Redacción Colombia2020
El exjefe guerrillero completó 37 días en huelga de hambre tras ser relacionado con la supuesta conspiración para enviar cocaína a Estados Unidos después del acuerdo de paz. Desde la cárcel y ahora desde una fundación de la Conferencia Episcopal ha enviado cartas reiterando su inocencia, que asegura defenderá hasta la muerte.
Desde el primer día en que Jesús Santrich fue detenido en el búnker de la Fiscalía General de la Nación empezó a escribir lo que ha llamado: “la última batalla por la dignidadâ€. Fue cuando seguró que preferiría morir de hambre antes que vivir en una cárcel colombiana o de los Estados Unidos. Entonces inició una huelga de hambre que hoy completó 37 días, enarbolando que todo es un montaje del ente investigador y de la justicia norteamericana.
Los reportes de Medicina Legal han dictaminado que Seuxis Hernández Olarte, como es su nombre de pila, padece de anorexia voluntaria y debilidad en su cuerpo a raíz de los 15 kilogramos que ha perdido. Desde el 9 de abril, día en que decidió no recibir más alimentos, solo ha ingerido aguas aromáticas y los medicamentos para controlar sus enfermedades. El 26 de abril, ya recluido en la cárcel de máxima seguridad La Picota, de Bogotá, Santrich fue trasladado de urgencias al hospital El Tunal (al sur de la capital), por la debilidad de su cuerpo.
A pesar de todo, el exjefe guerrillero ha ido escribiendo su agonía en un diario.
Con el mismo trazo que tiene el cuadro que filtró la Fiscalía como supuesta prueba de su relación con el narcotráficante Rafel Caro, Santrich ha pintado y ha escrito una docena de cartas en las que asegura que no teme morir.
El viernes pasado fue trasladado del centro asistencial a una fundación de la Conferencia Episcopal, por razones humanitarias. Quien exigió esa medida fue la oficina de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Colombia, garante del acuerdo de paz entre el Gobierno y las Farc.
¿Qué dicen esas cartas? ¿Qué significarán si Santrich llegara a morir? El acto que protagoniza Hernández Olarte no tiene precedentes. Iván Márquez, jefe negociador de paz de las Farc, el pasado fin de semana convocó a miles de campesinos en la región de El Pato Guayabero (Caquetá), para exigir la liberación de Santrich y para expresar que su muerte sería también la muerte del acuerdo de paz.
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La carta del 11 de abril de 2018
En la primera carta, fechada el 11 de abril, y titulada “mi última batallaâ€, Jesús Santrich se despidió de los que amaba, dijo que era inocente y que se iba tranquilo por haber entregado todo por la paz. Al final, dibujó los trazos de un paisaje y escribió: “¡Venceremos!â€.
La carta del 16 de abril de 2018
La segunda carta que escribió el exjefe guerrillero estuvo dedicada exclusivamente al fiscal general de la Nación Néstor Humberto Martínez, quien ordenó su detención. Como los trazos del cuadro que habría pintado para el narcotraficante Rafael Caro, Santrich usó ese recurso para escribirle irónicamente al fiscal. «Para el diligente fiscal Nestor Humberto Martínez Neira, con la certeza de que no me dejaré extraditar. Mi última batalla. Venceremos», escribió.
La carta del 17 de abril de 2018
En el escrito del 17 de abril el exjefe guerrillero dibujó un tigre gigante en medio de una selva y en lengua de los indígenas arhuacos, de la Sierra Nevada de Santa Marta, sostuvo: “Voy con mis 40 sewa (uno de los tres principios Tayronas para relacionarse con la naturaleza y que significa permiso), voy con mi victoriaâ€.
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La carta del 23 de abril de 2018
El 23 de abril, un día antes de ser recluido en el hospital de El Tunal (en el sur de Bogotá), Santrich describió su propia muerte. En cuatro páginas escribió una especie de poesía y en una de ellas dibujó un reloj gigante con este mensaje: «Horas sin mundo, horas como de muerte cierta; horas como si no fueran del tiempo». Y en el centro de la manecilla escribió: “Nabudlwéâ€, una deidad de la comunidad Tayrona.
La carta del 28 de abril de 2018
En la carta del 28 de abril el exjefe guerrillero se refirió al escrito que le enviaron las iglesias de Cuba. Le pedían cesar con la huelga de hambre y le expresaban su acompañamiento en este momento en que se encuentra detenido y acusado de narcotraficar después del acuerdo de paz. “No tengo odios en el corazón, no tengo angustias ni amarguras, y a pesar de las adversidades, mi sueño de paz con justicia social se mantiene incólume. Yo también los amo. ¡Hasta siempre!â€, concluye el escrito.
Segunda carta del 28 de abril de 2018
Desde el hospital El Tunal, a donde fue trasladado tras su recaída de salud por la huelga de hambre, Santrich escribió una segunda carta y volvió a hablar de la muerte. “La vida no vale nada sino dejamos un ejemplo de dignidad que perdure. ¡Juramos vencer y venceremos!â€, insistió.
Carta del 1º de mayo de 2018
En la carta del primero de mayo, aun desde el hospital El Tunal, Santrich dibujó la mano empuñada, que es el símbolo de resistencia de la antigua guerrilla durante el conflicto. “Llevar hasta el firmamento no puedo más que mi canto libre de todo quebrantoâ€. En otro dibujo de ese mismo día, escribió sobre el mar: “Me pregunto si hay peces que mueren de pena cuando el mar se aflige por tu ausenciaâ€.
Carta del 2 de mayo de 2018
En un dibujo que pareciera la continuidad del anterior, Santrich dibujó peces y escribió: “Qué triste es estar huérfano del marâ€.
Carta del 9 de mayo de 2018
En la carta del 9 de mayo Santrich le respondió la solicitud al senador Iván Cepeda y al mediador de paz Álvaro Leyva Durán, quienes le pidieron que terminara la huelga de hambre. “En fin, que nadie perciba que parto con la luz crepuscular de la derrotaâ€, concluyó al final del escrito de dos páginas.
Carta del 11 de mayo de 2018
La última comunicación de Santrich se publicó este lunes en su cuenta de Twitter, #SantrichLibre – Huelga Día36. El viernes pasado fue trasladado desde el hospital El Tunal a una fundación de la Conferencia Episcopal con el fin de que esté custodiado por el Instituto Penitenciario y Carcelario (Inpec), pero que tenga mejores condiciones para soportar la huelga de hambre de la que no quiere desistir.
La última fue en respuesta a la solicitud que le hizo el expresidente uruguayo, José (Pepe) Mujica, para que no continuara con la huelga de hambre. Tras reunirse en Cartagena el pasado 4 de mayo con miembros del Gobierno y del Consejo Político del partido Farc para evaluar los avances de la implementación del acuerdo de paz, escribió: “No todo está ganado, pero no todo está perdido. La lucha por la paz está viva y se sigue luchando. En realidad, es por una nueva Colombia y por ello cruza muchos intereses. Te pido fe en la vida y en los que luchan por todos los postergadosâ€, escribió Mujica.
A lo que Santrich respondió: “…lo último que desearía es dejar que me mancillen sin la posibilidad de siquiera dar un ejemplo de decoro para todos quienes luchan por los postergadosâ€.
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