Argelia Mercedes Laya López nació en una hacienda de cacao, en Venezuela en 1926. Su padre era un coronel y su madre, militante de la Agrupación Cultural Femenina, siempre le inculcó la importancia de defender la condición de ser mujeres y negras. Estas enseñanzas se transformaron en el estandarte político de Argelia, quien dedicó su vida a la lucha por los derechos de las mujeres a la educación, la participación cultural y la capacitación.
Tras la muerte de su padre en 1936, su familia quedó sumida en la pobreza. Con mucho esfuerzo lograron que Argelia se graduara de profesora al tener 19 años. Paralelamente se sumó a organizaciones sociales, juntas de vecinos y más. En 1945 un Golpe de Estado sacó al Presidente Medina Angarita, y Argelia al ser profesora fue enviada a La Guaira para una campaña de alfabetización. En este lugar su activismo político sólo se acrecentó, pasando a formar parte de la Federación Venezolana de Maestros, el Colegio de Profesores de Venezuela, y la Legión de Mujeres Nacionalistas.
Su compromiso político hizo que fuera promotora del ejercicio del voto femenino en 1947 y la reforma al Código Civil venezolano con la “Ley aprobatoria para la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer”, siendo parte de organizaciones que promovían derechos humanos de las mujeres negras, indígenas y los discapacitados.
Fundó y trabajó en la Unión Nacional de Mujeres y en la Legión de Mujeres Nacionalistas, organizaciones desde las que siguió defendiendo los derechos de las mujeres, especialmente los relacionados a las prestaciones sociales, el trabajo, la maternidad, y por el reconocimiento del valor del trabajo doméstico.
Se sumó al Partido Comunista durante los sesenta, donde se creó las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional, un movimiento guerrillero que operaba en la clandestinidad. Nombrada como Comandante Jacinta, Argelia estuvo seis años recorriendo las montañas de Lara. Tras la pacificación se convirtió en la presidenta del Movimiento al Socialismo.
Durante los ochenta y hasta su muerte en 1997, Argelia promovió la creación de la Coordinadora de Organizaciones No Gubernamentales de Mujeres, y fue miembro de distintas comisiones por el trabajo de género, tanto nacionales como internacionales.