ARGIMIRO GABALDÓN

Un día como hoy, 15 de julio de 1919, nace en la hacienda Santo Cristo, Biscucuy, estado Portuguesa, Argimiro Enrique de La Santísima Trinidad Gabaldón Márquez, parteado por su propio padre el general Rafael José Gabaldón.
De las MEMORIAS, escritas por Chemaría Giménez, aún sin publicar, les traigo un escrito dedicado al Comandante Guerrillero Argimiro Gabaldón, que nos permite ver otro ángulo de ese extraordinario personaje.
Su esposa, Doña Luisa Martí de Gabaldón, unió lazos nupciales con Argimiro en el año de 1948, teniendo ella dieciséis años, y él veintisiete. Ambos, tuvieron cuatro hijos: Carmen Dolores, Beatriz, Alejandro y Tatiana.
Argimiro muere en circunstancias que aún son discutidas, el 13 de diciembre de 1964; se trato de que en una reunión con sus compañeros de armas en la montaña, a uno de los presentes se le escapó y le dio en su humanidad.
A los 105 años del nacimiento del Comandante Carache, les presento estas notas acompañadas de una plumilla elaborada por mí, en el 2010, colocada en la Exposición: “Mártires de la Revolución Venezolana”.
Freddy Jiménez

ARGIMIRO GABALDÓN, DE BRILLANTE PRINCIPIOS SOCIALISTAS5

Por José María Giménez

Argimiro Gabaldón fue también gran amigo mío, lo conocí en El Tocuyo como aficionado a la pintura cuando llegó de Río de Janeiro donde había hecho un curso de Artes Plásticas porque su padre, el General Gabaldón, desempeñaba el cargo de cónsul de Venezuela en el Brasil.
A Argimiro le gustaba conversar sobre las diferentes Escuelas que estaban apareciendo en Europa, sobre todo la Impresionista Francesa que era la que prevalecía. Tenía sensibilidad de artista y le gustaba visitarme para conversar conmigo.
Cuando llegaba a mi casa se asomaba a la puerta del jardín y me decía con cierto énfasis:
¿Cómo está este artista?
Yo lo aprecié mucho porque era un hombre íntegro, de brillantes principios socialistas y con un gran concepto nacionalista.
Un día me trajo unos cuadros que había pintado para que le diera mi opinión sobre ellos.
Observé que sus obras eran de gran calidad, que tenía un buen estilo y una agradable combinación de colores que prometía ser un buen pintor, al punto que creo que si se hubiese dedicado al oficio hoy fuera uno de los mejores pintores del Estado Lara.
Pero hombre de espíritu aventurero y enérgicas convicciones revolucionarias prefirió consagrar sus esfuerzos a la noble causa por la que sacrificó su vida.