RADIOGRAFÍA POLÍTICA DEL CARIBE. Bárbara Ester y Esteban De Gori.

Bárbara Ester y Esteban De Gori.

13 de diciembre 2019.

¿Cómo es políticamente el Caribe? ¿Cuál es su importancia geopolítica para América Latina? Aquí ofrecemos un breve repaso histórico y coyuntural.

En este trabajo analizamos los principales aspectos históricos y coyunturales que moldean la situación política actual de la compleja región Caribe. Se trata de un espacio geopolítico clave para entender en toda su dimensión los desafíos que tienen por delante nuestros progresismos, particularmente de cara al vínculo que establecerán los EE. UU. a través de la Organización de los Estados Americanos, que renovará su conducción en pocos meses.

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La Comunidad del Caribe (CARICOM), fundada en agosto de 1973, está integrada por Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Belice, Dominica, Granada, Guyana, Haití, Jamaica, Monserrat, Santa Lucía, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, Surinam, y Trinidad y Tobago. Sus miembros asociados son Anguila, Bermudas, Islas Caimán, Islas Turcas y Caicos, e Islas Vírgenes Británicas. Poseen tienen distintas historias coloniales y políticas.

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Los procesos de independencia de algunos de estos países se extendieron desde inicios del siglo XIX hasta la década del ‘70 del siglo XX, salvo los que pertenecen a naciones como Estados Unidos (Puerto Rico, Islas Vírgenes) o a países europeos como el Reino Unido (Anguila, Bermudas, Islas Caimán, Islas Turcas y Caicos e Islas Vírgenes Británicas).

Los históricos socios de los países del CARICOM fueron Gran Bretaña, Países Bajos, Estados Unidos y Canadá, pero a partir del siglo XXI Venezuela, Brasil -y, en menor medida, Argentina- comenzaron a tener un rol muy importante.

Algunos países de este espacio de integración se vinculan a la Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América (ALBA-TCP), como Antigua y Barbuda, Dominica, San Cristóbal y Nieves y Santa Lucía; a Petrocaribe todos sus miembros, excepto Trinidad y Tobago –país productor de petróleo-, Barbados y Bermudas; a Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR) se relacionan Guyana y Surinam; y todos los miembros de la CARICOM se suman a la Cumbre de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).

En las últimas décadas se erosionó el proyecto de integración de Caribe y aparecieron nuevos realineamientos regionales. Esto impactará en las nuevas relaciones políticas entre países y organizaciones, como la OEA, el BID y las Naciones Unidas. El alineamiento hacia Estados Unidos y Canadá, así como a Europa, entra en un juego pragmático donde la resolución de lo económico se vuelve una variable significativa en la política exterior de países CARICOM.

La primera década del siglo XXI culminó con una profunda crisis económica y malestar democrático (como gran parte del continente). La dependencia hacia los precios de recursos primarios sometió a la región a la búsqueda de nuevos aliados y de políticas para reducir la deuda externa y la crisis local. Algunos países se vincularon al FMI y otros organismos, e iniciaron políticas de ajuste con diversa intensidad. Esta es una década con tensiones sociales pero, hasta ahora, con paz democrática. Lo que parece interesante a destacar es el desgaste del consenso neoliberal rompiendo esa mirada de que los países caribeños viven de la playa y los paraísos fiscales. El CARICOM no está aislado de las corrientes ideológicas regionales y su relación con América Latina se ha profundizado.

Desde 2016 la mayoría de los países CARICOM ha crecido económicamente.

Salvo los desequilibrios de Surinam (2016), Dominica (2017) y Barbados (2018) que han impactado en cada una de sus realidades políticas.

 Política exterior de los países de la CARICOM

Década del 60

  • Procesos de independencia pacíficos y negociados en un sistema bipolar: contexto de la guerra fría.
  • Si bien hay impacto de la Revolución Cubana se produce un alineamiento pro-occidente.
  • Los alineamientos conservadores son los más significativos.
  • Entrada a la OEA (Barbados, Jamaica y Trinidad Tobago).
  • Hay un rol activo de las Naciones Unidas.

