Con una carrera diplomática dentro del Departamento de Estado que data desde el año 1986, Todd Robinson ha tenido responsabilidades en distintos niveles. Alcanzó el puesto de embajador en Guatemala en 2014, previa nominación del presidente Barack Obama. Luego de tres años en el cargo en medio de polémicas y fuego cruzado con políticos del país centroamericano, su nueva designación es la de Encargado de Negocios en Venezuela.
1. La mayor parte de la carrera de Robinson ha estado centrada en Latinoamérica. Luego de egresar de la Universidad de Georgetown con estudios en servicio exterior en el año 1985, formó parte de los equipos diplomáticos de EEUU en Colombia y El Salvador hasta el año 1989. En adelante desempeñó cargos intermedios en las embajadas de Bolivia y República Dominicana hasta que fuera enviado a Europa a principios de la década de 2000, donde formaría parte de los equipos diplomáticos de EEUU en Italia, El Vaticano y Albania.
En 2011 fue nombrado como Secretario Adjunto en la Oficina de Asuntos Internacionales de Narcóticos y Aplicación de la Ley, hasta que en 2014 fuera nominado por Barack Obama para asumir su primer cargo como embajador en Guatemala, luego de ejercer algunos años como Encargado de Negocios en ese país.
2. Robinson es conocido por figurar como asistente personal de Madeleine Albright cuando ejerció como Secretaria de Estado durante la segunda administración de Bill Clinton. Albright ha sido relacionada a la responsabilidad en crímenes de guerra en Bosnia y Kosovo durante sus distintas gestiones en el alto mando de la política exterior estadounidense desde el año 1993. La invasión a Irak en 2003 también contaría con su respaldo total.
El involucramiento de Albright en las operaciones de cambio de régimen en la región y Venezuela tiene pruebas objetivas. Preside el Instituto Nacional Demócrata para los Asuntos Internacionales, una fachada de la CIA para estimular cambios de régimen en la región utilizando a ONGs como brazos ejecutores. Es también directiva del tanque de pensamiento Consejo del Atlántico, el cual pidió a la Casa Blanca impulsar una «narración creíble» para justificar sus sanciones económicas y financieras contra Venezuela.
Aprovechando su rol de poderosa empresaria y directiva de varias compañías multinacionales, una empresa de Albright (llamada Albright, Albright Stonebridge Group) hizo lobby para destituir a la presidenta Dilma Rousseff. En 2012, según Wikileaks, Albright entregó a Hillary Clinton un mensaje de Mariano Rajoy para «reorientar la política exterior española para que pueda trabajar con los EEUU en América Latina, especialmente en Venezuela y Cuba».
3. El papel de Robinson al frente de la embajada de EEUU en Guatemala fue polémico desde el principio. La renuncia de Otto Pérez Molina tras conocerse un caso de corrupción llamado «La Línea» gestionado por la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), un organismo creado por la ONU y financiado por EEUU para judicializar políticas de Guatemala y manejar los destinos del Estado desde el Poder Judicial.
En el contexto de una revolución de color para impulsar el papel de la Cicig como único contralor válido de la política guatemalteca, el ex presidente Eduardo Stein comentaba que «el embajador Todd Robinson ha expresado en muchas ocasiones conceptos y opiniones que buscan apoyar la protesta ciudadana ordenada en el marco de la Constitución y de las leyes para aquellos cambios en la legislación que nos permitan un estado de derecho más firme».
Otto Pérez Molina acusó directamente a EEUU de estar detrás de la Cicig para forzar su dimisión, toda vez que la embajada dirigida por Robinson suspendió las visas de su familia y daba un espaldarazo a las ONGs que convocaban protestas en las calles.
Robinson sería bautizado como una especia de «guardián anticorrupción» en Guatemala dado su nivel de involucramiento en la renuncia de Pérez Molina.
4. En 2017 el presidente Jimmy Morales se enfrentó con la Cicig, quien lo acusó de recibir financiamiento ilegal para su campaña. Robinson salió en defensa de la Cicig en perjuicio de la credibilidad de Morales.
En esa oportunidad, el nivel de incidencia del embajador en la nueva crisis política fue mayor: llamó «idiotas» a cuatro diputados guatemaltecos que habían suscrito un contrato con una empresa de cabildeo llamada Barnes & Thornburg, relacionada según el medio The Guardian con el vicepresidente de EEUU, Mike Pence. El caso también apuntaba a Morales, lo que le sirvió a Robinson para elevar la influencia sobre la Cicig mientras se desplegaba en reuniones con políticos y medios de comunicación.
Desde algunos medios se le acusa a Robinson de torpedear los intereses de la reciente Administración Trump en Guatemala, acusando a la Cicig de proteger a organizaciones de izquierda y de reforzar el enfoque de la Administración Obama en beneficio de la inmigración ilegal y el tráfico de drogas hacia EEUU.
5. Ante su nombramiento, la congresista Ileana Ros-Lehtinen, promotora de la asfixia económica y financiera contra Venezuela, afirmó que Robinson buscaría ampliar las sanciones.
A esto Robinson respondió con beneplácito en medio de una reunión, expresando sentirse «afortunado de tener un socio tan fuerte» como Ileana Ros- Lehtinen. Está más que claro a qué agenda estará subordinado Robinson durante su estancia en Venezuela.