Conozca los juicios políticos en América Latina, destituciones y dimisiones

La Mandataria electa en 2010 vive un momento de incertidumbre política (Créditos: Reuters)

La posibilidad de “impeachment” a la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, trae a la memoria colectiva casos ocurridos en el pasado

ÚN| Benytsa González.- El juego democrático en América Latina parece haber dejado atrás a los golpes militares como salida a gobiernos y presidentes indeseables, ineficaces, corruptos o impopulares. En su lugar, la institucionalidad ha dado paso a los juicios políticos, donde los medios y las masas hacen parte.

Con particularidades propias de cada país de la región, los juicios políticos tratan sobre la responsabilidad política de sus gobernantes, pero también sobre delitos graves. En el caso de la mandataria brasileña, Dilma Rousseff, quien enfrenta la posibilidad de un impeachment -luego que la Cámara de Diputados aprobara la iniciativa, que ahora debe ir al Senado quien decidirá su apertura o no-, la Constitución contempla el delito de responsabilidad como causa de destitución.
Sin embargo, también participan de estas motivaciones factores estrictamente políticos y las estrategias para adelantar la salida del Ejecutivo involucran a los medios y a las masas como aparatos dinamizadores de la acción del Congreso, que es el poder que acusa y juzga a los mandatarios cuestionados. Sin embargo, el juicio parlamentario requiere de mayorías en el Congreso, a menudo, muy difíciles de obtener, dada la composición partidista de los Parlamentos, alianzas, mayorías y minorías.
La presidenta Rousseff no es la primera mandataria que enfrenta la posibilidad de ser destituida en Latinoamérica, en su momento, Fernando Collor de Mello (Brasil), Carlos Andrés Pérez (Venezuela), Abdalá Bucaram (Ecuador), Alberto Fujimori (Perú) y más recientemente Fernando Lugo (Paraguay) y Otto Pérez Molina (Guatemala), entre otros, fueron destituidos u obligados a dimitir luego de ser acusados por delitos políticos o corrupción.
Estas fueron sus causas:
• Color de Mello (1990 – 1992) En medio de una gran pérdida de apoyo popular, fue acusado de corrupción y dimitió en diciembre de 1992 al abrirse su proceso de destitución ante el Senado. Su vicepresidente Itamar Franco asumió la Presidencia.

• Carlos Andrés Pérez (1988 – 1993) El mandatario enfrentó desde 1989 el rechazo popular y dos intentos de golpe en 1992. Fue acusado de malversación de fondos y enriquecimiento ilícito y destituido en agosto de 1.993. Ramón J. Velásquez finalizó su período.

• Abdalá Bucaram (1996 – 1997), Acusado de desvío de fondos públicos, fue destituido en febrero de 1997 por «incapacidad física y mental», seis meses después de su investidura. Le sucedió Fabián Alarcón, presidente del Congreso.

• Raúl Cubas (Paraguay, 1998 – 1999) Renunció en marzo de 1999 antes de declarar en un juicio político en el Congreso, a raíz de su decisión de liberar y rehabilitar al general golpista Lino Oviedo. El presidente del Senado, Luis González Macchi, ocupó el cargo.

• Alberto Fujimori (1990 – 2000) Luego de tres meses de protestas, fue destituido el 21 de noviembre del 2000, «por incapacidad moral permanente». Extraditado de Chile en 2007, fue condenado a 25 años de cárcel por crímenes de lesa humanidad. Valentín Paniagua le sucedió.

• Lucio Gutiérrez (Ecuador, 2003 – 2005) Fue destituido por el Parlamento en abril de 2005 acusado de colocar a allegados en la Corte Suprema de Justicia. El vicepresidente Alfredo Palacio accedió al poder.

• Fernando Lugo (2008 – 2012) Tras un juicio político en el Senado, calificado de golpe por los gobiernos de izquierda de la región, fue destituido en junio de 2012 «por mal desempeño de sus funciones”. Luis Federico Franco, quien asumió las funciones, fue considerado un presidente de facto.

• Otto Pérez Molina (2012 – 2015) Fue acusado de dirigir una corrupción conocida como “La Línea”, por lo que el Parlamento le negó el derecho al antejuicio y le privó de su inmunidad en septiembre de 2015. Ante el riesgo de ser destituido, renunció al cargo dos días más tarde. Alejandro Maldonado, vicepresidente del país, asumió el cargo.