Década del 70

  • Influencia del nacionalismo afroamericano y el impacto cultural del “Black Power”.
  • Formación de gravitantes fuerzas de izquierdas y experiencias socialistas en la región en contexto de Guerra Fría (Cuba, Nicaragua).
  • Estados Unidos impactado por su guerra en Vietnam y por los rechazos locales.
  • Entrada a la OEA de Dominica, Granada, Santa Lucía y Surinam.
  • Carter comienza el deshielo con la Unión Soviética.
  • Crece el movimiento de No Alineados y aumenta la influencia de la OPEP.
  • Crisis económica y puesta en cuestión del Estado de Bienestar
  • Experiencias de izquierda, realineamiento de los no Alineados y crisis del capitalismo.

Década del 80

  • Independencia de los países de la Organización de los Estados del Caribe Oriental.
  • Ciclo de regímenes conservadores en la CARICOM. Impacto de la invasión de Estados Unidos a Granada y con Reagan se profundiza una política exterior destinada al control de la región y de sus economías.
  • Mientras en América del Sur se produce la transición a las democracias y la restructuración de las deudas, en el Caribe se produce una parecida reestructuración de sus economías y de sus deudas.
  • Se promueve la liberalización de las economías.
  • Entrada a la OEA de Antigua y Barbuda, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas y Bahamas.
  • La región oscila entre posiciones conservadoras y moderadas.
  • Si bien se produce un realineamiento más potente con occidente, prosigue el vínculo con los países no alineados.

Década del 90

  • Caída del Muro de Berlín.
  • Profundización de la liberalización económica en pos de incluirse en los flujos económicos de la globalización.
  • Se incorporan a la firma del NAFTA y comienzo de las negociaciones del Área de Libre Comercio para las Américas (ALCA).
  • Fundación de la Asociación de Estados del Caribe (AEC).
  • Triunfo de Hugo Chávez en Venezuela
  • A fin de esta década los países del CARICOM comienzan a mirar a América Latina.
  • Presidentes de diversas inscripciones políticas comienzan a vincularse con regímenes y bloques distintos a los socios históricos.

Década del 2000

  • Crisis económica mundial y en especial en Estados Unidos y Europa.
  • Crecimiento de América Latina por los precios de los comodities y en algunos países ampliación de derechos y aumento de distribución de riqueza.
  • Estancamiento y reestructuración de la integración caribeña.
  • Búsqueda de nuevos aliados: Venezuela, Brasil y de propuestas como Petrocaribe, CELAC y UNASUR.
  • CARICOM adquiere un lugar más relevante para América Latina y menos significativo para los Estados Unidos que están preocupados en la guerra de medio oriente.
  • Creación y articulación con Petrocaribe, ALBA, UNASUR y CELAC.

Dos casos en la mira

Surinam

Desde 2010 gobierna Desieré Delano Bouterse. Pertenece al Partido Nacional

Democrático (creado en 1987). En 1975 fue el constructor del Ejército de un país que adquiría la independencia. Por tanto, este gobernante tiene una relación muy importante con la génesis del mundo militar surinamés. Derroca a un presidente constitucional y se transforma en el hombre fuerte del proceso dictatorial.

Integra y controla la primera dictadura (1980-1988) y en los primeros años de la misma (1982) se ve implicado en el asesinato de opositores políticos a dicho régimen. Año en que toma todos los poderes del Estado.

El conflicto entre la dictadura y las guerrillas antigubernamentales abrieron la necesidad del acuerdo y del llamado a elecciones. Ese año triunfa el Frente

Nuevo (un conglomerado progresista) y ese mismo año es nombrado presidente del consejo militar que llevaría adelante la transición a la democracia. Dos años después, como jefe del Ejército lidera un golpe de estado contra ese espacio progresista y prontamente se acuerda llamar a elecciones. Las elecciones ratificarían al espacio progresista y el PND quedaría segundo. Recién en 1996, este partido logra imponerse y un socio de Bouterse llega al poder con el cual tendrá varios conflictos y una reconciliación en el 2000. Un tribunal de los Países Bajos, lo condena ese año por el tráfico de cocaína.

La presidencia para Desiré Bouterse llegaría en 2010. Triunfa en un contexto de crisis económica (alta inflación, desempleo creciente, caída de precios primarios agrícolas). Derrota al Frente Nuevo, una agrupación progresista formada en 1973. En 2015 vuelve a ser reelegido como Presidente y debe afrontar graves problemas económicos. Se caen los precios de los recursos primarios de oro y petróleo, aumenta la inflación, cierran las empresas (fundamentalmente de la refinería de aluminio Alcoa, un gran sostén de la economía) y se produce una gran devaluación. A esta caída de precios primarios se le agregaba la caída en 2008 del sector agrícola, es cual, es el que concentra la mayor cantidad de empleos.

