SIMON TRINIDAD cumplió el 30 de julio sus 74 años y sigue como prisionero de guerra, no en Colombia sino en EEUU, resultado de un “Falso Positivo Judicial”. Fue acusado por la captura de tres agentes de la CIA el 23 de febrero de 2003 cuando su avioneta de espionaje cayó en el departamento de Caquetá y fueron tomados prisioneros por el Bloque Sur de las FARC-EP, bajo el mando del comandante Raúl Reyes.
En ese momento Trinidad ni siquiera estaba en el sur sino en el oriente de Colombia, cerca la frontera de Venezuela, semanas de marchas por las trochas de la selva colombiana. Pero eso no impactó a la injusticia gringa que lo acusó de ser responsable por la captura de los tres agentes como integrante del Secretariado, máximo órgano de la guerrilla de las FARC-EP.
Tampoco era cierto. Simón Trinidad, o Ricardo Palmera que es su nombre civil, no era integrante del Secretariado, pero si, había sido negociador de la guerrilla en el proceso de paz en San Vicente de Caguán entre 1999-febrero de 2002, cuando el presidente Pastrana rompió el proceso y comenzó la guerra total.
Fue enviado por la guerrilla de buscar al emisario de Koffi Annan, el secretario general de la ONU, para intentar de crear los mecanismos juntos con la ONU para la liberación de más de 50 oficiales militares colombianos, prisioneros de guerra, capturados por las FARC-EP en combates con el ejército. Fue, cuando se encontraba en Quito cuando fueron descubiertos.
TRINIDAD FUE SENTENCIADO a 60 años de cárcel en un solo punto, y era justamente de ser integrante del Secretariado de las FARC, los otros tres puntos sobre “narcotráfico” fueron rechazados por los jueces. Es decir, Trinidad está condenado a morir en las cárceles más inhumanas del mundo por un “Falso Positivo Judicial” y por haber tenido la tarea de la guerrilla de buscar como liberar militares colombianos.
La JEP, Jurisdicción Especial para la Paz, un órgano creado en el Acuerdo de Paz en La Habana en noviembre de 2016, decidió el 23 de septiembre de 2023 incorporar a Simón Trinidad en el sistema. Es decir, podría ser beneficiado de un indulto o amnistía.
Pero desde que ese órgano, que hoy más enjuicia a los mandos guerrilleros medios y se ha olvidado por completo los verdaderos autores del terrorismo de estado y los promotores de haber causado el conflicto social y armado en Colombia desde el 1964, no tiene noticias sobre la solicitud a las autoridades estadounidenses en el caso de Trinidad. El gobierno de Gustavo Petro también tiene un perfil bajo y debería presionar a Washington para que el ciudadano colombiano Ricardo Palmera sea liberado de las mazmorras gringas y enviado de vuelta a Colombia.
ME ACUERDO LOS DÍAS del mes de abril de 2005 cuando me encontraba en el campamento del comandante Raúl Reyes en el sur de Colombia y vi entrando una mujer guapa, sonriéndose y todos los guerrilleros la rodearon y la abrazaron. Pregunté a una guerrillera quien era aquella mujer y me contó que era LUCERO PALMERA, compañera de vida y lucha de SIMÓN TRINIDAD y la madre de su hija.
Había estado presente en Quito cuando agentes de la CIA, DAS (Colombia) y agentes de Ecuador los habían detenido a principio del mes de enero de 2004 en la capital ecuatoriana, Quito. Como no había orden de captura a Lucero, ella y la hija de ellos fueron liberadas al otro día mientras Simón fue extraditado a Colombia por el ex militar y presidente Lucio Gutiérrez. El narcopresidente Álvaro Uribe intentó de chantajear a Simón para que colaborara, pero Simón era, como titula el libro de Jorge Botero “El hombre de hierro”. Jamás traicionaría a Manuel Marulanda y su organización.
EL DÍA 31 DE DICIEMBRE de 2004 fue extraditado a Estados Unidos y la última gestión de Simón a las cámaras antes de subir al avión fueron dos puños esposados. Cuatro meses más tarde pude entrevistar a Lucero en calidad de encargada de la emisora “Voz de la Resistencia” del Bloque Sur, muy adentro y escondido en la selva el campamento donde transmitía los mensajes y programas radiales, desde las 06,00 horas de la madrugada hasta la noche, un trabajo titánico.
En septiembre de 2010 regresó su hija, que ya tenía 18 años. Y llegó para reunirse con su madre que se encontraba en el Frente 48 en el sur de Colombia, cerca la frontera con Ecuador.
ESA NOCHE LAS DOS, más de una treintena de guerrilleros fueron asesinados por la aviación colombiana que los voló con las bombas. Un chip/GPS que un agente le había colocado en su chaqueta en Quito, reveló las coordenadas del campamento. Murieron las dos y Simón fue nuevamente golpeado, mil veces peor que los años de cárcel como sentencia.
No hay que olvidarlo, y menos los negociadores de los movimientos guerrilleros que están en un diálogo con el gobierno de Petro. Tanto las “disidencias” de las FARC como el ELN tienen el deber moral de exigir a su contrincante la liberación de Simón Trinidad de la cárcel en EEUU y los demás prisioneros de guerra en las cárceles colombianas.
Para que no se olviden el caso de Simón, anexo una recopilación (PDF) de artículos y reportajes que armó el médico y escritor, Hernando Vanegas, fallecido en exilio en Suecia el 2019. Tres de sus hermanos también fueron víctimas del Terrorismo de Estado en Colombia.
Dick Emanuelsson
La entrevista con Lucero Palmera en abril de 2005:
https://colomdick.blogspot.com/2024/03/entrevista-abril-2005-lucero-palmera-la.html