Cáiganse!: La verdadera y purita historia del conquistador genocida Francisco Fajardo…

Por José Sant Roz
Jueves, 22/10/2020 09:08 PM
Algunos venezolanos actuales (como el abogado defensor de empresarios, don Francisco Suniaga, colaborador de periódicos como «El Nacional» y «El Universal»), han salido en defensa del mestizo Francisco Fajardo. Dicen que no hay pruebas de que haya sido un genocida. Bueno, aquí le vamos a aportar algunas y a mostrar el papel de este conquistador en sus afanes homicidas, a sus compinches principales en sus correrías monstruosas, principalmente su alianza con «El Loco» Juan Rodríguez Suárez, uno de los mayores quemadores, aperreadores, empaladores y descuartizadores de indios de Venezuela. A Juan Rodríguez Suárez, por tener una especial habilidad para quemar indios fue muy solicitado y buscado en aquellos afanes por exterminar indígenas, en especial requirió sus admirables servicios de asesino, el gobernador Pablo Collado. El mismo Collado, también solicitó los servicios exterminadores de Francisco Fajardo para que le ayudase con los indios de la región de Los Teques.Miren este horrible cuento del historiador y director de la Fundación SM para España e Iberoamérica, José María González Ochoa, en la biografía de la Real Academia de la Historia (RAH), tratando de decir que Fajardo no era ningún asesino aunque hubiese masacrado muchos indios: «Mientras él continuaba con sus exploraciones, la codicia de los colonos irritó a los nativos, que capitaneados por el cacique Paisana atacaron la villa y envenenaron sus aguas. Entre las víctimas estaba su madre. Enterado Fajardo de la muerte de ésta, regresó y tomó venganza; arrasó los poblados indígenas, colgó a Paisana y decidió abandonar la zona. Se frustraba, por primera vez, su sueño de gobernar la región donde naciera, cuna de la cultura materna». Típico de los monstruosos conquistadores y ciertos cronistas españoles.Mérida estuvo sometida durante muchos años bajo la égida moral de la prepotente imagen de un amiguete del conquistador Francisco Fajardo, llamado Juan Rodríguez Suárez. Éste personaje, para la oligarquía regional, era considerado superior a Simón Bolívar. Era tal el amor que los godos locales sentían por este conquistador extremeño (nacido en Mérida, España), que existió en nuestra Mérida un periódico con el nombre «Juan Rodríguez Suárez». El referido conquistador, supuestamente fundador de esta ciudad andina, recibía y saludaba a visitantes y nativos, a la entrada de la Avenida Andrés Bello, representado en una descomunal estatua ecuestre que el pueblo acabó echando por tierra y que ya no existe.Así como en Caracas existió una muy transitada Avenida con el nombre del conquistador Francisco Fajardo, en los Andes contamos con un Estado que lleva el godo nombre de Mérida. Durante el mandato del Gobernador Rafael Ramírez y con su apoyo, un grupo de bolivarianos propusimos ante el Consejo Legislativo regional a este Estado se le llamase Terepaima, en honor al cacique que en varias ocasiones enfrentó a Francisco Fajardo y quien mató al monstruoso conquistador de Juan Rodríguez Suárez. Ha de saberse que Francisco Fajardo y Juan Rodríguez por sus condiciones de monstruosos depredadores de indígenas acabaron siendo grandes amigos.Apenas corrió por la ciudad de Mérida nuestra propuesta de cambiarle el nombre a Mérida, apareció el obispo Baltazar Porras, cual furibundo godo, partiendo lanzas a favor de aquel abominable empalador y quemador de indígenas. He de decir, que se hizo tan famoso Juan Rodríguez Suárez en sus métodos para exterminar, quemar y descuartizar indígenas que su fama en este sentido llegó hasta el famoso gobernador Pablo Collado en el Norte del país, quien quiso le acompañase en su razzia contra los indios del valle de Caracas y Los Teques.