Situación que lo lleva a realizar un acuerdo con el FMI en el 2016 y luego cancelarlo por las protestas sociales. Se distancio de este organismo de crédito por sus condiciones muy duras al congelar los precios minoristas de los combustibles.

Cancela el préstamo y busca otros organismos como el Banco Islámico de Desarrollo. Pese a su reconocida admiración por Hugo Chávez, debió hacer ajustes a su economía lo que le valió la reducción del gasto público y las protestas de trabajadores de la salud. En los diversos organismos internacionales apoyo a Venezuela y al gobierno bolivariano y estableció acuerdos con el gobierno de Brasil (Dilma Rousseff).

Como indicamos, 2016 fue un año de gran contracción económica. La inflación llego a 55.48% y la imagen presidencial se acercó al 17%. Recién en 2017 el crecimiento fue positivo y la inflación logro descender a 22%. Esto se vio propulsado por el aumento del precio del oro y a la reactivación de una de sus más importantes minas. Esto permitió que las exportaciones se pongan por encima de las importaciones logran un superávit en la balanza comercial. Las reservas aumentaron desde 2016. Debido a desequilibrios fiscales, Surinam realizo un acuerdo con el FMI por casi unos 500 millones de dólares. Esto abrió un ciclo de manifestaciones contra este acuerdo y el Gobierno puso fin al mismo y eligió una trayectoria autónoma para realizar el ajuste. Ello implico la firma de otros acuerdos por otros préstamos y la deuda fue creciendo. Hoy la deuda representa casi el 78% de su PBI.

En 2018 se ha producido un mayor crecimiento. Ha logrado exportar más debido al aumento de la productividad y la estabilidad de los precios básicos.

El Gobierno se encuentra con el desafío de reducir su déficit en momentos en que la puja distributiva se centra en el aumento de salarios.

Pese a que fueron votadas por el parlamento, en el año 2012, leyes de amnistía e indultos sobre los asesinatos cometidos por la dictadura en 1982, cuestión que abarcaba a todos los militares y al actual presidente, fue invalidada por un fallo judicial. A partir de 2007 se intenta juzgar a Bouterse pero recién el 25 de noviembre de 2019 una Corte militar lo condeno a 20 años, pero todavía no ordeno su arresto. Esta resolución advierte sobre dos cuestiones: una, el vínculo entre Bouterse y el mundo militar ésta severamente desgastado, ya que el presidente es el Jefe de las Fuerzas Armadas y segundo, se inscribe en la disputa electoral tiene como fecha de realización el 17 de mayo. La oposición política ha pedido su renuncia y queda por ver que hace el estrato militar con el actual presidente.

La derrota del partido de Bouterse puede significar varias cosas: el alejamiento de Petrocaribe (una plataforma de integración muy importante para solventar gastos vinculados al petróleo) y de Venezuela, otra relación con la OEA y los Estados Unidos.

Dominica

El Partido Laborista de Dominica fue fundado en 1955 siguiendo –al igual que otros miembros de la Commonwealth en la región- la tradición laborista británica.

Su surgimiento coincide con el activismo social y político de los trabajadores organizados. La fundación del DLP formó parte de esa nueva etapa en la historia del territorio. En 1961 llegó por primera vez al poder de la mano de Edward Oliver LeBlanc como Primer Ministro quien intentó llevar adelante un programa político progresista aun sin lograr la independencia. Posteriormente,

Patrick Roland John (DLP), se convirtió en el primer gobernante del país independiente, en 1978 desvirtuando la imagen del partido producto de los escándalos de corrupción que lo llevaron a renunciar al cargo solo un año después. John sería reemplazado por Oliver J. Seraphine hasta 1980.

Los siguientes 15 años posteriores -1980-1995-, el Partido de la Libertad Dominicana (PLD) gobernó ininterrumpidamente. En 1985, el entonces PTD, cambió la orden de las iniciales al Partido Laborista Dominicano (PDT) y buscó marcar con este cambio una refundación del partido al fusionarse con otras corrientes laboristas que se habían apartado del antiguo PTD. Durante 1995 y 2000 gobernó el Partido de los Trabajadores Unidos (UWP) bajo el liderazgo de Edison James, siendo posteriormente reemplazado por un nuevo líder, Lennox Linton, el actual líder de la oposición.

