A un año de su elección, Trump es el presidente estadounidense con menos popularidad en su primer año de gestión.
Tras un año de la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos se ha configurado como un personaje polémico dentro de la política estadounidense e internacional. Ha sido considerado como el presidente más peligroso del mundo por un informe de 27 expertos con base a su perfil psicológico, pero más allá de valoraciones psicológicas, la política de Trump es rechazada por el 59 por ciento de la población estadounidense.
La política contra países como Irán, Corea del Norte, Cuba y Venezuela; la agenda económica ejecutada y sus maniobras contra el sistema de salud son algunos puntos esenciales sobre la gestión de Trump durante estos meses.
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Política exterior
A pesar de que Trump rechazó en su campaña la posición injerencista y militar de Estados Unidos en sus anteriores gobiernos, ha dado continuidad a ellas durante su primer año de mandato.
En su posición como candidato presidencial propuso «una salida pacífica» en cuanto a las intervenciones en Siria. Sin embargo, el 6 de abril de este año ordenó el lanzamiento de 60 misiles Tomahawk desde dos buques estadounidenses que se encontraban en el Mediterráneo. Estos tenían como objetivo penetrar en la base aérea de Shayrat.
Además de esto, ordenó el lanzamiento en Afganistán de la bomba es GBU- 43/B Massive Ordnance Air Blast (MOAB), conocida como la «madre de todas las bombasâ€. De acuerdo con especialistas, la intención del mandatario fue advertir que no duda en usar bombas no nucleares con un poder destructor cuando, a su juicio, haga falta.
El retroceso de las relaciones bilaterales con Cuba se puede percibir como una continuación por parte del presidente Trump al plan intervencionista que impera EE.UU. desde hace más de medio siglo contra la isla. Nuevamente, Cuba presentó ante la ONU su proyecto para el levantamiento del bloqueo económico, financiero y comercial, a favor del cual votaron 191 países integrantes de esta organización mientras que EE.UU. votó a favor junto a su aliado Israel.
Por otro lado, en su gestión la Casa Blanca estableció sanciones económicas contra Venezuela, entre ellas incluyó la prohibición de transacciones en bonos emitidos por la petrolera de Venezuela.
Además, ha mantenido una retórica belicista contra Corea del Norte, bajo el argumento de que representan una amenaza nuclear. Trump ha dicho estar dispuesto a destruir a la nación asiática si se ve forzado a defenderse o a alguno de sus países aliados.
A la lista de países enemigos de Trump se le suma Irán. El mandatario anunció en octubre que no certificará el pacto nuclear establecido con Irán rubricado junto a Francia, Reino Unido, Alemania, Rusia y China.
Racismo
El republicano ha sido considerado como racista por sus política dirigidas hacia los inmigrantes mexicanos y musulmanes. En su gestión decretó por 90 días un veto al territorio estadounidense para ciudadanos de siete países diferentes, en su mayoría musulmanes: Siria, Irak, Irán, Libia, Somalia, Sudán y Yemen. En el caso de los refugiados les prohibió su acceso al país por 120 días.
Durante su gestión, Trump propuso levantar un muro que separe México y EE.UU. amenazando los derechos humanos y la biodiversidad de la zona.
Maureen Meyer, coordinadora principal del programa de México de la organización WOLA, expresó que «no nos habíamos dado cuenta de la magnitud del racismo y de la xenofobia hasta que ganó Trump. Se había pensado que esto se había superado».
Agenda económica
Trump emprendió una agenda económica argumentando la seguridad de su país, por la cual otorgó beneficios como rebajas del 35 por ciento al 20 por ciento a la tasa impositiva para las empresas para que se establezca en el territorio estadounidense, y diatribas para quienes decidan irse, como el gran aumento de aranceles en los productos de China y México en un 35 a a 45 por ciento.
Estas acciones llevaron a que entre noviembre y diciembre del 2016, se perdieran 12.228 empleos en las empresas estadounidenses registradas en Ciudad Juárez, siendo la mayor caída en ese área laboral en los últimos 16 años.
«Las compañías no se marcharán de Estados Unidos sin ninguna consecuencia. ¡No volverá a pasar!», aseguró Trump el diciembre pasado.
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Sistema de salud
Desde su campaña, prometió la derogación de la Ley de Cuidado de Salud Asequible, conocida como “Obamacareâ€, por considerarlo un modelo desastroso, pero se encontró de frente con el rechazo del Congreso. Para el mandatario los intentos no terminaron e insistió por otras vías para desmantelar la ley a través de una orden ejecutiva.
El pasado 12 de octubre, Trump derogó los subsidios federales a las aseguradoras, bajo el argumento de que no hay fondos para los pagos de reducción de costes compartidos con las compañías de seguros.
Diferentes líderes demócratas del Congreso estadounidense manifestaron que estas medidas afectará a la clase media y trabajadora del país, señalaron que “parece que el presidente Trump aumentará las primas de salud sin ayuda de nadie».
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