¿Hay soberanía alimentaria? ¿La importación y distribución de alimentos, un negocio?

¿De quién? ¿Por qué no se controlan los precios y quién lo impide?

Por: Julio Escalona |

En Venezuela el camino de la soberanía alimentaria lo ha complicado el petróleo o, mejor dicho, las fuerzas que abiertamente o tras bastidores se mueven detrás del negocio petrolero, en la medida, que dichas fuerzas representan a la banca y al comercio importador, clases sociales que continúan hegemonizando a la sociedad venezolana, pese a los esfuerzos del Presidente Chávez, quien clarividentemente distinguió que la siembra del petróleo, a secas, podría ser un concepto burgués. Que había que buscar la manera de ponerle el apellido socialista, Yo no sé si eso resolvería el problema, a menos que al llamarla socialista, se redefina todo el proceso, particularmente derrotando la hegemonía que la banca y el comercio importador tiene sobre la sociedad venezolana, lo cual impacta al gobierno impidiendo, que, pese a los esfuerzos del presidente Maduro, el gobierno sea socialista o claramente en transición hacia el socialismo.El peso de la banca y el comercio importador como clases hegemónicas, se hace sentir, objetivamente, en decisiones que se toman como, por ejemplo, en la política de precios, que como se sabe, se incrementan diariamente de manera arbitraria y criminal, sin que el gobierno pueda hacer nada sustantivo sobre el particular. La intervención de los mercados municipales es un paso positivo, pero no es ahí donde se forman los precios. Es el gran comercio, quien, asociado al dólar criminal, fija la pauta. Por ese camino la asociación se objetiva en el capital transnacional, que es la mano que se esfuerza día a día por continuar meciendo la cuna de la economía nacional mediante agentes internos, como el grupo Polar, que hace un buen tiempo se convirtió en un agente del gran capital internacional y como tal, no sólo influye en la política económica, sino, muy esencialmente, en la construcción de la cultura de la sociedad venezolana, fomentando, frente a los valores solidarios, el individualismo y en general, la cultura bachaquera, que «vende» cotidianamente el Yo del sujeto económico u «homo economicus», como doctamente dicen los manuales burgueses, como para que los mestizos de todos los mestizajes, nos impresionemos con lo «curtos», que ellos son.

Un Yo que mantiene vivo al capital, tratando de destruir la cultura comunera, haciendo, que desde instancias estatales se le eche agua al reguero de pólvora que esa cultura subversiva puede representar y va representando como presente y futuro. Ahí está el ejemplo combativo, irreductible, de la comuna El Maizal, que desde el estado Lara va construyendo otra cultura, distinta a la cultura petrolera, sembradora de neocolonialismo.

En este entramado, ¿Cuál es el papel que cumple el general Menry Fernández?

Él es el presidente de la Superintendencia Nacional de Gestión Agroalimentaria (Sunagro). Un personaje clave en la distribución de los productos agropecuarios en el mercado interno. En su actividad operativa está vinculado al ministerio de alimentación.

Nuestro abastecimiento agroalimentario depende todavía de manera muy importante, de las importaciones. Es el ministerio de alimentación quien las realiza. Hay informaciones que sostienen que desde los barcos donde llegan estas importaciones, estás son entregadas a los canales de distribución privados como Polar, Cargil, etc. Ello estaría determinando que desde ahí se organice el contrabando de extracción, el bachaqueo corporativo (desde donde se deriva el cotidiano, que se mueve en plazas, esquinas, calles, a la vista de cuerpos de seguridad del Estado), el acaparamiento y un poder monopólico que manipula diariamente los precios. Obviamente, esto significa una grave fuente de corrupción con el involucramiento de importantes funcionarios del Estado, que es lo que permite que monopolios privados tengan el poder para manipular los precios diariamente moviéndonos hacia el alza. Creo que una seria investigación debe establecer la verdad, lo que seguramente dirá cuál es la mano que mueve los precios hacia arriba provocando hambre, caos y desesperación.

Según esa información, esto ha originado un choque permanente con Sunagro y en particular con el general, Menry Fernández, su presidente, quien se opone a los manejos que determinan que los productos importados (alimentos y bienes en proceso), terminen en manos de intereses privados transnacionales con el poder de manipular los precios.

Parece que actualmente hay una fuerte presión para que el general Menry Fernández sea sacado de Sunagro, para eliminar a quieres se oponen a maniobras que perjudican a la nación y al pueblo de Venezuela. Si esta maniobra se consuma, creo que sería un grave daño a la patria. Sin duda, la banca y el comercio importador, se fortalecerían. Creo que hay que respaldar a este general e impedir, que los que manipulan los precios y sus aliados, salgan ganando. Yo confío en la decisión que tome el presidente Maduro.