En 2000, el partido volvió a nombrar a un primer ministro, Rosie Douglas, fallecido en octubre de ese mismo año y reemplazdo inmediatamente por Pierre Charles. El partido permanecería en el poder en las elecciones siguientes, con el nombramiento del laborista Roosevelt Skerrit como nuevo jefe de gobierno, desde enero de 2004. En la XIII reunión del ALBA, en 2014, realizada en La Habana, Cuba, Skerrit presentó en su discurso apoyo irrestricto a los gobiernos venezolano y cubano en cuestiones internacionales.

Los últimos comicios generales realizados en la isla el 6 de diciembre, desataron la polémica cuando el principal partido opositor, el conservador UWP de Lennox Linton comenzó una campaña para desprestigiar los comicios y aplazarlos previa reforma electoral. Durante la campaña electoral Skerrit ha denunciado el apoyo de la OEA al partido de Linton, quien ha llevado adelante una serie de manifestaciones demandando dicha reforma. Estas protestas han culminado en su mayoría en hechos violentos. A fines de noviembre el presidente Savarin junto con el Primer Ministro Roosevelt Skerrit y representantes del Partido Laborista de Dominica y el líder de la oposición Lennox Linton, del Partido Unido de los Trabajadores, acordaron promover la paz en los días previos a las elecciones mediante la firma de un código de conducta. Aun así Linton continuó solicitando el aplazamiento de los comicios y desconoció los resultados.

La idea de imponer una misión electoral en Dominica no es nueva, ya Almagro lo había sugerido en febrero pasado, alegando que en ese país no se llevarían a cabo elecciones libres ni justas, lo cual suscitó un comunicado de Caricom en rechazo a estas declaracionesy exigiéndole que removiera “inmediatamente” el tuit y que se disculpara(1). Desde comienzos de agosto, la OEA ha anunciado su intención de enviar una Misión Electoral a Dominica para tratar los asuntos de la reforma electoral reclamada por Linton. Dos meses después, miembros de la oposición comenzaron las protestas para exigir la dimisión del primer ministro, Roosevelt Skerrit, por no llevar a cabo dicha reforma electoral. Durante las protestas, la oposición también reclamó la renuncia de Gerald Bruton, presidente de la Comisión Electoral. Ya en el mes de noviembre, las protestas viraron a una modalidad más violenta con enfrentamientos con la policía cuando intentaban dirigirse a la residencia del presidente Charles Savarin.

En este contexto, Luis Almagro azuzó el conflicto desde su cuenta de Twitter, expresando que, para las elecciones en Dominica, “sería esencial” una misión de observación de la OEA. En respuesta a las declaraciones de Almagro, la canciller de Dominica, Francine Baron, en una sesión extraordinaria en la sede de la OEA, exigió el cese de la violencia previo a los comicios e instó a esa instancia multilateral abstenerse de dar declaraciones parciales sobre el proceso electoral de su país. Asimismo, la ministra señaló que Dominica acepta las recomendaciones solicitadas por la OEA para reformar el sistema electoral y que el gobierno está a favor de la revisión del censo, registro de electores y la introducción del uso de cédulas. Sin embargo, también señaló que con el sistema actual no hay ninguna denuncia de fraude electoral en Dominica. Recordó que la Mancomunidad de Naciones (Commonwealth) revisó los censos y los registros y el organismo internacional consideró que estos siguieron los estándares internacionales de buenas prácticas. Por su parte, el primer ministro Rooselvelt Skerrit se manifestó reticente a invitar a la OEA a los próximos comicios por sus intentos de deslegitimación de su proceso electoral, luego del cuestionado informe final presentado en Bolivia. Sin embargo, la Misión de Observación Electoral (MOE) de la OEA finalmente participó del proceso.

