El texto del Decreto dice: “Habiéndose aumentado el número de las provincias que componen la República de Venezuela, por la incorporación de la Guayana decretada el 15 de octubre último, decreto: Artículo único: A las siete estrellas que lleva la Bandera Nacional de Venezuela se añadirá una, como emblema de la Provincia de Guayana, de modo que el número de las estrellas será en adelante de ocho».
Con este hecho, Bolívar perseguía la unidad de las provincias de Venezuela, con la finalidad de construir la fisonomía geográfica, para darle una identidad única de nación en el terreno físico y en el imaginario colectivo.
A raíz de la separación de Venezuela de la Gran Colombia, los diversos gobiernos republicanos, desde 1830 a 1999, dejaron en el olvido el Decreto del 20 de noviembre, restaurando la Bandera Nacional con sólo siete estrellas.
En el 2005, el presidente del Gobierno Revolucionario y Bolivariano, comandante Hugo Chávez Frías, anuncia su disposición de trabajar para que la octava estrella sea incorporada nuevamente al Pabellón venezolano, como símbolo de la unidad venezolana.
Ante la solicitud del Primer Mandatario, la Asamblea Nacional empieza un debate sobre los cambios que deben producirse en los símbolos patrios, que culmina el 09 de marzo de 2006 con la aprobación de la inclusión de una octava estrella, en representación de la Provincia de Guayana y en honor del decreto de “El Libertador†Simón Bolívar.