Xin chào | ¿Por qué ahora?

Nuestras discordias tienen su origen en las dos más copiosas
fuentes de calamidad pública: la ignorancia y la debilidad.

Simón Bolívar

08/12/2023.- Una interrogante reiterativa de los y las que insisten en buscarle la quinta pata al gato es «por qué» el «rrrégimen» ha dejado pasar tanto tiempo para decidirse a resolver el caso del diferendo con Guyana.

Hay quienes se atreven a señalar que el comandante Chávez llegó a negociar con las autoridades guyanesas la entrega del Esequibo, en un intento por dar a entender que esa es la razón de la tardanza en el caso que nos ocupa.

Ante esa supuesta e ingenua interrogante, vale la pena echar un vistazo a los años del arranque del proceso bolivariano, con el triunfo de Hugo Rafael Chávez Frías. Desde el mismísimo 1998, el comandante se atrevió a poner sobre la mesa la idea de una asamblea constituyente para abrir senderos hacia un proceso más profundo, políticamente hablando, con la vista puesta en la recuperación de una Venezuela maltratada, que venía de transitar por años de oprobio, como consecuencia de los gobiernos corruptos y entreguistas del llamado puntofijismo, nacido en el traicionado 23 de enero de 1958.

El proceso bolivariano hubo de pasar por el cedazo de su primer referendo consultivo, el 25 de abril de 1999, para sanear el camino de las malas yerbas que habían sembrado durante cuarenta años adecos y copeyanos. Así comenzaron a nacer las bases del futuro árbol de las tres raíces, concretado el 3 de diciembre del año 2000, para dar luz a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

El chaparrón de ese 3 de diciembre —causante de la vaguada de Vargas— parecía anunciar que la nueva Constitución pasaría por momentos difíciles frente a la derecha nacional e internacional, que efectivamente no tardó en maquinar el golpe de Estado del 11 de abril de 2002 y el paro petrolero, que movió las bases del proceso bolivariano. Sin embargo, la nueva realidad permitió visualizar la reciedumbre de los hijos de Bolívar y Chávez, quienes enfrentaron y derrotaron con decisión las intentonas de los lacayos nacionales y las fuerzas imperiales maquinadas desde Washington.

En los años posteriores, el andar del proceso bolivariano no resultó nada fácil, sobre todo después del fallecimiento del comandante Chávez, el 5 de marzo de 2013; de las guarimbas promovidas por el golpista Leopoldo López; del intento de golpe frente a la Base Aérea de La Carlota, el 30 de abril de 2019, y del atentado con drones contra el presidente Nicolás Maduro, el 4 de agosto de 2018, durante un masivo acto en la avenida Bolívar de Caracas.

Condiciones objetivas y subjetivas

No es nada fácil imaginarse que en esos años convulsos del proceso bolivariano pudiese abrirse un compás para centrar la atención en una misión de gran envergadura internacional, como es el caso que hoy ocupa a todo el país, con el gobierno de Nicolás Maduro Moros al frente.

Este reto, dado a conocer en el mes de octubre del presente año, muestra que el pueblo venezolano ha aceptado, con su gobierno, el compromiso que le ha planteado la nueva realidad. Muestra que la patria de Bolívar es otra y que ha asimilado mayoritariamente el mensaje del proceso iniciado por el comandante Chávez el 6 de diciembre de 1998, cuando sorprendió a propios y extraños al ganar las elecciones presidenciales con el 56,20% de los votos.

El domingo 19 del pasado mes de noviembre se oyó el pitazo inicial, el aviso del vamos, dado por el electorado, que el pasado domingo 3 respondió en forma masiva con su disposición de aceptar el mandato presidencial, de hacer una realidad el estado número 24, con el cual Venezuela pasará a tener 1 millón 75 mil 445 kilómetros cuadrados.

El «por ahora» del teniente coronel Hugo Rafael Chávez Frías no fue posible en 1992 porque el pueblo no estaba preparado para el salto final al lado de militares patriotas, aunque las condiciones objetivas estaban a la vista. Así lo retrató el Caracazo del año 1989, ante un país hundido en la miseria, la corrupción y la entrega de las riquezas del país a las transnacionales por parte de los gobiernos puntofijistas.

«El que quiera ver, que vea, y el que quiera oír, que oiga», espetaba siempre Chávez, y años después nos encontramos ante un momento histórico por el rescate de un territorio que formó parte de la Capitanía General de Venezuela, liberada del yugo español hace doscientos años por un ejército de llaneros, mulatos e indígenas, bajo el mando del libertador Simón Bolívar, el mariscal Antonio José de Sucre, José Antonio Páez, Rafael Urdaneta, entre un centenar de combatientes patriotas, que entregaron la vida por la patria.

El 3 de diciembre de 2023 quedará registrado en la historia patria como el día en el cual el pueblo venezolano, con su voto, demandó al gobierno bolivariano rescatar el territorio que fue liberado en 1823 por los héroes de Carabobo y la batalla del Lago de Maracaibo.

Ángel Miguel Bastidas G.