Nuestra triste situación en Vietnam me estresó por mil 886 noches
y apenas podía conciliar el sueño antes de la 2:00 p. m.
Lyndon B. Johnson
Hace 59 años el presidente de Estados Unidos Lyndon B. Johnson, tras el asesinato de John F. Kennedy en Dallas, anunció una nueva estrategia, la guerra local, para lograr la paz en Vietnam, apoyado en un masivo bombardeo sobre la población, a base de misiles cargados de napalm B, o gelatina de fósforo blanco, capaz de convertir todo en tierra arrasada, en especial a los habitantes de la indomable Indochina. Se trataba de la búsqueda de la paz en dos o tres años a punta del novedoso fósforo blanco.
Esa particular búsqueda de la paz descubierta por Johnson había comenzado el 7 de febrero de 1965, en la parte norte del país indochino, que en 1945 había liberado un amplio territorio que los vietnamitas denominaron República Democrática Popular de Vietnam, luego de vencer a los japoneses en la llamada Revolución de Agosto.
El trigésimo tercer mandatario gringo, Harry S. Truman, inició la incursión de su país en la guerra general sobre la península indochina, en especial contra Camboya, Laos y Vietnam —para entonces ocupadas por tropas francesas—, mediante un aporte inicial de 15 millones de dólares a Francia y que en la etapa final de la ocupación francesa alcanzó los 2 mil millones de dólares.
Dwight D. Eisenhower tomó el relevo, implementando, entre 1953 y 1961, la estrategia de guerra unilateral, tras la caída de los franceses en la batalla de Ðiện Biên Phủ (1954). En el marco de la nueva estrategia, EE. UU. creó la Organización del Tratado del Sudeste Asiático (Otase), el 8 de septiembre de 1954, a la cual fueron integrados Vietnam del Sur, Laos y Camboya. Además, impusieron a Ngô Đình Diệm como dictador en Saigón, quien conformó una gran milicia represiva, bajo la conducción de 650 asesores militares de EE. UU.
Después de Eisenhower, llegó a la Casa Blanca John F. Kennedy, con su guerra especial. Era una estrategia dirigida a conformar un gigantesco ejército en Saigón, armado, equipado y asesorado por Estados Unidos, con la idea de pacificar y construir lo que llamaron aldeas estratégicas, que en realidad se constituyeron en campos de concentración con entrada y salida controladas por el ejército títere de Saigón.
Johnson prometió búsqueda y destrucción
El nuevo inquilino de la Casa Blanca anunció una nueva estrategia: la guerra local, mediante la cual inició una serie de sabotajes en la parte norte del país, aplicando la táctica de campaña relámpago. El 7 de febrero de 1965, la Fuerza Aérea de Estados Unidos empezó los bombardeos con el napalm B sobre la población civil de Vietnam del Norte.
Desde ese 7 de febrero se multiplicaron en la prensa mundial las descripciones de los espantosos efectos sobre la población civil. El mundo pudo ver el horror en las primeras fotografías de niños totalmente desfigurados por las quemaduras producidas por el napalm.
Vietnam fue convertido en un escenario de ensayo, con el definido objetivo político de ser el gran escarmiento para cualquier país que pretendiera enfrentar al imperio estadounidense.
Aunque la recuperación de la riqueza genética de sus ecosistemas requiere de muchas décadas, Vietnam definitivamente venció al imperio, el mismo que hoy apoya a Israel en su pretendida intención de apoderarse de toda Palestina y el Medio Oriente.
El uso del fósforo gelatinoso en Vietnam conmovió al mundo, sobre todo a la misma población estadounidense, por el impacto de una gráfica. En ella, una niña de siete años de edad, de nombre Kim Phúc, aparece, afectada por el napalm, corriendo por una carretera de la aldea Thang Bang, en la frontera de Vietnam con Camboya.
La escolar Kim Phúc fue una de los miles de escolares que fueron afectados por el fósforo blanco que descargó sobre el lugar la aviación estadounidense, el 8 de junio de 1972. Ese año las modestas artillerías antiaéreas de Hanói y Hai Phong derribaron 81 aviones gringos, lo que obligó al gobierno norteamericano a regresar a la mesa de negociaciones de París. La misma fue instalada el 27 de enero de 1973 con la presencia de Henry Kissinger y las autoridades de Vietnam del Norte y Vietnam del Sur. En ese histórico conclave fue firmado el alto al fuego, que meses después sería violado por el usurpador gringo.
Para entonces, la estrategia de Johnson (la guerra local) ya formaba parte de la lista de derrotas de Estados Unidos en Vietnam. Ello abrió espacio a lo que Nixon llamó la vietnamización de la guerra, que también quedó registrada en el récord negativo del ejército más poderoso del mundo.
Con Richard Nixon derrotado militarmente y embaucado en el escándalo Watergate, Gerald Ford hubo de arreglárselas con la tal vietnamización de la guerra sin una respuesta efectiva ante el poder de fuego del Frente de Liberación del Vietnam del Sur. Este se llevó por el medio a la operación Lam Son 719, propuesta por el sexto presidente derrotado por el pueblo vietnamita entre 1945 y 1975.
Ángel Miguel Bastidas G.