SER BOLIVARIANO ES SER CHAVISTA

EN LAS ANTIGUAS CABALLERIZAS DE LA CASA NATAL DE NUESTRO LIBERTADOR, TRAS LA INICIATIVA IMPULSADA POR EL PRÓCER RAFAEL URDANETA EN 1842, SE RELANZÓ EN 2018 UNA TRINCHERA QUE MILITA SOBRE LA BASE DEL CONOCIMIENTO Y LA DIFUSIÓN DE SABERES ACADÉMICOS, DEL LEGADO HISTÓRICO DEL PADRE DE LA PATRIA Y DE TODOS LOS ILUSTRES QUE CONSTRUYERON Y SIGUEN APOSTANDO, HOY EN DÍA, POR UNA VENEZUELA Y UN MUNDO SOBERANOS

POR MARIA EUGENIA ACERO COLOMINE â€¢ @ANDESENFRUNGEN                            FOTOGRAFÍAS ENRIQUE HERNÁNDEZ

Corrían los felices días de mis vacaciones y la situación país, aparte de circunstancias personales, solo me permitieron pasar el asueto entre bancos, CDI, la universidad y diligencias varias. Por suerte, la Feria del Libro de Caracas y el Foro de Sao Paulo se atravesaron para brindarnos, a las y los humildes mortales con utopías planetarias, la posibilidad de reencontrarnos con los nuestros y creernos el cuento de que sí, ¡sí podemos cambiar el mundo, carajo! Nuestra patria es la mejor potencia del orbe; incluso, la autora de estas letras, si se lanza para presidenta, gana y salva el mundo.

Saliendo con el rabo entre las piernas de la sempiterna cola del Banco Bicentenario, preferí quedarme pelando bolas y pasear por los rincones por donde creció el niño don Simón. De tarea, en la Milicia me habían mandado a investigar sobre el Manifiesto de Carúpano y una cabo de mi cohorte sugirió que nos llegáramos a la Sociedad Bolivariana de Venezuela. El ambiente recién inaugurado de la Feria del Libro CCS hacía posible darse besos, abrazos y amapuches con los poetas Antonio Trujillo y Luis Alberto Crespo y revisar las revistas de arte que estaban hojeando; luego, divisar a Mercedes Chacín,  presidenta de nuestra Fundación para la Comunicación Popular CCS, quien paseaba amenamente con Roberto Malaver; y ver a las celebridades del Red Set, de la plana mayor, la menor y del pueblo todo sonreír, saludarse y fundirse entre la clave y el tumbao de la salsa en la plaza San Jacinto mientras hacían sus compritas de obras, artesanías y miriñaques a precio de feria.

Confieso que jamás había entrado a la casita que se encuentra al lado de la madriguera natal del Libertador. En las afueras se observa una gran bandera de Venezuela y la placa dorada que da la bienvenida a la Sociedad Bolivariana de Venezuela.

La curiosidad por hacer mis deberes milicianos y la sencilla belleza de la casa me empujaron al túnel temporal que se suele sentir cada vez que uno arriba a un museo histórico, o a algún espacio emblemático de la cronología que construyó nuestra identidad actual. Dos anfitrionas muy amables me indicaron que se celebraba, esa mañana, el bautizo del libro Las asociaciones de ahorro en Venezuela. Dos ensayos y un manual de Martha González, esposa de nuestro camarada
Dannybal Reyes, quien actualmente se encuentra en misión en Turquía. La curiosidad periodística, aunada a la alegría de ver a los sospechosos habituales del corazón y la amistad, me halaron a pasearme por los rincones de una casa sencilla pero repleta de simbologías masónicas, bustos, cuadros y material de gran valor histórico, artístico y sentimental para los amantes de la patria.

Se trata de una casa antigua de siete salas y un auditorio con aforo para unas 500 personas, aproximadamente. En el centro de la casa, un pequeño jardín con granados y un busto del Libertador en yeso nos reciben cálidamente. “El granado era una de las frutas favoritas de Simón Bolívar. Las otras dos eran la guayaba y el tamarindo”, nos cuenta Freddy Rojas Vargas, secretario general de la Gran Sociedad Bolivariana de Venezuela, capítulo Caracas. Rojas es abogado, docente y productor nacional independiente. Con apenas 44 años, Freddy Rojas tiene un recorrido bien interesante y lleno de militancia. Cuando tenía 29 primaveras asumió un escaño en la Asamblea Nacional, de 2005 a 2010, bajo instrucción del Coman, y desde octubre de 2010 aceptó la misión de reimpulsar la sede de este espacio de estudio, investigación y difusión de la memoria política, social, histórica y cultural de Venezuela y sus ilustres, en especial del único libertador del mundo: Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Palacios Ponte y Blanco Cejas y Villegas de las Américas de Indias. El general de división y rector de la Unefa, Nerio Galván Méndez, fue quien tomó la batuta para resucitar la sede de la Sociedad Bolivariana de Venezuela, capítulo Caracas, en octubre de 2010. Entre tanto, Freddy Rojas afirma que esta célula del saber es la institución más antigua de Venezuela.

