraba de asistir a concentraciones públicas en las cuales, como nunca, prevaleció la música del suroeste del país, resaltando el ritmo tradicional de El Callao, una zona cercana a la Guayana Esequiba. Fueron celebraciones a propósito de la promoción del ensayo electoral para dar a conocer las cinco preguntas y el mecanismo para responder las interrogantes relacionadas con el tema de la reclamación del territorio en disputa, que colinda con la antigua Guyana inglesa, una pequeña franja territorial ubicada más allá de la orilla oeste del río Esequibo.
Los resultados, reflejados y reseñados ampliamente por las redes sociales, indican que la presencia de votantes superó las expectativas del comando de campaña, a cargo del presidente de la Asamblea Nacional, diputado Jorge Rodríguez, quien resaltó las imágenes nocturnas de las colas en importantes centros de la consulta, a pesar de las condiciones climáticas, como los chaparrones en una parte del estado Zulia. Los mismos no fueron obstáculo para que los votantes siguieran en las colas. En Caracas y otras regiones, la pepa de sol tampoco constituyó impedimento alguno para quienes ansiaban descubrir los secretos para marcar el sí de las cinco preguntas propuestas en los volantes, afiches y folletos, distribuidos masivamente durante las marchas y concentraciones en todo el país.
Por su parte, el presidente Nicolás Maduro corroboró que los resultados superaron la votación de la consulta del año 2017, cuando se eligió la Asamblea Constituyente que detuvo la ofensiva guarimbera de la brecha subversiva, liderada para el momento por el golpista Leopoldo López, que ocasionó serios destrozos públicos, sobre todo en el este de Caracas, y donde fallecieron más de cuarenta personas.
Buena vibra
A pesar del complicado panorama ante la nueva estrategia de la ExxonMobil, ahora más decida a utilizar al gobierno guyanés como punta de lanza para usurpar la zona de reclamación, con el apoyo de Estados Unidos —que se muestra más urgido de petróleo tanto para afrontar su crisis intestina como para el conflicto armado en Ucrania, y ahora también con el aumento de la intensidad en Palestina a través de Israel—, en Venezuela los resultados del ensayo del pasado domingo 19 indican que la consulta del 3 de diciembre sobre la controversia con Guyana será una contundente respuesta que impactará internacionalmente, porque ayudará a exponer con mayor claridad la real situación de esa importante zona ubicada entre Guyana y el territorio venezolano.
El entusiasmo reflejado el domingo 19 en los centros de votaciones, junto a las manifestaciones de la conmemoración por el Día Internacional de los Estudiantes, con la presencia del presidente Maduro, sumado a la histórica actuación de la Vinotinto en las eliminatorias premundialistas de fútbol, nos hace trasladarnos de nuevo a las enseñanzas del comandante Chávez, cuando mostraba con entusiasmo los textos del historiador venezolano Luis Augusto Mijares El Libertador y Lo afirmativo venezolano. Se trataba de una inyección de optimismo y fuerza, necesarios ante grandes compromisos, como el de luchar por la defensa de la patria, del mismo modo que lo hizo Bolívar frente al invasor español. Precisamente, de eso se trata, porque el Esequibo es un territorio que, desde 1498, le pertenece a Venezuela por derecho de descubrimiento y colonización española, cuando se produjo el tercer viaje de Diego Colón (don Juan de Esquivel) a la tierra de lo que sería la Capitanía General de Venezuela en 1777.
En ese sentido, el general Pompeyo Torrealba Rivero, estudioso durante tres décadas de la controversia acerca del Esequibo, nos habla de atender y rescatar a miles de compatriotas esequibanos y esequibanas, venezolanos y venezolanas por nacimiento, que tienen contacto diario con nuestra Guayana por la ruta de Santa Elena de Uairén, Tumeremo o Puerto Ordaz. Viajan a estas regiones sin problemas para adquirir alimentos y recibir asistencia médica. Este es el caso de los integrantes de las tribus arawakas, kariñas, potamunas, arekunas, arawaios, wapischanas, makushis y wai wai, entre otras comunidades indígenas, originarias de nuestro estado número 24.
Por su parte, el historiador Carlos Edser, investigador de la División de Fronteras del Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Exteriores, considera que estamos frente a la Guayana Esequiba, un territorio que tiene una extensión de 159.500 km² y está habitado en su mayoría por indígenas de varias tribus que conviven con la Guayana venezolana.
Edser invitó a conocer el salón Esequibo, ubicado en el piso 12 del MPPRE, un hermoso lugar diseñado con murales sobre las bellezas de los paisajes del antiguo Esequibo y sobre sus habitantes, además de una nutrida colección fotográfica del territorio en cuestión y copias de numerosos documentos históricos.
Después del contundente mensaje dejado por el pueblo venezolano durante el ensayo electoral del pasado domingo 19, es oportuno recordar aquel llamado de optimismo del patriota José Félix Ribas, en el gran reto que le tocó afrontar ante las tropas del sanguinario José Tomás Boves, en La Victoria, el 12 de febrero de 1814. A pesar de saltar al campo de combate con una tropa de jóvenes poco experimentada, Ribas derrochó entusiasmo cuando lanzó aquel grito: «No podemos optar entre vencer o morir. Necesario es vencer.»
Ángel Miguel Bastidas G.
Fuente de consulta:
Torrealba, P. (2003). A un siglo del despojo. La historia de una reclamación. Caracas: Torre-Alba Editores.
Ángel Miguel Bastidas G.