Amado Niño Jesús .
Como lo he hecho durante muchísimos años en navidad, desde mi humilde posición como ser humano de estos tiempos del Siglo XXI, una vez más te escribo mi carta.
Cuando éramos niñ@s, algunos de nuestros parientes más cercanos, nos alentaban y animaban a infundir aliento, esfuerzo y vigor para escribirte; previamente desde nuestro puño y letra, una pequeña carta realizada antes de la Celebración del Día del nacimiento del Niño Jesús, el 25 de diciembre; con la finalidad de pedir los regalos al celestial cumpleañero.
Hoy en día, para adultos y niñ@s de esta época, ha sido una tradición muy ajustada a estas realidades por el uso en ocasiones desmedidas del Internet y la supremacía de las Redes Sociales; no obstante te doy Gracias por permitirme esta posibilidad de seguir escribiendote con el pasar de la memoria.
En esta oportunidad lo hago desde la Isla Margarita, en el Caribe Venezolano, este 21 de diciembre, solsticio de invierno, cuando es el día de luz solar con menos intensidad en el hemisferio norte de nuestro amado planeta Tierra.
Si algo he lamentado de manera profunda y dolorosa este año 2024 que esta por finalizar, es que en la región del Medio Oriente que te vio nacer, aún continúa la terrible guerra convertida en un genocidio contra tu Pueblo Palestino; con más severidad es la conflagración en la cercanía de Damasco y otros lugares cercanos a Nazaret y tu sempiterna Belén.
Si algo estoy convencido en estos tiempos es que tu Natividad fue para alumbrar una nueva era de la humanidad. Es cierto que han pasado más de 2000 años de ese día infinitamente memorable de la Natividad y Nacimiento del Niño Dios.
El Salmista nos ha iluminado con la Sabiduría del Dios de la Eternidad y el Universo, que mil años son como unas cuantas horas de la noche, son como el día de ayer que pasó. Un milenio es una brevedad inconmensurable del tiempo y el espacio para el Altísimo y la Creación.
Con tu Nacimiento en la Tierra Santa de Belén en Palestina, se abrió el umbral absolutamente de la buena nueva para la historia de la humanidad. Hemos pasado un trayecto de aprendizajes y saberes continúos, extraordinarios, duros y excepcionales, que nos ha permitido reflexionar profundamente sobre esta esperanza real de tu Infinito Amor.
Con tus enseñanzas y legado sagrado compartidos de nuestros ancestros hermanos cristianos, ha permitido a la vida humana y demas seres de la Naturaleza y la Creación, una posibilidad mejor de existencia hacia una racional plenitud en la construcción colectiva de un feliz destino y otro Mundo Posible; tanto para los humanos como para demás seres vivos de nuestro amado planeta Tierra .
Amado Niño Jesús, eres la Luz del Mundo, y somos miles de millones quienes creemos que tus enseñanzas y Buenas Nuevas son la brújula y guía para el Umbral de una Civilización del Amor en la que todos nos hemos sentidos convocados.
Moral y Luces nos apuntaba nuestro Libertador Simón Bolívar, como ser Crístico y de Luz sobre aquel conjunto de condiciones morales, sociales e históricas que servirían de asidero para que
la “Civilización del Amor» sea construida, y a la vez, para no condescender con resignación ante las circunstancias actuales, sino hacer de estos esfuerzos compartidos, una posibilidad y una esperanza, sobre una nueva forma de vivir juntos con fe, esperanza y amor.
《Ni el odio, ni la competición, ni la avaricia serán su “dialéctica”, sino el amor, el amor generador de amor, el amor del Ser humano por nuestros herman@s, por nuestros seres de la Creación, la Naturaleza y demás elementos cósmicos del Universo.》
Niño Jesús, Tú eres el Grande, el Todopoderoso, el Omnipresente y Toda Sabiduría Infinita; el Universo y la Tierra están llenos de tu Misericordia.
La “Civilización del Amor” prevalecerá en los afanes frente a las implacables guerras y luchas sociales; dando al mundo la soñada transfiguración amorosa de la humanidad finalmente cristiana, con profundo respeto a todos los seres de la Creación.
La Civilización del Amor «hunde sus raíces en la esperanza de los pueblos redimidos . No es posible amarte realmente, Niño Jesús, con un amor generador pleno de un futuro ideal y sin esperanza; sin la verdadera fe , que es aquella que invita a la superación de los límites y de los obstáculos, propios de los horizontes temporales, sin olvidar que es la familia el núcleo enmancipador de la Civilización del Amor.
Te pido amado Niño Jesús, en la Eternidad de la Familia de Nazaret, con la Santísima Madre Maria y el Apostolado de José, que La Civilización del Amor sea un concepto asimilados por todas las culturas y creencias en este Siglo XXI; para que se refiera la idea, los saberes creadores y aprendizajes que nos permitan construir una sociedad basada y compartida en valores como la solidaridad, la justicia, la libertad, la paz, la verdad y la ecología; acompañados con emociones y sentimientos como la alegría, la felicidad, la esperanza y sobre todo el amor.
Que para este próximo año 2025, el venidero 19 de Diciembre 25, honraremos y conmemoraremos el Bicentenario del Decreto Bolivariano de Chuquisaca de la eterna Bolivia; en el cual nuestro Libertador Simón Bolívar emitió las medidas conservacionista de mayor relevancia que se haya podido plantear en Suramérica a lo largo del siglo XIX.
Te pido Niño Dios nos ilumines, en tu Infinita Gracia y Misericordia, que podamos tener las victorias ante esfuerzos compartidos en fe, esperanza y amor para nuestros proyectos conservacionistas y medioambientales, de Reforestación y Remediación de la Naturaleza, de los bosques y manglares, de los sueños amorosos del Instituto Talitha kumi y toda nuestra generación de hombres, mujeres y niñ@s que nos dedicaremos con esmero y amor por la educación ambiental hasta el final de los tiempos.
Llénanos de tu Sabiduría al comenzar todos los días,
y alegres cantaremos toda nuestra vida.
Danos tantos años de alegría
como los años de aflicción que hemos tenido.
¡ Niño Dios, amado Jesucristo!
《Haz que tus siervos y sus descendientes
puedan ver tus Obras y tu Gloria para una construcción de una Civilización de Amor》
Que la bondad del Señor, nuestro Dios, el Niño Jesús
esté sobre nosotros.
¡Afirma, Señor, nuestro trabajo!
¡Afirma, sí, Niño Jesús nuestro trabajo!.
¡Viva el esplendor del año 2025!
Feliz Navidad 2024.
William Ramón Fariñas .
Venceremos.
Amén .