De cómo la CIA y EE.UU. inventaron el narcotráfico como lo conocemos hoy

Por: M Hernández Borbolla

Las agresiones de EE.UU. contra México son mera propaganda imperialista. Está documentado que EE.UU. creó a los cárteles mexicanos y colombianos. Aquí va la información para combatir la propaganda fascista.

Antes de entrar de lleno, solo recordar que el primer cártel de la droga a nivel global, fue creado por Reino Unido a través de la Compañía Británica de las Indias, que fue el primer gran traficante de opio, el cual usaron contra China dentro de su política colonialista.

Durante la Segunda Guerra Mundial, existía la Oficina de Servicios Estratégicos, antecesora de la CIA. Ahí trabajaba el coronel Paul Helliwell, a quien muchos autores identifican como el tipo que inventó el narco(…)

Helliwell utilizó la venta de opio cultivado en Birmania para financiar la guerra de la CIA contra la revolución comunista de Mao en China, para ayudarle al régimen fascista de Chaing Kai-shek, mismo que fue derrotado y atrincherado en Taiwán.

Paul Helliwell introdujo en EE.UU. opio proveniente de Asia. Años después, se convirtió en el gran banquero de la CIA, financiando operaciones encubiertas contra Cuba y otros, con dinero del narco con el banco Castle Bank & Trust, asentado en Bahamas.

El escándalo se dio a conocer en 1973, por un asunto de evasión fiscal, dentro de la Operación Tradewinds. Sin embargo, la investigación fue desechada por presiones de la CIA.

EE.UU. usó el narcotráfico como coartada para combatir a las guerrillas socialistas en América Latina, tal como quedó claro con la Operación Cóndor y el respaldo a las dictaduras. Desde entonces, el narco ha sido usado como coartada para el imperialismo.

Fue así que la CIA, en complicidad con entes gubernamentales como la DFS en México y el «Pacto con el diablo» en Colombia, tuvo un papel determinante en la conformación de los grandes cárteles de la droga en América Latina. Los cárteles son invención de la CIA.

Está ampliamente documentado cómo fue que en Colombia, el piloto Barry Seal, agente de la CIA, transportó cocaína a EE.UU. en aviones de la CIA para financiar operaciones de contrainsurgencia en Nicaragua y otras regiones del continente [fotos de Pablo Escobar con Seal, ver URL]. El hijo de Escobar ha reconocido abiertamente que su padre trabajaba para la CIA.

En México, las organizaciones del narcotráfico crecieron al amparo de la Dirección Federal de Seguridad, que eran prácticamente empleados de la CIA junto con algunos expresidentes mexicanos que participaron en la Guerra Sucia. De hecho, la CIA grabó la tortura del agente de la DEA, Enrique Kiki Camarena, a manos del cártel de Guadalajara, como ha dado a conocer Héctor Berrellez, exDEA. Ahí estuvo presente Félix Ismael Rodríguez, el agente de la CIA que ordenó asesinar a Ernesto ‘Ché’ Guevara.

La CIA asesinó a Camarena porque no quería que se supiera que en un rancho de Rafael Caro Quintero en Veracruz, la CIA traficaba drogas y armas, y entrenaba paramilitares para combatir en Nicaragua. La CIA fue socio fundador del Cártel de Guadalajara, primer gran cártel mexicano. Por este mismo asunto fue que asesinaron al periodista Manuel Buendía, quien seguía la pista del rancho en Veracruz. También asesinaron al periodista Javier Juárez.

Del Cártel de Guadalajara, se creó el Cártel de Sinaloa. Desde entonces, los cárteles mexicanos han colaborado con las agencias estadounidenses, como lo acabamos de ver con la captura de Ismael Mayo Zambada y el acuerdo de EE.UU. con los Chapitos.

El periodista Gary Webb documentó en su libro Dark Alliance cómo la CIA usó la venta de crack en California para financiar a los contras en Nicaragua. La prensa hegemónica lo denostó. Lo asesinaron de dos balazos en la cabeza, aunque la versión oficial dijo que fue suicidio.

Ahora Trump culpa a México por los cárteles de la droga que creó EE.UU a través de la CIA