Por: Strategic Culture Foundation |
Se trata de una norma del estado norteamericano, Washington «no tiene amigos ni enemigos permanentes». Esta norma, que se le atribuye a Henry Kissinger, fue rígidamente aplicada esta semana cuando el presidente norteamericano, Donald Trump, le dio a Turquía luz verde para que lanzara una ofensiva militar al norte de Siria contra los militantes curdos.
La ofensiva turca se inició el pasado miércoles mediante ataques aéreos y terrestres contra posiciones curdas al noreste de Siria. Aún no está claro hasta dónde procederá la operación de Turquía, pero ya existen informes que indican muertes de civiles y miles de personas huyendo de los ataques aéreos y de artillería.
El gobierno sirio ha condenado el ataque militar calificándolo de «agresión». Igualmente lo hizo Irán y Rusia ha advertido a Turquía que respete la soberanía de Siria y su integridad territorial. Los estados europeos también censuraron la incursión turca y solicitaron una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU. Rusia vetó una resolución presentada por los europeos porque, en opinión de Moscú, no era lo suficientemente amplia como para cubrir toda presencia militar ilegal extranjera en Siria.
El presidente Trump calificó la operación turca titulada Operación Primavera de Paz, con orwelliana duplicidad como «una mala idea». ¡Qué ridiculez y cinismo de parte de Trump! Solo unos días antes, durante una comunicación telefónica con el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, mencionó retirar las tropas norteamericanas y la garantía de seguridad para los militantes curdos a quienes Washington ha estado utilizando como una fuerza «aliada» delegada en la guerra de Siria.
Trump está en medio de una guerra bipartidaria y mediática en Washington en torno a la «traición a nuestros aliados curdos». Pero, tal como dice el dicho, el imperialismo norteamericano no tiene aliados, solo tiene «intereses». Los curdos esta semana lo descubrieron de la manera más cruel y descarada que ellos son para Washington solo «intereses» para ser arrojados a un lado como peones en un tablero de ajedrez.
El cinismo en Washington es algo asombroso. El pueblo de etnia curda se extiende desde Turquía, Siria, Irak e Irán una y otra vez ha sido explotado por el imperialismo norteamericano durante muchas décadas para actuar como delegados a favor de los intereses norteamericanos, solo para ser abandonados una vez que su utilidad percibida se haya agotado.
El cinismo de Erdogan de Turquía tampoco tiene límites. Declaró que la ofensiva en Siria era una operación anti terrorista con el objeto de «traer la paz y la seguridad en la región. Protegeremos la integridad territorial de Siria y salvaremos a los pueblos de la región de las garras del terrorismo.»
Se trata de un descarado doblez de parte de Estados Unidos y de su socio en la OTAN, Turquía.
A Washington no le importan mucho los curdos a quienes ha armado y entrenado con el supuesto propósito de «luchar contra el terrorismo» en Siria.
La realidad es que los norteamericanos han movilizado a los curdos para que actúen como delegados y apoderarse de territorios sirios con la poco inteligente promesa de brindarles autonomía regional. El objetivo principal de Washington siempre ha sido el de aprovechar las aspiraciones separatistas curdas con el propósito de desmembrar Siria dentro de su esquema mayor que es el de provocar el cambio de régimen en Damasco. Ese esquema fracasó. En parte gracias a la intervención militar de Rusia a partir de fines del año 2015 en defensa de Siria.
Ahora los curdos han sido abandonados por Washington para languidecer y morir debido a algún capricho del presidente Trump. Habiendo desatado la escalada de violencia de Turquía contra Siria. Obviamente, Trump no sabe qué hacer para mitigar la matanza y amenaza con imponer sanciones económicas contra Ankara con el propósito de quebrar su economía. Se trata de una comedia de equívocos que decididamente no tiene nada de cómico dadas las consecuencias humanitarias causadas por la torpeza de Trump al traicionar a los curdos.
¿Qué se debería hacer para disminuir la violencia? Primeramente, Turquía debería respetar su declarado compromiso con el proceso de Astana junto a Rusia e Irán, mediante el cual se comprometió a respetar la soberanía y la integridad territorial de Siria. No hay ninguna razón para lanzar ataques militares en Siria alegando que se está «eliminando un corredor terrorista.»
Seguidamente, tal como Siria, Rusia e Irán lo han declarado repetidas veces, todas las tropas extranjeras ilegalmente presentes en Siria deben abandonar el país de inmediato en cumplimiento con el Derecho Internacional. Tropas norteamericanas, británicas, francesas y turcas. Fuerzas especiales y aviones de guerra durante demasiado tiempo han agredido a Siria en descarada violación del Derecho Internacional. Esos estados miembros de la OTAN son culpables de agresión y crímenes de guerra. Las denuncias europeas contra Turquía esta semana son solo tonterías.
La dura realidad es que la dirigencia curda ha permitido que su pueblo se convierta en peones dentro de criminales intrigas de parte de las potencias de la OTAN contra la nación siria. Con certeza uno creería que los curdos habrán extraído lecciones de las múltiples traiciones pasadas de parte de Washington. Ellos –una vez más—se encuentran en una situación lamentable debido a que tontamente supeditaron sus intereses a los de Washington.
La militancia curda –que paradójicamente ha combatido con éxito contra otros delegados de Washington, a decir varias agrupaciones terroristas yijadistas—tienen solo una salida: De algún modo deben reconciliarse con sus hermanos árabes sirios y el Ejército Árabe Sirio para defender su país común que es Siria. Eso significa repudiar las sucias jugarretas del imperialismo de Estados Unidos.
Rusia, con su bagaje principista de participación para poner fin a la guerra en Siria, podría desempeñar un rol facilitando una nueva alianza entre las fuerzas del gobierno sirio y la milicia curda. En una nueva constitución negociada por los sirios talvez los curdos eventualmente podrían alcanzar un grado de autonomía regional. Pero, primeramente deberían ganarse ese derecho defendiendo a la nación liberándose así del burdo esquema imperialista de Washington y otras potencias de la OTAN las cuales pretenden destruir Siria.
*Traducción desde el inglés por Sergio R. Anacona