“HITLER ERA UN GRAN APASIONADO DE LA VIDA Y OBRA DE SIMÓN BOLÍVAR. ÉL COPIÓ PARTE DE LA ESTRATEGIA BOLIVARIANA EN SUS PLANES”.(FREDDY ROJAS)

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El 23 de marzo de 1938 es creada la Sociedad Bolivariana de Venezuela por decreto del presidente de la República, Eleazar López Contreras, con el objetivo de impartir los pensamientos e ideas del Libertador de América, Simón Bolívar, entre los ciudadanos.

Esta sociedad responde a la primera organización creada por el prócer Rafael Urdaneta el 28 de octubre de 1842, denominada Gran Sociedad Boliviana de Caracas, ya que el término “bolivariano” fue acuñado por la Real Academia Española en 1927.

Progresivamente, a partir de 1970, se fueron estableciendo las Sociedades Bolivarianas Estudiantiles, para integrar a los jóvenes a los ideales emancipadores de Bolívar. Anualmente, en el mes de febrero, se celebra la semana bolivariana en honor al Discurso de Angostura, emitido por el Libertador el 15 de febrero de 1819.

La Sociedad Bolivariana no solo reposa en Caracas. Posee filiales en los 23 estados del país, así como también a nivel internacional: 92 sedes en 65 países de América Latina, Europa y Asia. “Alemania inauguró su primera sede de la Sociedad Bolivariana, en Berlín, en 1920. De hecho, Adolf Hitler era un apasionado seguidor de la vida y obra de nuestro Libertador. Puede sonar audaz, pero Hitler copió parte de las estrategias de Bolívar para sus aspiraciones militares y políticas”, nos aseguró Rojas.

El verbo apasionado y militante de Freddy nos envuelve y dejamos que nos dicte cátedra bolivariana en primera persona.

“Venezuela tiene, desde siempre, sangre libertaria. Nuestros ancestros tienen la particularidad de que, si bien son militares, también son grandes demócratas y progresistas. Isaías Medina Angarita es un gran ejemplo. También Eleazar López Contreras, fundador del IVIC, de la Guardia Nacional, el Centro Simón Bolívar y el responsable de que las mujeres pudieran votar en nuestro país. Sonará atrevido lo que voy a confiarles, pero Marcos Evangelista Pérez Jiménez fue también tremendo estadista. No solo construyó inmanentes infraestructuras que aún tienen vigencia, sino que fue un visionario que impulsó el desarrollo de la energía nuclear. Tuvo por ministro de educación al gran Fernández Morán, inventor del bisturí cabeza de diamante. Este docente y científico fue tan patriota, que renunció al Nobel de ciencia y a un puesto de trabajo en la NASA porque no quiso renunciar a su nacionalidad venezolana. Estas pequeñas anécdotas dan muestra de la naturaleza patriota, nacionalista, militar y humanista que corre por nuestras venas”.

Nuestro anfitrión bulle en conocimientos y ejemplos y tanto nuestro fotógrafo estrella, Enrique Hernández, como quien estas líneas escribe no supimos si tomar notas, tomar fotos o cantar el Himno Nacional. El orgullo con que el guardián de la Sociedad Bolivariana se pasea por nombres, hechos y fechas clave nos arranca las lágrimas, mientras seguimos escuchándole con la atención de un niño de tres años en el Museo de los Niños.

“Ahora bien. Este lugar no es, para nada, un museo. Nosotros somos un espacio de estudio permanente. En nuestra biblioteca contamos con 7.580 títulos, y contando. Nuestro libro más antiguo data de 1842 y tenemos obras en diferentes idiomas: mandarín, turco, alemán, árabe, ruso y más. También recuperamos cuadros, reliquias y obras de arte que mantienen viva nuestra historia. Antes de nosotros arribar acá, con miras de rescatar el espacio, la sociedad estaba secuestrada. Era una cofradía excluyente que perpetró un genocidio histórico: quemaron y vandalizaron libros, documentos y cuadros. Nuestro ministro del Poder Popular para las Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Néstor Reverol, recibió el informe de 400 páginas que le enviamos, en el cual se denunciaba el crimen perpetrado por estos irresponsables: unos apátridas de derecha que, durante 21 años, le cerraron el derecho al pueblo de aprender”.

