Un resumen de los posicionamientos internacionales frente a las elecciones de #Venezuela arroja este balance provisorio:

-La radicalizada derecha y ultraderecha latinoamericana impugna, con varios matices, los resultados del Consejo Nacional Electoral, y convoca desde una reunión urgente de la OEA hasta una rebelión militar contra el presidente en ejercicio Nicolás Maduro. Es en esencia la postura de María Corina Machado. -Los gobiernos de Estados Unidos y la Unión Europea siembran dudas y alientan suspicacias con la narrativa de fraude, pero, mucho más moderados, llaman a esperar los resultados totales y a una auditoría (de todos modos, reconocer a Maduro implicaría devolver los activos expropiados a CITGO y las reservas de oro confiscadas en Inglaterra, así que no es nada probable). -El «centro» latinoamericano, con Boric de Chile y Arévalo de Guatemala a la cabeza, se posicionan paradójicamente más cerca del primer pelotón que del segundo, dando casi por descontado un presunto fraude. -Nayib Bukele, el radical libre de la derecha regional, dotado de mayor autonomía que sus pares de la región, no se ha pronunciado de momento. -Parte de la izquierda regional (Honduras, Bolivia, Cuba y Nicaragua) reconocieron tempranamente el resultado del CNE y felicitaron de inmediato a Maduro. -Lo mismo hicieron a nivel global China, Rusia e Irán; y parece que lo mismo hará Erdogán en Turquía. -Colombia, Brasil y México aparecen como el fiel de la balanza latinoamericana. México ya anticipó, con AMLO, que esperará los resultados totales y que de mantenerse la tendencia reconocerá a Maduro. Con más cautela, los gobiernos de Petro y Lula llaman no sólo a esperar los resultados, sino que también piden los números discriminados por centro de votación. #ElecciononesEnVenezuela