GERONTOFOBIA CONCEPTUAL U OPORTUNISTA

Roger Capella Mateo

  Recuerdo que durante la gestión del Ministerio de Salud que transcurrió desde agosto 2003 a noviembre 2004, se realizaron dos talleres, a sugerencia de una mujer extraordinaria, que mucho extraño, Cristina Giordani, dos talleres sobre medicina y salud con nuestros pueblos originarios. Se realizaron en la población de La Esmeralda, alto Orinoco, que por cierto tiene uno de los aeropuertos mas curiosos del mundo, debido a que su pista es casi toda de cuarzo. Dichos talleres los denominamos «Encuentro de saberes» y realmente fue un encuentro entre los representantes de los representantes de cerca de 20 etnias diferentes de la región y unos 15 representantes del Ministerio de la Salud. La reunión se realizó en una gran churuata que albergó holgadamente mas de 100 personas..Las conversaciones y discusiones sobre diferentes temas fue intensa, acalorada pero profundamente respetuosa. Acordamos algunas propuestas que serian «afinadas» y redactadas por una comisión de ambas partes esa noche. Larga fue la conversación hasta lograr varios acuerdos finales, que se llevaron a la asamblea al siguiente día. De nuevo una acalorada discusión precedió a los acuerdos definitivos.
        Yo, por mi formación político-partidista, pensé en el logro, sin precedentes, que supiera, y anuncié que al llegar a Caracas haría una rueda de prensa para informarle al País (luego de informarle a mi presidente Chavez). Inmediatamente se levantó un dirigente de nuestros hermanos originarios, y me imprecó: que ni se me ocurriera hacer lo que había dicho. Porque ellos tenían que consultar en primer lugar a su Consejo de ancianos, a sus Chamanes, que por cierto pregunté: ..y Ustedes no son los chamanes ?, a lo que respondieron: ..No, los Chamanes son los que curan, a las parteras, y a todo nuestro pueblo. De esta respuesta tuve dos grandes aprendizajes, el primero el gran respeto que tienen por el conocimiento que tiene por sus ancianos y segundo que el hecho democrático formaba parte de su imaginario cultural: el respeto a la opinión de todas y todos.
       Para comprender la importancia de este acontecimiento, debo decir que asistieron, a petición de ellos, el representante para Venezuela de de la OPS (oficina panamericana de la salud) y vino de Washington la representante de pueblos originarios en la OPS. Pero el silencio invisibilizó el «Encuentro de saberes» y por supuesto la gestión del ministerio.
       De esta brevisima historia quiero rescatar, la importancia que tiene para la cultura mileneria de nuestros pueblos originarios, el respeto a los ancianos y en nuestro léxico, adultos mayores. Pero tambien podemos encontrar en los discursos del Presidente Evo Morales y de su Vice presidente Alvaro Garcia Linera, el respeto al conocimiento ancestral y al sector de adultos mayores de nuestras sociedades.
      Y traigo esto a colación, después de observar las nuevas designaciones ministeriales y las no tan nuevas, más allá de una serie de políticas hacia la los sectores juveniles del País, que si bien los comprendo y los valoro, creo que no se pueden desarrollar a costa de eclipsar los adultos mayores, su experiencia, y opiniones en la dura y difícil tarea de ganar esta guerra al imperio más brutal y fuerte de la historia del mundo y nada fácil tarea de construir el socialismo del siglo XXI en la República Bolivariana de Venezuela. En estos retos, en esta dura y compleja lucha, todos, sin exclusiones totales o parciales, debemos ser valorados.
       Por supuesto que quiero referirme al tema de la salud, que por razones conocidas lo conozco  con bastante pertinencia. Durante la gestión de salud a la que me referí, un grupo de camaradas nos ocupamos de encontrar respuestas revolucionarias inexistentes aun en plena Revolución Bolivariana. el modo de gestión, la relación con y entre los trabajadores, el compromiso conceptual de los trabajadores de la salud con su ministerio y su gobierno revolucionario, el tipo de desempeño de las funciones, el apoyo al sindicato clasista del sector salud, la democratización de la gestión, comprender, impulsar, y consolidar la nueva experiencia de atención primaria en salud, que conocemos como Barrio Adentro, iniciamos una una fecunda discusión con varios directores de los mas grandes centros hospitalarios del País para comprender, desarrollar transformar los actuales hospitales en HOSPITALES DEL PUEBLO, que fue como los denominamos. Pero por sobretodo, discutimos mucho por definir una política de salud Revolucionaria, una definición conceptual, que carecíamos y carecemos, ya que todo lo que realmente hacíamos y se continua haciendo más de lo mismo, mejorado, ampliado, con Barrio Adentro, pero siempre en torno al concepto biomédico, es decir de la enfermedad. Es decir tenemos un ministerio de la enfermedad, concepto araigadamente capitalista, fundado en 1910 por Abraham Flechsner y Rokefeler en EUA, en función de formar un médico que prescriba medicamentos y fortalezca la industria de los medicamentos (lo cual lograron, ya que dicha industria es la tercera o cuarta de importancia en el planeta). El hecho de que se haya triplicado el número de estructuras hospitalarias en estos 19 años de proceso Bolivariano, pareciera como que el socialismo es una sociedad para enfermos. Cuando en realidad lo que necesitamos es en primer lugar tener una verdadera política de salud de nuestra Revolución, que no esté al servicio del capitalismo sino del socialismo, es decir una política de Salud, que no esté al servicio de las empresas farmacéuticas, que este al servicio del ser humano, que debe ser sano y generar las políticas para que esto sea posible. Recordar que la medicina fracasa cuando un individuo llega al hospital.
       En la opinión de las médicas y médicos que militamos en el colectivo CONAMEV, estamos convencidos que solo tendremos una política de SALUD, cuando empecemos a cerrar espacios hospitalarios. Disfrutar de una sociedad libre de la mayor cantidad de enfermedades. Creame Señor Presidente, los adultos mayores tenemos mucho que aportar a nuestra Revolución Bolivariana y Chavista, y recordarle que la gerontofobia ha sido un rasgo de sociedades nara socialistas, más bien al contrario. SIN SALUD NO HAY REVOLUCIÓN.