Roger Capella Mateo
Ayer en la tarde, luego de leer un whatsap que anunciaba la alocución de nuestro Presidente Nicolás Maduro para realizar importantes anuncios sobre salud, me dispuse a oírlo, como siempre, esperando noticias positivas, como corresponde a mi condición de militante de este proceso Bolivariano. Pensé, que por fin se hablaría de una política revolucionaria, Bolivariana, en materia de salud. No fue así. Desde el mismo panel que lo acompañaba, se percibió que era más de lo mismo.
Cuando el Presidente comenzó a hablar de los avances en salud y mostró todo lo que se había invertido en remodelación de hospitales, pabellones quirúrgicos, compra de equipos de alta tecnología y médicos explicando donde hospitalizar y donde operar, es decir, como resolver lo relativo a las enfermedades, se entiende, que nadie le ha explicado al Presidente que es una política de salud, revolucionaria, no capitalista. Por supuesto Presidente Maduro, no tiene por qué saberlo, nadie se lo ha explicado. Y quienes lo rodeaban sonreían y lo aplaudían porque forman parte del bloque imaginario hegemónico que no ha cambiado en salud, sigue siendo básicamente un enfoque capitalista. No es nada novedoso lo que pretendo decir. Vale la pena recordar, que durante el primer gobierno del General Juan Domingo Perón, tuvo como ministro de salud, un extraordinario sanitarista de claros conceptos. Un día inauguraron un hospital infantil en Buenos Aires, y, mientras lo recorrían, Perón le dijo: “ojalá este hospital permanezca siempre asíâ€. Y añadió añadió: “limpito, bien dotadoâ€. Y Carrillo le respondió, “no Presidente, vacío, bien vacíoâ€. Y esto en razón de lo que es opinión de maestros, el ingreso de un ser humano en un hospital, es el fracaso de una política de salud.
Presidente, en estos 19 años de proceso Bolivariano, hemos triplicado el número de establecimientos sanitarios. Pareciera que nos preparamos para un socialismo donde la población esté siempre enferma. Nada más ridículo. Al contrario, ojalá podamos ir cambiando la función de esos establecimientos porque estemos construyendo una sociedad, cada día más sana.
En algún momento habló de la creación del servicio único nacional de salud. En realidad, hay que comenzar una política nacional de salud, que incluye el sistema único nacional de salud, pero también el componente privado. Ambos componentes deben responder a un solo interés nacional.
Pero, como lo inducen a hablar de un sistema único nacional de salud que no existe, si a su lado vi tres de los más de setenta componentes que tiene el servicio asistencial venezolano. Con Usted estaba el feliz ministro del MPPS, la presidenta de los seguros sociales (por cierto pidiendo, lo que no es posible o capaz de recaudar), el representante de Barrio Adentro. Creo que puede Usted hablar de sistema único, cuando exista un solo rector de la salud, cuando los 17 estados descentralizados entreguen su cuota de poder, las alcaldías, institutos autónomos, el seguro social, los ministerios, el Ipas me, etc. mientras tanto cargamos con la pesada diáspora que en muchos aspectos representa el insuficientemente eficaz, sistema asistencial venezolano.
Ciertamente, barrio adentro, constituyó un avance revolucionario, cuando en el 2003, 2004, gracias al apoyo del comandante Fidel Castro, de la Revolución Cubana y nuestro comandante eterno, Hugo Chavez, recibimos más de doce mil profesionales cubanos para impulsar una política de atención primaria en salud. Verdaderamente fue extraordinario que por primera vez en nuestro continente o en el mundo se instala un sistema de salud, por demanda de la población y no por imposición del estado. El calor revolucionario que se desarrolló es casi indescriptible. Su consolidación, matizó su calidad revolucionaria. Pero es conveniente mencionarle que la primera experiencia en atención primaria en salud, se hizo en Valencia, antes de Alma Ata, como una experiencia de la facultad de medicina de la Universidad de Carabobo. Fue el Centro de Medicina Integral del Boquete, barrio José Regino Peña. En verdad duró muy poco, 4 o 5 años después se convirtió en un centro asistencial más.
No cabe duda que resulta mucho menos costoso preservar la salud, evitar que esté comprometida, que tratar a enfermos, heridos, etc. Parece fácil entender que construir salud responde a una estrategia socialista y atender enfermos se corresponde con el clásico pensamiento hegemónico, Fleshneriano, capitalista.
Camarada Presidente, es un buen momento para tomar una decisión difícil, pero acertada, defina por fin, cuál y cómo es la política de salud de la Revolución Bolivariana, solo así construiremos una Patria socialista (está claro, no sólo con esto).
Nos hubiese gustado oírlo hablar seguridad y soberanía en salud. Pero entiendo que no es fácil el tema.
No dejó de sorprenderme la diarrea de puntos de cuenta que se vio obligado a firmarle a la Presidenta del seguro social, para la compra de medicamentos, en esencia una conducta típicamente Fleshneriana.
Finalmente quiero decirle que los cambios gatopardianos solo contribuyen a preservar el viejo estado hegemónico, y facilitar la acumulación de fuerzas de la derecha fascista venezolana. Y el anunciado congreso de la salud, mientras las opiniones del estado, las del partido o partidos que apoyan nuestro gobierno, los movimientos de trabajadores, sean una sola melcocha, la discusión solo podrá ser mediocre y de resultados totalmente previsibles.
Felicitó Presidente, a un grupo numeroso de recién graduados en medicina. No son doctores, son médicos. Por cierto cual fue la formación que recibieron para ser revolucionarios, Chavistas, o Usted no cree que para impulsar una política Revolucionaria en salud, no es indispensable ser Revolucionario?, no basta con ser médico. La confusión fue mayor cuando los invitó a ser especialistas en disciplinas técnicas, cirugía, anestesiología, etc., y ni por casualidad los convidó a estudiar salud pública.
Más de lo mismo.
No olvide Presidente que en momentos de guerra, la salud, es un componente fundamental de los planes de la seguridad y defensa de la Patria. El peso de esa responsabilidad esta sobre los hombros de todas y todos los Bolivarianos que apostamos a derrotar el imperio norteamericano y construir una Patria soberana y socialista. Todos y todas tenemos derecho a participar en la defensa de la Patria.
Y no es ocultando verdades y realidades.