La Batalla de Stalingrado: un hito decisivo en la lucha contra la Alemania nazi

Un soldado soviético ondea la bandera roja tras la rendición alemana en febrero de 1943. Foto Georgii Zelma

El embajador de Rusia en Caracas recuerda en este artículo el aporte del petróleo venezolano a las fuerzas aliadas

Sergey Mélik-Bagdasárov / Embajador de Rusia en Venezuela

2 febrero, 2025

El 2 de febrero de cada año, Rusia celebra el Día de la Gloria Militar en conmemoración de la victoria de la Batalla de Stalingrado, ocurrida en 1943. Este enfrentamiento titánico entre las fuerzas de la Unión Soviética y el ejército nazi marcó el inicio del colapso del Tercer Reich y cambió el curso de la Segunda Guerra Mundial.

El Camino hacia la Victoria en Stalingrado

La ofensiva alemana en el frente oriental tenía como objetivo crucial apoderarse de Stalingrado, una ciudad estratégica a orillas del río Volga. El plan nazi buscaba cortar una de las principales arterias de transporte de la Unión Soviética y asfixiar sus capacidades logísticas.

La batalla se prolongó durante 200 días y noches de combates encarnizados. La línea de frente no existía en un sentido tradicional: cada casa, calle, habitación y escalera se convirtió en un campo de batalla. Un episodio emblemático de esta resistencia fue la defensa del famoso Casa de Pávlov, un edificio de cuatro pisos que un grupo de soldados soviéticos, liderados por el teniente Iván Afanásiev y el sargento Yakov Pávlov, defendió heroicamente durante 58 días, más tiempo del que resistió Francia ante la invasión nazi.

El 19 de noviembre de 1942, la operación soviética «Urano» marcó un punto de inflexión. Las tropas del Ejército Rojo lograron rodear a las fuerzas alemanas, cerrando el «caldero de Stalingrado» el 23 de noviembre. En esta trampa quedaron atrapados 330 mil soldados y oficiales alemanes. Finalmente, el 31 de enero de 1943, el mariscal de campo Friedrich Paulus se rindió, sellando una de las mayores derrotas de la Alemania nazi.

La victoria en Stalingrado no solo cambió la dinámica del frente oriental, sino que tuvo repercusiones en toda la Segunda Guerra Mundial, acelerando la derrota definitiva del nazismo.

En este contexto, cabe mencionar que Venezuela también aportó al triunfo del Ejército Rojo. Si bien su participación directa en el conflicto fue limitada, su contribución energética resultó importante. A través del programa de Lend-Lease la industria petrolera venezolana suministró petróleo fundamental para las fuerzas aliadas. Este combustible fue utilizado para abastecer aviones y vehículos militares, incluyendo aquellos que operaron en el frente de Stalingrado.

El periodista y poeta soviético Konstantín Mijáilovich Símonov, quien vivió de cerca la batalla, describió así la victoria soviética:

“El sonido de Stalingrado es el crujido irreparable de la máquina de guerra alemana rompiéndose para siempre.”

El Legado Inquebrantable de Stalingrado

La Batalla de Stalingrado es un recordatorio eterno del valor, la resistencia y el sacrificio en la lucha contra el fascismo. Su impacto trascendió fronteras, uniendo a naciones en un esfuerzo común por la libertad.