Por Fernando Bossi Rojas
El 26 de julio de 1953, se producen los asaltos simultáneos a los cuarteles Moncada, en Santiago de Cuba y Carlos Manuel de Céspedes, en Bayamo, concebidos como detonantes para el lanzamiento de una insurrección popular que derrocara la dictadura pro estadounidense de Fulgencio Batista.
El operativo fracasó y una cantidad importante de insurgentes cayeron en manos de las fuerzas de seguridad. La mayoría de éstos fueron desarmados y luego asesinados alevosamente. Algunos sobrevivientes, entre ellos Fidel Castro, fueron juzgados y condenados. En el juicio que se llevó a cabo contra el líder de la insurrección se hizo conocido su alegato de defensa. «La Historia me absolverá», documento fundamental y también programa de los revolucionarios.
Fidel Castro logró la amnistía en 1955, tras lo cual, organizó en la clandestinidad el Movimiento 26 de Julio, que fue fundado el 12 de junio del mismo año.
El núcleo fundacional estaba conformado por el grupo que organizó el asalto al Cuartel Moncada, Fidel Castro, Melba Hernández, Haydée Santamaría, Antonio Ñico López, Pedro Miret Prieto, José A. «Pepe» Suárez, Faustino Pérez, Armando Hart, Jesús Montané y Juan Manuel Márquez, entre otros.
Más tarde este grupo se fusionará con el Movimiento Nacional Revolucionario que dirigía Rafael García Bárcenas y con un importante sector de la Juventud Ortodoxa. Acción Nacional Revolucionaria, organización dirigida por Frank País, también se unirá al poco tiempo.
Teniendo en cuenta el carácter antiimperialista, democrático y patriótico de sus ideas, inspiradas en la doctrina de José Martí, el M-26-7 fue creciendo significativamente, principalmente con la incorporación de una franja importante de la juventud que ansiaba derrocar la tiranía de Batista.
Ya luego del triunfo, en julio de 1961, el M-26-7 fue uno de los partidos que engrosó las Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI), junto con el Partido Socialista Popular y el Directorio Revolucionario 13 de Marzo, que a su vez se disuelve el 26 de marzo de 1962 para formar el Partido Unido de la Revolución Socialista de Cuba (PURSC), que finalmente devendría en el Partido Comunista de Cuba.