Son días definitorios: Chávez o Barbarie

Por: Toby Valderrama Antonio Aponte 

En Venezuela, los últimos veinte años confluyen en estos pocos días electorales. La historia es así, una situación lentamente se va perfilando, condensando, caminando hacia un desenlace que significa un salto que supera la situación anterior y consolida un nuevo paisaje político, social. Estos días son definitorios del futuro, y si queremos, podemos decir que son instantes preñados de historia que estallan y cambian a pueblos enteros.

Hoy vivimos una batalla que tiene varios frentes: uno, el frente interno del capitalismo, donde pugnan, un bando forajido, el madurismo, que ejerce un capitalismo bandolero, un verdadero pranato, sin respeto por nada diferente del arrebato de las riquezas nacionales, carece de profundidad estratégica, se agota rápidamente. Enfrentado a estos, encontramos el bando capitalista más mesurado, que quiere imponer su orden en el robo de las riquezas nacionales, instaurar su legalidad que justifica el saqueo, construye su aparato de justicia que protege esa legalidad, controla su propia voracidad, de esta manera da profundidad al sistema depredador.

Este frente interno no pierde de vista su papel histórico: la lucha contra el Socialismo, contra el legado de Chávez, ese objetivo los une, los define, son capitalistas y son profundamente antichavistas. Y esta es la delimitación genuina de los campos en pugnas. La ubicación en estos dos bandos define la calidad política de individuos y partidos.

No es un asunto menor, apoyar a uno o a otro de los representantes de estos bandos capitalistas, no se trata de soluciones inmediatas, de simpatías del momento, mucho menos de búsqueda del mal menor. Ese apoyo significa una ubicación ideológica: o se es Socialista, chavista, o se es capitalista, o se está con el futuro, o se está con el retorno al pasado. Son días en los que se muestra la fortaleza ideológica, los oportunistas flotan como briznas de paja de un campo a otro; se guían por las encuestas, procuran no quedar aislados, van con la ola, no les importa hacia donde los lleva esa ola, por supuesto, terminan en la cama del capitalismo.

La justificación que plantea que el objetivo es salir de maduro, no importando más nada, que se debe dejar cualquier diferencia para conseguir este objetivo, es una posición errada, atrapada en la lógica del capitalismo, abandona la trinchera socialista y participa, entra por la puerta de atrás, y la cabeza gacha, en la disputa capitalista.

Chávez, el Chavismo, merecen otra conducta, como enseñó el Comandante, no llevado por los vientos de momento, guiado por los principios, colocarse adelante de las masas conducirla sin vacilaciones, marcarle el camino, no ser conducidos por ella. No importarse en ser minoría, importarse, sí, por la idea que lo mueve. Recordando la frase de Martí, de que «una idea justa desde el fondo de una cueva puede derrotar a un ejército».

Hoy, que los campos están definidos, la posición de los chavistas originarios, auténticos está clara: en contra de los dos bandos capitalistas, en las elecciones de julio. Abstención Activa, militante, por un nuevo gobierno, por volver a Chávez. Chavista no vota por capitalistas, lucha contra ellos. La Solución es volver al camino de Chávez, cualquier otra cosa es seguir en este laberinto, en esta barbarie.

¡CHÁVEZ VOLVERÁ!