Por Roger Capella Mateo
Aunque creo que en alguna ocasión hablé de este tema, creo pertinente hacerlo de nuevo en atención a la situación que quiero comentar.
Comenzando el año 71 tomé una decisión política difícil para mí, renunciar a 11 años de militancia en la juventud comunista. Había llegado al convencimiento que la carga revolucionaria de la JC y del partido se había difuminado. Confieso que fue doloroso porque en esa organización me formé políticamente y entrelacé mi adolescencia y mi juventud. Comenzaba mi etapa profesional y comenzar una reflexión donde hacer militancia. Era un momento de diáspora en la izquierda y de reagrupamientos. Un año después, un extraordinario amigo mío, disuelta su organización, la izquierda cristiana, me propone entrar al MAS. Quizás, la necesidad de una vida militante nos llevó a descubrir esa organización de la que fuimos expulsados-renunciados en el 78. Me llamó el Cojo Lira y una conversación con Alfredo Maneiro fue suficiente para intentar de nuevo volver a militar, ahora en la causa R.
Me sentía cómodo en la causa R y un día que invito a Alfredo a la población de Miranda (Carabobo) para una reunión con media docena de jóvenes, mientras esperábamos, le cuento, muy orgulloso del logro, que ya teníamos locales en Guacara, San Joaquín, en Valencia y en Puerto Cabello. Para mi sorpresa, Alfredo se levanta del banco de la plaza donde conversábamos y me dice: Coño Roger pero tú crees que la causa R es una inmobiliaria?. No te das cuenta que esa vaina de aparatos y aparaticos y locales son los hábitos de la vieja partidocracia de izquierda y de derecha. La causa R, entiende, es en esencia una política revolucionaria, que si tiene sentido para la gente, para nuestro pueblo, la acompañará, milita en ella sin necesidad de aparatos ni locales. Si la política es justa, la gente te ayuda en la calle a pintar los cartelones y un día tomar el poder. En fin, lo aprendí.
Por eso, me incomodo tanto cuando oigo que, si cuantas Ubch, CLP que si tantos 10 x 10, 4 x4 y otros tantas formas organizativas, cuando con una sonrisa, los dirigentes fundamentales del partido en el cual milito explican que gracias a ese meticuloso y aceitado aparato ganaremos las elecciones. Me impacto y me preocupo recordando a Alfredo y aquel momento en la plaza, porque con la misma seguridad y términos se hablaba antes de las elecciones a la Asamblea Nacional en el 2015 y la pérdimos por paliza.
Justamente, recuerdo una en la que nuestros dirigentes partidistas no acudieron a ese argumento de la aceitada organización y fue nuestro Presidente Maduro, quien convocó a votar por una política, se trata de la elección del pasado 15 de julio, cuando nuestro pueblo acosado por el terror y la barbarie y crímenes horrendos cometidos por los grupos opositores fascistas, Nicolás propone en un nutrido mitin con motivo del Primero de mayo ir a una Constituyente Originaria y se organiza un ensayo de votación para elegir los constituyentes y la sorpresa para tirios y troyanos, fue la masiva participación del pueblo, a pesar de ser solo un ensayo no vinculante, la situación era grave, en la conspiración participaba la Fiscal General de la República quedando impunes los crímenes cometidos sin ser ni siquiera imputados e investigados por el Poder Público dirigido por la Fiscal, después se convocó formal y constitucionalmente las elecciones para la Constituyente. A pesar del llamado a la abstención, sabotajes, terrorismo, el pueblo venezolano acudió masivamente al llamado del Presidente sorteando los obstáculos y peligros de una oposición fascista y apoyada por el imperio. No fueron las Ubch ni los Clp, ni el 1X10, ni el 4X4 lo que movió a los ciudadanos, fue una política correcta, audaz y oportuna, desde luego la organización electoral partidista jugó su papel logístico, pero lo fundamental fue La POLÏTICA.
Hoy de nuevo estamos oyendo los discursos de los aparatos. Necesario es explicar la política para conquistar el triunfo el 20 de mayo. Porque la hay. Nuestro pueblo aspira ver nuestro presidente al frente de la lucha contra los especuladores y los traidores a la Patria, que pretenden asfixiarnos con los precios absurdos y hasta ahora incontrolables, que hambrean y mitigan la calidad de vida de los y las venezolanos y venezolanas. No bastan los aparatos, necesaria es una Política justa, eficaz y oportuna para vencer.