Algunos analistas del tema aseguran que su origen es tan remoto como la invención del arco por parte del hombre primitivo.
Alfredo Cisneros.-
El arpa: ese instrumento que le da forma y sonoridad a nuestra identidad nacional, tiene una historia profundamente arraigada a la evolución del hombre mismo sobre la tierra. Se dice que es el instrumento más antiguo de la humanidad, y de ello hay testimonios que lo confirman y aún asombran a muchos.
Algunos analistas del tema aseguran que su origen es tan remoto como la invención del arco por parte del hombre primitivo. Arco, al que posteriormente le fueron incluidas varias cuerdas que al ser templadas arrojaban diferentes sonidos; en tal sentido existen testimonios sobre el arpa más antigua perteneciente a la civilización Sumeria (3000 años Antes de Cristo).
Por otra parte, nos relata la historia pasajes bíblicos donde los ángeles tocaban el arpa, bajo un coro celestial; y en el plano terrenal, nos dice que se pintaron arpas en Egipto antiguo tan temprano como en la 4th Dinastía (sobre el siglo XXVI AC). En la civilización Asiria del siglo VII y VIII AC, existieron dos tipos de arpas, una tenía su propia caja de resonancia hacia el fondo, la otra hacia arriba. En el siglo IX AC, el arpa Siria aparece con un bastón de apoyo. Los griegos lo copiaron y ajustaron por en el siglo IV AC. Eventualmente este se convirtió en el modelo de arpas en toda Europa Occidental.
Esa arpa “europea†fue traída por los españoles a este continente en la época de la Conquista y Colonia, y encerrada en los muros de las iglesias, con el objetivo de adoctrinar a nuestros indígenas bajo la fe católica, en complicidad con el hechizo sonoro del arpa. Eso sucedió a mediados del siglo XVI de nuestra Era, cuando comenzó a dibujarse el gentilicio latinoamericano -y venezolano en particular-, gracias a la fusión del blanco, el indio y el negro… Lo demás, es historias reciente.
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