Jorge Rachid
Una situación internacional convulsa con un país en crisis profunda, nos debe obligar a repensar los ejes culturales y políticos que marcan nuestra historia, la de los pueblos latinoamericanos, que a lo largo de los siglos forjaron la construcción de identidad americana, con luchas emancipadoras y procesos de liberación nacional, que fueron siempre contra los imperios, primero español, luego inglés y desde hace un siglo el imperio norteamericano.
Desconocer nuestra historia, es convertir al país en una hoja al viento de los nuevos profetas, siempre apalancados en el coloniaje, tanto económico como militar, que intentan sujetar la posibilidad de una construcción latinoamericana, que ya hirió profundamente los intereses de EEUU, como fue el UNASUR y que destruido por la acción combinada de los gobiernos cipayos y una OEA que se puso al servicio de ese objetivo de intereses norteamericanos.
En esa reflexión necesaria, debemos partir de aquellas utopías planteadas desde el marco teórico, filosófico y político por Perón en su actualización doctrinaria para la toma del poder, de la década de 1970, cuando desplegaba su planificación estratégica de la vuelta al poder, después de 18 años de proscripciones y dictaduras, que intentaron impedir la voluntad del pueblo de expresar su conciencia colectiva solidaria y transformadora.
El mismo Líder que nos anunciaba a sesenta días de morir un modelo argentino para el proyecto nacional, un camino donde alertaba sobre los planes del imperialismo sobre nuestros recursos naturales, los alimentos y el agua dulce y que “vendrían por ellos con nosotros o sin nosotros”, por lo cual los Estados Nación seríamos débiles ante el avance del enemigo, por lo que planteaba la necesidad de construir el Continentalismo, como masa crítica de una batalla asimétrica con el gigante norteamericano, fortalecido agresivamente desde la pos guerra.
Nada mejor que reproducir a Perón en sus propias palabras:
“JUSTICIALISMO SOCIALISMO NACIONAL
Entonces debe haber una Tercera Posición que es la que concibe el justicialismo, donde el hombre, en una comunidad que se realiza, pueda también realizarse como ente humano. Esa es la verdadera concepción justicialista que venimos expresando desde hace veinticinco años. Las dos terceras partes de los habitantes del mundo y sus comunidades están pujando por colocarse en esa Tercera Posición.
LA TERCERA POSICIÓN
El antiimperialismo del Tercer Mundo tan distante de uno como del otro de los imperialismos dominantes, lógicamente, el Tercer Mundo está en la tercera posición. La evolución de la humanidad ha ido hacia integraciones mayores: del hombre a la familia, la tribu, el estado primitivo, el estado feudal, la nacionalidad -que hemos vivido los de mi generación-.
Ahora ustedes vivirán la etapa que sigue: el continentalismo. Y es posible que sus nietos y sus bisnietos lleguen a la futura y última integración, que es el universalismo como aspiración de una humanidad realizada.
LIBERACIÓN NACIONAL Y SOCIAL
Si nuestra liberación es inseparable de la liberación continental, ¿debemos coordinar también esta lucha con la de Asia y África? ¿Es esta lucha del Tercer Mundo la que puede universalizar la liberación del hombre? ¡Natural!, es el Tercer Mundo, y hoy nosotros, los que trabajamos dentro de esta línea, estamos en el Tercer Mundo y trabajamos en el Tercer Mundo, y estamos conectados todos los dirigentes populares de América con ese Tercer Mundo, como estamos conectados con la idea de la liberación del continente, trabajando para eso. Y creemos que la juventud, la gente del futuro, debe aferrarse a esa posición, porque ésa será la posición del futuro.”
Este mensaje doctrinario filosófico y político, fue escondido por décadas de las demandas populares, incluso denigrado por una democracia limitada al Mercado por el Consenso de Washington, apertura “generosa” del enemigo anglosajón, después de cerrar las experiencias de las dictaduras militares de la Escuela de las Américas promotora de la Doctrina de Seguridad Nacional, que hoy pretende ser revivida por la lV Flota, la OTAN además de los cipayajes aliados al colonialismo, que hoy gobiernan la Argentina.
Si el peronismo se sigue moviendo en el estrecho margen de esa democracia limitada, sin asumirse como eje del Movimiento Nacional de Liberación, deberá revisar sus objetivos estratégicos, planificando aquellos ejes que respondan a las demandas de la hora, en un Mundo Multipolar que ha cambiado el escenario que conocimos hasta ahora, desde la pos guerra mundial. El peronismo filosófico sigue dando respuestas desde la construcción del pensamiento, que recupera la Patria Matria Grande que es nuestro espacio de una América Latina unida que nunca debió dejar de ser.
Hoy enfrentamos una ofensiva final del coloniaje, que intenta destruir la identidad y la memoria nacional, fragmentar la Patria, someter la Pueblo y saquear el patrimonio nacional. Ante ésta situación debemos desplegar una acción que responda al pensamiento situado, sin seguir la agenda del enemigo y con disposición plena de luchar por el poder, para romper los techos de la dependencia del Mercado como ordenador social, construyendo un camino de reencuentro con el pueblo, con sus demandas abandonadas en aras de procesos electorales, sin contenido, ni utopías, ni esperanzas en una dirigencia con debilidades doctrinarias, que nos ha alejado de la posibilidad cierta de construir Comunidad Organizada.
Recuperar la banderas del Socialismo Nacional es un llamado a la reconstrucción del Movimiento Nacional con sentimiento patriótico, luchando por la Soberanía Nacional, la Independencia Económica y la Justicia Social, en un Mundo que está esperando que nuestro país recupere la historia de lucha y de construcción de conocimiento científico tecnológico, que permita ir hacia un Modelos Social y Productivo solidario, que ha sido ejemplo en los Pueblos Latinoamericanos.
Jorge Rachid
CABA, 7 de junio de 2024
BIBLIOTECA
Juan Perón: Modelo Argentino para un Proyecto Nacional Ed. Instituto JDP
Juan Perón: Actualización Doctrinaria para la toma del Poder Ed. El Ortiva
Arturo Jauretche: Política y Economía Ed. Peña Lillo