En 2010, el para entonces presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Rafael Chávez Frías, propuso la denominación de la Sociedad Bolivariana Estudiantil Bicentenaria, en el contexto de los 200 años del 19 de Abril, cuando se celebró la declaración de Independencia.

“Somos los llamados a seguir el legado de Bolívar. Esa llama sagrada debe seguir viva. De ahí que, para nosotros, los bolivarianos, el juramento que tomamos al ingresar a esta sociedad es sagrado. Un bolivariano de verdad debe portar virtudes fuertes y firmes: transparencia, humildad, ética, moral y amor. Un bolivariano de corazón debe ser un ser humano intachable, recto y honorable. En nuestra ágora académica estamos abiertos a todo público, pero también resguardamos secretos y claves honrando nuestros códigos masónicos. De hecho, la réplica de la espada de Bolívar que tenemos acá solo puede ser tocada por mi persona y por la autoridad mayor de la sociedad”.

“Para hacer posible nuestros propósitos militantes hacemos guiaturas especializadas de 90 minutos, dentro y fuera de la sociedad. Llevamos a niños, jóvenes y adultos al legendario samán que vio a Bolívar; también al Arco de la Federación, a la Casa Amarilla (antigua residencia de Antonio José de Sucre), a la Casa de la Historia y a la Casa del Vínculo. Asimismo, celebramos bautizos de libros, defensas de tesis y actos de grado sin costo alguno. Mientras otros auditorios piden $ 350 por el alquiler del recinto, nosotros solo solicitamos una colaboración para la limpieza. Igualmente celebramos conferencias, conversatorios y obras teatrales”.

“Para ayudar en la difusión de nuestro valores patrios y del conocimiento de nuestra historia lanzamos un juego de mesa llamado Conociendo a Bolívar, con un precio de Bs. 190.000. Este es un juego interactivo que tiene un tablero, video, libro y fichas tridimensionales para el disfrute y aprendizaje de la familia. Los actores Juan Gámez y Saúl Figueroa reciben al público asumiendo los personajes de Simón Bolívar y Francisco de Miranda. Ellos también son bolivarianos y hablan varios idiomas”.

“ESTAMOS DESTINADOS POR LA DIVINA PROVIDENCIA AL TRIUNFO. SOMOS LA REINA DEL SUR, COMO LO DICE EL EVANGELIO DE MATEO, EN LA BIBLIA”.
(FREDDY ROJAS)

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¿Cómo se sustentan?

Nos financiamos nosotros mismos. Sin embargo, tenemos el orgullo de haber recibido a más de 80.000 visitantes en diez meses y de haber obsequiado 40.000 libros a todas y todos los asistentes. Si usted es hijo de Bolívar, y de Chávez, no puedes ser prepotente. Para ser bolivariano hay que ser chavista. Ser venezolano es ser bolivariano y ser bolivariano es ser chavista.

¿Cómo ves a la juventud actual y el momento que estamos viviendo?

Creo que la historia se repite. Hace 200 años Venezuela era el epicentro del mundo y fue responsable de la independencia del continente. Hoy, Venezuela es el centro de la geopolítica mundial. Gracias a Chávez, y ahora a Maduro, nos conocen en todo el planeta. Honrando el evangelio de Mateo, somos la Reina del Sur. El ajedrez actual es muy interesante y no podemos despreciar al enemigo. No será fácil, pero estamos destinados por la divina providencia al triunfo. Nuestros niños y jóvenes muestran una pasión, compromiso e interés que nos motivan a no dar descanso a nuestra causa. Antes bien, queremos darles más y mejores herramientas para que no sean presa de la canalla mediática y 2.0 internacional.

¿Qué mensaje deseas darle a la comunidad de Ã‰PALE CCS?

Conciencia nacionalista. Usted puede estar en desacuerdo, en democracia, con las políticas de Maduro, pero convocar a potencias extranjeras no tiene moral alguna. Jamás podríamos convocar a que potencias extranjeras nos invadan. Yo les quitaría la nacionalidad, inmediatamente, por apátridas. De resto, visítennos y empápense de nuestra historia viva.

ÉPALE 339