Al conmemorarse el Bicentenario de la Ley Fundamental de Colombia, el historiador Vladimir Acosta participó como invitado en una conversación, en el auditorio de la Sociedad Bolivariana, sobre el Libertador Simón Bolívar, donde destacó los avatares del Padre de la Patria como ser humano y el aprendizaje que tuvo de sus propios errores.
Acosta se dirigió a un nutrido auditorio encabezado por los directivos de la Sociedad Bolivariana, entre los cuales estaban Freddy Rojas y Pompeyo Torrealba, invitados especiales y el pueblo de Caracas.
El historiador se paseó por las andanzas de Bolívar desde 1812 hasta 1819, con sus avances y retrocesos, en sus grandes batallas por la liberación de nuestros pueblos.
Para Acosta, en 1812 Bolívar recibe el mando de tropas, se rebela y crece día a día en su afán libertario, obteniendo triunfos y reveses que le sirvieron de experiencia para la independencia final de Venezuela.
Hace 200 años, el 7 de agosto de 1813, entra a Caracas y recibe el título de Libertador, al finalizar la Campaña Admirable, con la cual en 90 días batió a las tropas realistas, partiendo desde Cúcuta, esbozó el analista político.
Acosta señaló que Bolívar ya tenía claro que la gesta independentista apuntaba a un objetivo mayor y se debía asegurar “los destinos definitivos de la patria frente a un enemigo que no solo era España, sino un vasto imperialismo que incluía a los Estados Unidos, y todos los posibles enemigos de nuestra soberaníaâ€.
En 1815, el Libertador va a Jamaica y busca apoyo de los ingleses para luchar por la Independencia. Allí, escribe la Carta de Jamaica.
En 1816, antes de emprender la segunda expedición de Los Cayos, Simón Bolívar llegó a Haití tras estar a punto de naufragar, luego de verse envuelto en una violenta tempestad durante tres días.
El incansable Bolívar no se dio por vencido y cuando al fin logró entrar al puerto de la isla antillana, se dirigió al Presidente Alejandro Petión, para apelar a su benevolencia y que lo ayudara a organizar un nuevo intento de recuperación de Venezuela, que estaba en manos de los republicanos.
Relata Acosta que en 1817 Bolívar toma la idea de Manuel Piar de controlar la provincia de Guayana lo que significa el logro de un territorio importante en riquezas y en vías de comunicación con otras partes del país y del mundo. Con esta acción el movimiento independentista se renueva.
Para el historiador, al comienzo la necesidad de independencia, no era una causa popular en el país. También la deserción de muchos combatientes fue terrible para las filas patriotas.»Hubo que lidiar con la escasez de armas y los temas de la alimentación y de los uniformes».
Bolívar fue un gran propagandista con sus cartas y proclamas para su campaña admirable.» Usó la sorpresa para desconcertar al enemigo y se aprovechó de la falta de información para desorientarlo, de manera que muchas veces no sabia donde andaba el rival», cita Vladimir Acosta.