Hace poco, el compedio de reglas y restricciones de uso de Facebook cayeron en las manos de reporteros del periódico The Guardian. Según un artículo de investigación, los operadores de la gigante empresa de tecnología tienen la facultad para decidir exactamente qué pueden o no publicar en sus páginas los 2 mil millones de usuarios de esta red social. El reportaje ha generado una intensa discusión sobre la inexistencia de normas éticas que pudieran evitar la censura por parte del gigante de la tecnología; de igual forma, sobre la decisión de las agencias de inteligencia de Estados Unidos de espiar a sus ciudadanos, lo cual viola la Ley de Libertad de EE.UU (The USA Freedom Act).
El hecho de que EEUU creó el Internet como una herramienta para ejercer control sobre el espacio de información, como un ambiente conveniente para el espionaje, la recolección de datos sucios y la difusión de mentiras está demostrado desde hace mucho tiempo. Para los ingenuos que se niegan a creer los hechos fácticos, sólo se puede recordar un viejo dicho: no hay tal cosa como un almuerzo gratis. Pero, ¿quién es el dueño del Internet supuestamente libre? ¿Quién lo creó y por qué?
Según Reuters, sólo el año pasado la Agencia Nacional de Seguridad de EEUU (NSA) interceptó 151 millones de llamadas telefónicas de ciudadanos estadounidenses, a pesar de que el Congreso había limitado la capacidad de ejercer vigilancia a las agencias de inteligencia mediante la Ley de Libertad de EEUU según la cual los tribunales deben decidir cuándo permitir que las agencias de inteligencia recopilen información sobre una persona sospechosa con actividad delictiva.
Sin embargo, el control de los servicios de inteligencia estadounidenses sobre el espacio mundial de información ha sido descubierto por un sinfín de publicaciones en medios de comunicación estadounidenses y extranjeros, mostrando que EEUU está violando groseramente incluso los derechos humanos más básicos, al crear un sistema de interceptación electrónica y procesamiento de todo tipo de datos sobre usuarios en Internet.
Las agencias de inteligencia de EEUU y Gran Bretaña violan leyes nacionales e internacionales
No es una exageración afirmar que todos los aspectos de nuestra vida cotidiana están siendo controlados: conversaciones telefónicas, mensajes de texto, todo lo que escribimos en redes sociales y lo que enviamos por correo electrónico. De este modo, el periódico británico The Guardian confirmó la existencia de intercambio de información sobre mensajes electrónicos interceptados de ciudadanos estadounidenses y ciudadanos británicos ente las agencias de inteligencia estadounidenses y la Central de Comunicaciones del Gobierno británico. Incluso los tribunales británicos reconocieron la ilegalidad de dicha cooperación -la que existe desde hace al menos siete años-, ya que se llevó a cabo violando las convenciones internacionales sobre derechos humanos.
Además, The Guardian también reveló que las escuchas telefónicas que Mi-5 y Mi-6 autorizó para interceptar las consultas entre ciudadanos del Reino Unido y sus abogados y alcanzar ventaja durante los juicios, constituyen una violación tanto de leyes nacionales como de las normas internacionales.
The Intercept también reveló que la NSA y sus socios británicos de la Central de Comunicaciones del Gobierno Británico robaron las claves de cifrado del fabricante de tarjetas SIM más grande del mundo (Gemalto), en los Países Bajos. Esto permitió a las agencias de inteligencia de ambas naciones aprovechar todo tipo de conversaciones telefónicas e interceptar cualquier información enviada a través de un dispositivo móvil con una tarjeta SIM producida por Gemalto.
A finales de 2014, el Wall Street Journal también reveló las prácticas que permitieron a las agencias de inteligencia estadounidenses registrar la información almacenada en millones de teléfonos celulares de EEUU a través del uso de spyware especial. Además, Wikileaks publicó documentos de la CIA que muestran que esta agencia es capaz de interceptar mensajes enviados a través de aplicaciones que utilizan mensajes cifrados como WhatsApp, Telegram y Signal.
Cabe señalar que las agencias de inteligencia de EEUU han sido bastante metódicas en la recopilación de información que de una u otra forma se podría utilizar no sólo contra los ciudadanos comunes, sino incluso contra las principales figuras políticas. En octubre de 2013 estalló un escándalo por la escucha telefónica por parte de la Agencia de Seguridad Nacional del teléfono de la canciller alemana Angela Merkel. Resultó que la NSA había estado llevando a cabo tales intromisiones durante más de diez años para el momento del incidente. Finalmente, el impasse fue minimizado y no ocurrió cambio real alguno de esas prácticas maliciosas.
¿Cuántas otras revelaciones sobre el control total que las agencias de inteligencia estadounidenses ejercen sobre el espacio de información deberán ser expuestas antes de que la actitud de burla hacia los derechos humanos y la libertad de expresión de Washington finalmente sea desafiada y detenida?
Publicado originalmente en New Eastern Outlook. La traducción para Misión Verdad la hizo María Luisa Salazar.