En el ámbito internacional el canciller venezolano Jorge Arreaza y el canciller de Cuba Bruno Rodríguez desde el ALBA-TCP, denunciaron la injerencia extranjera en las venideras elecciones de Dominica por vías no democráticas. El primer ministro de San Vicente y Las Granadinas, Ralph Gonçalves, afirmó que la OEA y su secretario general, Luis Almagro, son enemigos de los pueblos latinoamericanos, y puso como ejemplo las agresiones directas hacia Venezuela, Cuba y el golpe de Estado ocurrido en Bolivia. También Gaston Browne, presidente de la Organización de los Estados del Caribe Oriental y primer ministro de Antigua y Barbuda, cuestionó la viabilidad de implementar una reforma electoral en Dominica a solo unos días de las elecciones generales. El mandatario acentuó que no existe crisis constitucional en el país vecino y que no era práctico extender las elecciones más allá del 6 de diciembre.

Ante esta situación Caricom envió una Misión de Observación Electoral para supervisar las elecciones generales encabezada por Josephine Tamai, quien en agosto de 2019 se desempeñó como miembro de la Misión Conjunta de Reforma Electoral de la entidad caribeña ante la Mancomunidad. La comitiva también estuvo conformada por otros expertos en Administración Electoral de Antigua y Barbuda, Las Bahamas, Barbados, Belice, Jamaica, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, y Surinam. Finalmente, el Secretario General de Caricom, Irwin Larocque, felicitó en especial al primer ministro Roosevelt Skerrit y a su formación política el partido Laborista de Dominica “en su rotunda victoria electoral” –el oficialismo obtuvo 17 de las 21 bancas en disputa(2) – a través de un comunicado oficial(3).

Luego del escándalo tras los nuevos cuestionamientos sobre la imparcialidad de la OEA que suscitó Dominica, finalmente la MOE encabezada por Hubert Ingraham, ex Primer Ministro de las Bahamas concluyó en su informe preliminar que los comicios fueron transparentes. Es decir que la propia MOE contradijo las infundadas declaraciones de su principal vocero, Luis Almagro, y terminó por felicitar al gobierno por su nuevo mandato y aseverar que ello refleja la voluntad del pueblo(4). La declaración, si bien recomienda realizar una reforma electoral, omite por completo el rol de las declaraciones de su propio secretario general.

El 20 de marzo de 2020 habrá nuevas elecciones en la OEA para elegir al nuevo secretario general y Almagro –quien ya anunció su candidatura a la reelección- aparece cada vez más cuestionado. Es que el actual secretario no solo ha hecho de la crisis en Venezuela el centro de su gestión, también ha cumplido un rol central en el golpe de Estado boliviano lo que le valió su expulsión de su propio partido, el Frente Amplio (Uruguay). Además, Almagro resultó electo prácticamente por unanimidad en 2015 con 33 de los 34 votos y siendo el único candidato. En esta oportunidad deberá a enfrentar al menos a otros dos contrincantes, el embajador peruano Hugo de Zela propuesto por el presidente Martín Vizcarra y la ecuatoriana María Fernanda Espinosa, expresidenta de la Asamblea General de la ONU que aspira a ser la primera mujer en liderar la organización panamericana. Todos aspiran a lograr la mayoría simple de 18 votos de los Estados permanentes.

Cabe destacar el rol de Caricom como organización regional para balancear y equilibrar los conflictos tanto nacionales como internacionales, capaz de brindar a sus Estado miembro asesoramiento técnico y fungir como mediador legítimo. La pluralidad de voces y de organizaciones americanas –fundamentalmente las que se agrupan en post de intereses similares- parece ser la clave no solo del Caribe, también de la región.

*Bárbara Ester es licenciada y profesora de Sociología por la Universidad de Buenos Aires (UBA). Realizó una Diplomatura en Género, Movimiento de Mujeres y Política en la Facultad de Filosofía y Letras.

*Esteban De Gori es doctor en Ciencias Sociales por la Universidad de Buenos Aires (UBA), investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y del Instituto de Estudios de América Latina y el Caribe (IEALC-UBA).

(1) https://www.eleconomistaamerica.com.ar/politica-eAm/noticias/9690825/02/19/

Dominica-exige-disculpa-del-secretario-de-la-OEA-sobre-las-elecciones-en-el-pais.html

(2) Ver más en: https://www.celag.org/dominica-elecciones-generales-2019/

(3) https://today.caricom.org/2019/12/07/election-results-reflect-the-will-of-the-people-

caricom-observation-mission-to-dominica/

(4) https://www.oas.org/es/centro_noticias/comunicado_prensa.asp?sCodigo=D-029/19

Fuente: Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolitica (CELAG); https://www.celag.org/