Mario Silva ya no silba

Por: José Luis Ibrahin Esté 

Fíjate Mario Silva.Tú grave problema es, que perdiste todo tipo de credibilidad por montar tus falsos positivos mediáticos. En un principio los revolucionarios te veíamos en la Hojilla con Eilin Padrón y Néstor Francia a los cuales tuve el placer de conocer y a quiénes con tus artimañas lograste sacar del muy visto programa la Hojilla de la época. Cada vez perdías más credibilidad, incluso te atreviste a decirle a Diosdado con mucha saña, hasta del mal que se iba a morir, ofendiste y llamaste ladrona y vampira a Tania Díaz y proferistes ofensas en contra de Cilia Flores a la cual también metiste en tu saco roto. Desde allí, el pueblo revolucionario dejó de verte y tan sólo aparentabas tener audiencia a punta de bots y tú maquinaria mediática maquiavélica. Fuiste con tus cizañas y fakes, pieza clave entre otros torpes divisionistas que nunca leyeron a Gramsci, que no aprendieron a sumar como si lo hizo Chávez sino a restar, causantes de la división y destrucción de nuestro glorioso partido, el cual fue mermando poco a poco por culpa de personajes divisorios como tú y de la infiltración permitida alertada por el comandante, la cual cabalgó y cabalga internamente, lo que ha logrado desmembrar las fuerzas históricas construidas por el Arañero.

Aplaudiste a María Alejandra Díaz hasta el cansancio para luego tratar de descalificarla a ella y a otros revolucionarios irreverentes. Con respecto a María Alejandra, tienes que enjuagarte la boca antes de ni siquiera nombrarla, pero no has podido ni podrás descalificarla, al contrario, la enalteces por tú falta de credibilidad. La gente ya no te creé, no te pasa, porque sabe que mientes y todo lo que digas de alguna persona, sea quién sea en lo político, en vez de hacerle daño lo levantas porque la gente lo percibe como falso, situación que tú mismo creaste con tus mentiras. En el caso de lo que dijiste de Diosdado, Tania y Cilia, fuistes insistente en decir que esa grabación era un montaje, pero terminaste reconociendo públicamente que sí lo habías dicho porque el descaro ya era inocultable.

Apoyar a Enrique Márquez no es un delito y los revolucionarios que lo hicimos, nunca apoyaremos a la extrema derecha ni mucho menos a gente como tú que tanto daño le ha hecho a la revolución del pueblo.

Engañarás con tu falsa verborrea a los pendejos, pero al pueblo revolucionario cierto y despierto no lo logras engañar.

Puedes salir corriendo a meter chismes para que me jodan, que es lo que tú acostumbras hacer cuando las vísceras te asaltan, lo cual también haces para escalar posiciones, pero éso no te salvará de la debacle personal de la historia que tú mismo te creaste. Además, ya no tengo edad ni para callar ni para tener miedo, los años no pasan en vano.

Tú no eres un revolucionario porque un revolucionario no es oportunista ni mucho menos destruye sino que construye unificando al pueblo desde cualquier espacio, tú tienes de revolucionario, lo que yo tengo de astronauta o de científico nuclear.

Seguramente ahora dirás que me paga la CIA, pero averigua en dónde vivo y compara tu casa en el Junko con la mía, allí te darás cuenta quién de los dos es más pudiente y quién vive con humildad o en lo suntuoso. Un anticapitalista no puede vivir en la suntuosidad de los capitalistas, de los burgueses porque entonces sus mensajes no son creíbles.

Un Revolucionario no miente, no calumnia, un revolucionario es humanista, es solidario, abraza al hermano de luchas, no lo destruye, un revolucionario no traiciona al pueblo por intereses personales, un revolucionario no divide, no intenta destruir a nadie con falsos, un revolucionario no es fascista ni persigue a nadie porque piense diferente, un revolucionario suma y hace crecer la causa justa con argumentos válidos y verdaderos como lo hacia Chávez.

Te creíste un Dios y aún estando en el abismo de la soledad, tu prepotencia te hace creer que sigues siendo un Dios mediático con el poder de la verdad absoluta en tus manos. Pero no Mario Silva, pasarás al olvido por tu ego prepotente, por mentir y por tratar sin poder de destruir a los demás, cosa que el pueblo sabio percibió y te echó al olvido y a la cañería de la historia.

Soy José Luis Ibrahin Esté;

Revolucionario, de Izquierda, Chavista y formado por mis padres y familiares perseguidos por la extrema derecha por el simple hecho de ser de la izquierda siempre irreverente..

Patria o muerte es la consigna de los que luchan por su pueblo, cuando tú andabas trabajando en los diarios del capitalismo, yo cantaba el Bella Ciao, así que contigo; «Zape Gato» como decía mi abuela por ser más falso que una escopeta é palo..