¿QUÉ DICE FARIA? – JM. RODRÍGUEZ

 por elelefantebocarriba

Leí con detenimiento sus “Ideas para el debate económico”, un largo artículo que me recomendaron por su gran seriedad. No pretendo descalificarlo por no coincidir con él, cada quien es libre de creer en lo le venga en gana. Sin embargo, tengo que decir que más allá de sus convicciones económicas que, como cualquier otra convicción, son discutibles, no es posible hablar de los procesos económicos como si hablara de la sístole ventricular. Miren la certeza con que lo dice: Es de principal importancia comprender que la economía es una ciencia que no admite caprichos ni voluntarismo… 

Confunde Faría el conocimiento matemático y el análisis de variables, que son herramientas de las ciencias, con la elaboración de plan económico antiinflacionario. Está convencido que la economía depende de leyes objetivas, sin explicar cómo podría darse dos sistemas económicos irremediablemente opuestos, si ambos dependen de leyes objetivas. A menos que asuma que la “mano invisible” del mercado se mueva apegada a las leyes del movimiento de los cuerpos.

En su dedicado artículo Faría desarrolla, para explicar su propuesta económica, 21 puntos de análisis con sus respectivas conclusiones. No hay en ella nada nuevo, es la reedición de aquel capitalismo con responsabilidad social que el pragmatismo capitalista consideró económicamente inviable para Europa y corruptor en Latinoamérica. Lean en detalle los puntos 18, 19 y 20.

Allí describe la tesis del paso gradual del uno al otro extremo capitalista: El neoliberalismo (ojo, no dice el capitalismo) es una estrategia que busca establecer un orden socioeconómico basado en el libre mercado y al servicio de los intereses del gran capital… nuestra propuesta socialista, se fundamenta en la gradualidad, la atención creciente a los problemas sociales, el rol rector del Estado, la participación de los trabajadores, el principio de la independencia nacional… 

Dejemos que sea Marx quien le conteste: La infamia de la economía consiste en especular, partiendo de los intereses contrapuestos por la propiedad privada, como si los intereses no se hallaran separados y la propiedad fuera común…