Venezuela es el país de las consultas democráticas, y tiene la única Constitución que realmente le da poder al pueblo de manera concreta. No solo es el Art. 5°, que establece que la soberanía reside intransferiblemente en el pueblo. También el Art. 70, que establece las asambleas de ciudadanas y ciudadanos como órgano para el ejercicio de la democracia participativa y protagónica, dándole a sus conclusiones carácter vinculante. Estas asambleas, coordinándose ante la ANC, serían un poder decisivo.
Los movimientos populares aún no hacen el debido uso de esta Constitución. Si no, la burocracia, la corrupción, la ineficiencia, irían teniendo cada vez menos espacio.
El presidente Maduro, en medio de la ofensiva de las fuerzas imperiales, se destaca como firme luchador antiimperialista. Ello debería concitar la unidad de todos los patriotas en torno a él. Sin abandonar la crítica y el debate necesario.
Las decisiones de Trump, como el traslado de la Embajada de EEUU a Jerusalén; los ataques con misiles al territorio sirio; apoyo a la invasión de Arabia Saudita a Yemen; las amenazas y el chantaje contra la ONU; las agresiones contra HispanTV y Rusia Today; la política interior orientada a reducir impuestos a los ricos y a incrementar la pobreza; sus viajes promocionando la venta de armas como estímulo al aparato militar-industrial-financiero, son claros signos de cómo la política exterior de EEUU depende cada vez más de las agresiones imperiales.
La economía de EEUU está debilitada. Su factor más dinámico es la industria militar. Ha ido perdiendo la competencia con China y Rusia y con las economías emergentes. China avanza indetenible en la construcción de la “Ruta de la Sedaâ€. El dólar está extremadamente debilitado y una crisis financiera amenaza a las economías occidentales, particularmente a EEUU.
La agresividad de los núcleos fascistas que gobiernan EEUU y del sionismo internacional empuja hacia la violencia y hacia el intervencionismo. Sus reservas petroleras van disminuyendo, lo que constituye una seria amenaza para Venezuela.
Hasta ahora los hemos derrotado en las batallas políticas, lo que ha neutralizado los planes intervencionistas. Hay que derrotar la guerra económica, es ahí donde necesitamos urgentes victorias para que el pueblo no se sienta desprotegido.